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ESPECIAL TOLIMA ESPANOL

EL DEPARTAMENTO 109 Coyaima, Ataco y Planadas. Adicio-nalmente, se está gestionando la vía Chaparral, Rioblanco y Herrera, que tendrá un costo de 30.000 millones de pesos. También se está trabajando en la conexión entre Ibagué y los muni-cipios Rovira, San Antonio y Ronces-valles, con la que se pretende lograr una articulación más eficiente entre la capital tolimense y los municipios del sur. Un corredor entre Líbano y la vereda Santa Teresa, de 25 kilóme-tros de largo, será la intervención en la región del norte. Según el inge-niero Andrés Hurtado, secretario de Infraestructura del departamento, “estos proyectos son importantes para apoyar los programas de la Secretaría de Desarrollo Agropecua-rio y, en general, el desarrollo econó-mico y social que propicie la consoli-dación del departamento”. Las vías terciarias, que prác-ticamente no han tenido manteni-miento, también serán intervenidas. La proyección para este cuatrienio es llegar a los 3.000 kilómetros de obras, para lo cual se distribuye-ron de forma estratégica equipos de maquinaria por todo el departa-mento (en Planadas, Ataco y Rio-blanco, en el sur; en San Antonio e Ibagué, en el centro; en Anzoátegui, Lérida, Murillo y Armero-Guaya-bal, en el norte, y en el suroriente en Alpujarra). Dos equipos traba-jaron juntos y se hará una inversión de 200.000 millones de pesos para la construcción de más de 100 kilóme-tros de placa huella. Las rutas planeadas no son solo para el transporte terrestre una gran zona de actividades económicas al norte de la ciudad: el departamento tiene proyectado también el apro-vechamiento del río Magdalena, el mayor afluente del país, y la reac-tivación de las vías férreas, actual-mente obsoletas. La idea es lograr que a mediano plazo el Magdalena se convierta en una alternativa de transporte de carga entre Flandes y La Dorada (Caldas), una extensión fluvial de 191 kilómetros que pasa por Ambalema y Honda. Esto traería dos grandes beneficios: por un lado, el recorrido entre los dos puntos ten-dría 54 kilómetros menos que por vía terrestre; por otro, el volumen de la carga podría aumentar sin impactar el tráfico y la movilidad. Esta rehabi-litación del río en el Tolima vendría a sumarse a las del resto del país, que buscan reactivarlo como vía de trans-porte para aprovechar su potencial. Con estos cambios, La Dorada no solo llegaría a contar con trans-porte fluvial: uno de los proyectos de la Agencia Nacional de Infraes-tructura (ANI) busca también reac-tivar el sistema férreo desde la costa Caribe hasta este municipio cal-dense, desde donde la Gobernación quiere continuar la ruta hasta Amba-lema, en primera instancia, y luego conectar con Flandes e Ibagué. Los ferrocarriles son mucho más eco-nómicos que las carreteras por dos motivos: los predios pertenecen al Estado y no exigen llevar a cabo un levantamiento de toneladas de tierra durante años. Estas obras constituyen la redención a regiones abandonadas históricamente, el paso al desarro-llo y la interconexión interna del departamento, que se convertirá en el eje articulador para generar com-petitividad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Ya se han pavimentado 14 kilómetros entre Castilla y Coyaima, y se invertirán 200.000 millones de pesos en la construcción de más de 100 kilómetros de placa huella. Los proyectos de mejoramiento vial ayudarán a impulsar el desarrollo económico y social del departamento. foto: david estrada larrañeta


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