1

Alemania

La melodía, tomada del cuarteto para cuerdas opus 76 Nº 3 Emperador de Josef Haydn (un compositor austríaco, no alemán), es excelsa. Compite sin ningún problema con La Marsellesa por el primer lugar.

2

Gran Bretaña

Se trata de una melodía sencilla que evoca los himnos de los oficios protestantes, que lleva a un crescendo cargado de dramatismo y fuerza. Clásico ejemplo de que muchas veces menos es más.

3

Sudáfrica

Este himno, en cuyas estrofas se alternan cinco idiomas (sotho, zulu, xhosa, inglés y afrikáans) es la combinación de Nkosi Sikelel'iAfrica (dios bendiga a África), una conmovedora canción que los negros utilizaban para desafiar el poder blanco, y Die Stem van Suid-Afrika (El llamado de Sudáfrica), el himno nacional en tiempos del apartheid. Un impresionante ejemplo de reconciliación nacional alrededor de su himno.

4

Uruguay

Su melodía y fuerza puede hacerle creer a un oyente desprevenido que se trata de un fragmento de una ópera de Gioacchino Rossini. De los mejores del mundo.

5

Italia

Y si el himno de Uruguay parece tomado de una partitura de Rossini, el Canto de los Italianos (o Himno de Mameli, por el autor de su letra) parece sacado de una ópera de Verdi. Al igual que La Marsellesa, es a la vez marcial y lírico. Una verdadera joya que en un universo paralelo es el himno nacional más lindo del mundo.

6

Australia

Advance Australia fair (Avanza Australia justa) es una melodía marcial bastante pegajosa que sirve de marco a un texto que no exalta ejércitos ni batallas sino el orgullo de una joven nación por su biodiversidad, sus escenarios naturales, la Cruz del Sur y su política de brazos abiertos a los inmigrantes.

7

España

Así se frunzan de la ira los republicanos, los de Izquierda Unida y los del PSOE, la Marcha Real es una de las melodías más emocionantes que se puedan escuchar. Se diferencia del resto de los himnos porque no tiene letra, lo cual, sin duda, es una ventaja adicional.

8

Eslovaquia

El himno-canción Nad Tatrou sa blýska (Relampaguea sobre los Tatras) va mucho más allá de la simple marcha militar, ya que combina la fuerza y la emotividad propias de la música eslava. Sublime.

9

Brasil

Casi todos los himnos suramericanos tienen mucha afinidad con la ópera italiana. Junto con el de Uruguay, el brasileño es el mejor logrado. Una combinación sobresaliente de melodía lírica y emoción marcial.