CERRAR

Paz: la gran oportunidad

Según la Unidad de Víctimas, 192.638 indígenas y 794.703 afrodescendientes han sido golpeados por el conflicto armado. Un acuerdo de paz con las Farc despierta la esperanza de estos pueblos de, por fin, vivir tranquilos en sus territorios ancestrales.

| ANÁLISIS |

Los temores y las esperanzas
con la paz

Los indígenas y las comunidades afrodescendientes serán protagonistas de primera línea a la hora de construir la paz. En buena hora fueron escuchados en La Habana.

Después de casi cuatro años de negociaciones en La Habana, apenas ahora la mesa escuchó a las comunidades indígenas, afrodescendientes, raizales, palenqueras y rom. Desde hacía varios meses venía creciendo el clamor por este encuentro, pues no pocos temas inquietan a las minorías étnicas. Y aunque ya están cerrados temas sustanciales de la agenda de paz, el punto seis, que trata sobre la implementación, es clave para los territorios.

La tardanza en recibirlos fue absurda. Los pueblos indígenas y los afrocolombianos han sido víctimas directas de la guerra y, en tal sentido, demandan verdad y reparación.


La guerrilla asedió como a nadie a los pueblos del norte del Cauca, habitados por los nasas. Masacres como las del Nilo y Naya en Cauca, la de los awas en Nariño, son apenas algunos ejemplos. Los afros del Chocó también sufrieron el rigor de las masacres, como la ocurrida en Bojayá, y resultaron víctimas del desplazamiento y del despojo de sus territorios. Uno de cada tres desplazados en Colombia es afrodescendiente. Gran parte de la tierra despojada corresponde a los consejos comunitarios constituidos en el Pacífico del país, y algunos pueblos indígenas han sido masivamente afectados por el destierro, como los emberás y los nukaks. Los indígenas también han sufrido fuertemente los campos minados y explosivos abandonados en sus territorios. Y en ambos grupos étnicos los grupos armados han reclutado a sus jóvenes y niños.

En el acuerdo para crear un sistema integral de justicia transicional quedó consignado un párrafo según el cual habrá un enfoque étnico en materia de verdad, justicia y reparación. Seguramente habrá que seguir de cerca este punto luego de firmados los acuerdos de La Habana.


También preocupa a los grupos étnicos lo que ocurrirá con sus territorios en el posconflicto. Primero porque en La Habana han pactado fortalecer Zonas de Reserva Campesina en regiones donde hay fuerte presencia de las Farc. En el país hay 710 resguardos indígenas y por lo menos el 30 por ciento del territorio pertenece a estas comunidades. Algo similar ocurre en muchas regiones donde ya se han creado o están en proceso consejos comunitarios con títulos colectivos de tierra. De hecho, en departamentos como Chocó gobiernan el 96 por ciento del territorio consejos comunitarios que aspiran a la titulación o que ya son resguardos. En Nariño, por ejemplo, hay una fuerte tensión entre algunos de ellos y los mandos medios de la guerrilla alrededor del reconocimiento de la autonomía de estas comunidades. Por eso habrá que poner en marcha los acuerdos con la precisión de un relojero para no crear nuevos conflictos y fricciones.

La preocupación se extiende a asuntos como las zonas de ubicación temporal de la guerrilla durante el desarme. Si bien las 23 zonas y los 8 campamentos no tocan a sus comunidades, sí hay claridad en que los programas agrarios propios del posconflicto y también de la reincorporación pueden extenderse a ellas. Por eso en este punto y otros que los afectan, las comunidades étnicas piden la consulta previa. Hasta ahora no se conocen detalles sobre cómo serán los Terrepaz, las zonas donde aspiran los guerrilleros a permanecer un tiempo de transición mientras se adaptan y preparan para la vida civil. Por esta razón el intercambio de La Habana resultó tan conveniente.


También es necesario contemplar las circunscripciones electorales especiales de paz, que permitirán a los excombatientes, ya sin armas, tener alguna ventaja política que les permita competir por el poder local. Allí la autonomía y el reconocimiento de los grupos étnicos y sus formas de gobierno estarán en tensión.

Finalmente está el tema de la reintegración. Hay frentes de las Farc enteros que son indígenas (como algunos del Vichada y Guaviare) o mayoritariamente afros. Algunas organizaciones indígenas consideran que sus muchachos deben volver a sus comunidades y no quedarse a vivir en proyectos colectivos farianos. De igual manera ronda el interrogante sobre quién juzgará a los excombatientes indígenas, ¿la justicia especial o la étnica?

Todas estas preocupaciones son legítimas y tendrán que tratarse con filigrana en La Habana. Pero por encima de las dificultades, los pueblos afro e indígenas serán altamente beneficiados por el fin de la guerra. Por un lado, tendrán por fin la oportunidad de desarrollar sus proyectos de vida sin la injerencia de los fusiles que tantos sufrimientos les han causado. Con la paz se verá fortalecida su autonomía.

En segundo lugar, su papel en el trabajo de construir la paz tendrá que ser vital y protagónico. Muchas de estas comunidades han tenido valiosas experiencias de resistencia civil, de autogestión y de pacifismo. Es el momento de expandir sus valores, su cultura e instituciones al resto de la sociedad.


Pero, sobre todo, sus jóvenes ya no irán a la guerra. Aunque está latente la posibilidad de que otros grupos armados sigan reclutándolos, es posible que si el Estado y las instituciones llegan con éxito a las regiones, baje la presión sobre la juventud.

Acuerdos como el de la erradicación voluntaria de los cultivos ilícitos pueden tener un impacto positivo en sus territorios. La sustitución implica que lleguen proyectos serios y que intervenga la empresa privada y la cooperación internacional para generar una economía legal, que tendrá que incluirlos necesariamente.

Finalmente, el clima democrático que debe empezar a cultivar el país debe hacer que las comunidades étnicas dejen de ser altamente estigmatizadas por cuenta del conflicto armado y social. La inclusión, el pluralismo y la tolerancia deberían ser, en el más optimista de los escenarios, los grandes activos para construir la paz en zonas donde hasta hoy han dominado la tensión, el sometimiento y la violencia.

| INFOGRAFÍA |

Radiografía de la infamia

A pesar de que la peor parte del conflicto armado recayó en las comunidades étnicas, estos pueblos no abandonaron su lucha por la defensa del territorio y sus tradiciones. ¿Cómo y dónde los golpeó la violencia?



LAS CIFRAS

Afrocolombianos, palenqueros y raizales

4’311.757


Indígenas

1’378.884

695.302 afros
DESPLAZAMIENTO
169.868 indígenas
30.832 afros
HOMICIDIO
7.543 indígenas
30.291 afros
AMENAZAS
4.702 indígenas
13.021 afros
TERRORISMO, ATENTADOS U HOSTIGAMIENTOS
3.629 indígenas
10.664 afros
PÉRDIDA DE BIENES MUEBLES O INMUEBLES
3.242 indígenas
6.540 afros
DESAPARICIÓN FORZADA
1.766 indígenas
378 afros
MINAS ANTIPERSONAL
312 indígenas
1.410 afros
SECUESTRO
292 indígenas
1.653 afros
VIOLENCIA SEXUAL
238 indígenas
493 afros
TORTURA
139 indígenas
204 afros
VINCULACIÓN DE NIÑOS NIÑAS Y ADOLESCENTES
131 indígenas
329 afros
ABANDONO O DESPOJO FORZADO DE TIERRAS
73 indígenas

Desplazamiento, el mal mayor

El desplazamiento es el hecho victimizante que los grupos étnicos del país más han padecido por cuenta del conflicto armado. Y entre ellos, los afrodescendientes son quienes se han llevado la peor parte: son el grupo poblacional del país más golpeado por este mal y son, además, la comunidad desplazada en peores condiciones de vida.


865.170

AFROS
E INDÍGENAS
HAN SIDO VÍCTIMAS DE DESPLAZAMIENTO EN COLOMBIA

87%

DEL TOTAL DE LAS PERSONAS DESPLAZADAS
PERTENECÍAN A SECTORES RURALES

30%

DE LAS PERSONAS AFRODESCENDIENTES EN SITUACIÓN DE DESPLAZAMIENTO
NO TUVIERON DINERO PARA COMER POR LO MENOS UN DÍA A LA SEMANA,
FRENTE AL YA PREOCUPANTE

1,27%

DE LA POBLACIÓN
MESTIZA

69%

NO ASISTEN A NINGUNA INSTITUCIÓN EDUCATIVA

1,44%

DE LA POBLACIÓN AFRO HA SIDO DESPLAZADA, SEGUIDA POR LA PROPORCIÓN TAMBIÉN GRAVE DE

1,27%

INDÍGENAS

0,68%

MESTIZOS
LA TASA DE DESPLAZAMIENTO FORZADO PARA LOS AFRODESCENDIENTES ES

1,4

VECES SUPERIOR EN COMPARACIÓN CON LOS MESTIZOS

8,3

MILLONES DE HECTÁREAS HAN SIDO DESPOJADAS O ABANDONADAS A LA FUERZA POR LAS VÍCTIMAS DESPLAZADAS.
BUENAVENTURA,
DONDE CASI EL

84%

DE LA POBLACIÓN ES AFRO, OCUPA EL PRIMER PUESTO EN EL PAÍS EN DESPLAZAMIENTO INTRAURBANO:

17%

DEL TOTAL NACIONAL
URABÁ, REGIÓN FUNDAMENTALMENTE AFRO, ES LA MÁS EXPULSORA EN LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA DEL PAÍS: REPRESENTA EL

10%

DEL TOTAL DE CASOS REGISTRADOS A NIVEL NACIONAL Y CERCA DEL

21%

DE LAS EXPULSIONES MASIVAS

10%

de las personas desplazadas residían antes del desplazamiento en territorios colectivos reconocidos por el Estado. El Centro de Memoria Histórica afirma que su expulsión sistemática obedece, entre otros factores,
al interés de los grupos armados y otros actores por apropiarse de sus recursos naturales, o para consolidar corredores estratégicos del negocio de la droga.
    865.170
    AFROS E INDÍGENAS HAN SIDO VÍCTIMAS DE DESPLAZAMIENTO EN COLOMBIA
    87%
    DEL TOTAL DE LAS PERSONAS DESPLAZADAS PERTENECÍAN A SECTORES RURALES
    30%
    DE LAS PERSONAS AFRODESCENDIENTES EN SITUACIÓN DE DESPLAZAMIENTO NO TUVIERON DINERO PARA COMER POR LO MENOS UN DÍA A LA SEMANA, FRENTE AL YA PREOCUPANTE
    1,27%
    DE LA POBLACIÓN MESTIZA
    69%
    NO ASISTEN A NINGUNA INSTITUCIÓN EDUCATIVA
    1,44%
    DE LA POBLACIÓN AFRO HA SIDO DESPLAZADA,
    SEGUIDA POR LA PROPORCIÓN
    TAMBIÉN GRAVE DE

    1,27%
    INDÍGENAS

    0,68%
    MESTIZOS
    LA TASA DE DESPLAZAMIENTO FORZADO PARA LOS AFRODESCENDIENTES ES
    1,4
    VECES SUPERIOR EN COMPARACIÓN CON LOS MESTIZOS
    8,3
    MILLONES DE HECTÁREAS HAN SIDO DESPOJADAS O ABANDONADAS A LA FUERZA POR LAS VÍCTIMAS DESPLAZADAS.
    BUENAVENTURA, DONDE CASI EL
    84%
    DE LA POBLACIÓN ES AFRO, OCUPA EL PRIMER PUESTO EN EL PAÍS EN DESPLAZAMIENTO INTRAURBANO:
    17%
    DEL TOTAL NACIONAL
    URABÁ, REGIÓN FUNDAMENTALMENTE AFRO, ES LA MÁS EXPULSORA EN LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA DEL PAÍS: REPRESENTA EL
    10%
    DEL TOTAL DE CASOS REGISTRADOS A NIVEL NACIONAL Y CERCA DEL
    21%
    DE LAS EXPULSIONES MASIVAS
    10%
    DE LAS PERSONAS DESPLAZADAS RESIDÍAN ANTES DEL DESPLAZAMIENTO EN TERRITORIOS COLECTIVOS RECONOCIDOS POR EL ESTADO. EL CENTRO DE MEMORIA HISTÓRICA AFIRMA QUE SU EXPULSIÓN SISTEMÁTICA OBEDECE, ENTRE OTROS FACTORES, AL INTERÉS DE LOS GRUPOS ARMADOS Y OTROS ACTORES POR APROPIARSE DE SUS RECURSOS NATURALES, O PARA CONSOLIDAR CORREDORES ESTRATÉGICOS DEL NEGOCIO DE LA DROGA.

Los hechos más dolorosos

Los colombianos más vulnerables han sufrido los peores estragos durante el conflicto armado, y los afrodescendientes e indígenas no son la excepción. Ambas comunidades han sido víctimas directas de algunas de las masacres más cruentas de la historia moderna del país. Este es un recuento de las más dolorosas:



Los que dieron la vida por su comunidad

El conflicto colombiano está lleno de mártires; personas que han dado su vida por defender a las comunidades que están en medio del fuego cruzado de los actores armados. Los afros e indígenas que han sido asesinados dejando a la deriva a sus comunidades son incontables, aunque no existen cifras exactas ni reportes oficiales. Éstos son sólo unos pocos rostros de esa tragedia.



Genaro García

3 de agosto de 2015

Líder afro del consejo comunitario de Alto Mira y Frontera de Tumaco (Nariño). Defendía los territorios ancestrales de su comunidad de los grupos armados. Fue asesinado por las Farc en medio del cese al fuego unilateral.

Elver Cordero Oviedo

9 de abril de 2013

Reconocido defensor de derechos humanos, líder de víctimas y de restitución de tierras en el departamento de Córdoba. Fue asesinado por sicarios en el municipio de Valencia. Era presidente de la Mesa Municipal de Desplazados e integrante de la Mesa de Víctimas de Valencia.

James Balanta Mera

15 de marzo de 2016

Líder afrodescendiente del municipio de Caloto en el norte del Cauca. Dos hombres desconocidos acabaron con su vida cuando se dirigía a su casa, en la vereda La Arrobleda. No se saben las causas ni los autores de su asesinato.

Luis Hernández

13 de noviembre de 2015

Era el representante de la comunidad afrocolombiana ante la Mesa de Víctimas en Tierralta (Córdoba). Fue asesinado por dos hombres armados días después de una serie de amenazas contra los representantes de las víctimas del municipio.

Sócrates Paz Patiño

29 de mayo de 2013

Representante legal del consejo comunitario de la Cuenca Río Iscuandé, Nariño, asesinado por sicarios. La organización a la que pertenecía rechazaba la explotación de recursos minerales en su territorio.

Manuel Ruiz

24 de marzo de 2012

Líder chocoano en el proceso de restitución de tierras en Curvaradó y Jiguamiandó, asesinado por presuntos paramilitares junto a su hijo Samir de Jesús. Ruiz había solicitado al Ministerio del Interior medidas de protección en tres ocasiones.

Jesús Adilio Mosquera Palacios

14 de abril de 2016

Representante legal del Consejo Comunitario de Real de Tanando en el municipio de Atrato (Chocó). Fue asesinado por hombres armados que lo abordaron cuando salía de trabar de una mina del municipio.

Demetrio López

23 de Febrero de 2013

Presidente de la Junta del Consejo Comunitario la Caucana, asesinado en Buenaventura. Desde agosto de 2012 denunció amenazas y la Fiscalía ordenó protección para él y su familia, pero no se hizo efectiva la orden.

Alexander Oimé Alarcón

2 de marzo de 2016

Gobernador del resguardo indígena Río Blanco Sotará (Cauca), asesinado por dos sicarios en las calles de Popayán. Era un reconocido opositor de la minería ilegal en su territorio.

Libio Guanga

23 de julio de 2012

Gobernador del resguardo Alto Cartagena (Nariño), apuñalado cuando regresaba a su casa tras una reunión de autoridades de su etnia. Se asocia su asesinato con su oposición a la minería ilegal en su territorio.

Juan Alvaro Nastacuas Pai

29 de noviembre de 2013

Líder de la etnia awá. Gobernador del resguardo Inda Guacaray, corregimiento de Llorente, Tumaco. Fue asesinado de seis impactos de bala estando en el campo. Una de sus últimas luchas fue contra los derrames de petróleo en el río Inda.

Jaime Alberto Bastidas Chazatar

31 de diciembre de 2011

Alcalde electo del municipio Santa Cruz de Guachaves, en Nariño. Defensor de los derechos humanos de la comunidad de Los Pastos. Ejecutado por sicarios.

Benancio Taquinás

18 de abril de 2013

Médico tradicional y líder espiritual del resguardo indígena nasa de Jambaló, en el suroccidental del Cauca. Asesinado en el patio de su casa presuntamente por milicianos de las FARC.

Ernelio Pacheco Tunay

12 de septiembre de 2014

Era el presidente de la Organización Indígena del Chocó (OICH) y pertenecía a la etnia embera dóbida. Fue asesinado por el ELN cuando se dirigía a dictar una capacitación en el resguardo Puerto Alegre.

Reinaldo Domicó

1 de enero de 2013

Líder indígena de los embera katío, asesinado en su casa en el municipio de Dabeiba, Antioquia, mientras departía con su familia y amigos. Fue Gobernador Mayor del Cabildo Indígena de Dabeiba. En 2011 recibió amenazas del grupo paramilitar “Los Gaitanistas”.

Fernando Tequia

7 de marzo de 2011

Gobernador embera katío de la comunidad La Junta, asesinado por sicarios en el municipio de Urrao, Antioquia. Reconocido activista contra la minería ilegal.

    Genaro García
    GENARO GARCÍA

    3 de agosto de 2015. Líder afro del consejo comunitario de Alto Mira y Frontera de Tumaco (Nariño). Defendía los territorios ancestrales de su comunidad de los grupos armados. Fue asesinado por las Farc en medio del cese al fuego unilateral.

    Elver Cordero Oviedo
    ELVER CORDERO OVIEDO

    9 DE ABRIL DE 2013. Reconocido defensor de derechos humanos, líder de víctimas y de restitución de tierras en el departamento de Córdoba. Fue asesinado por sicarios en el municipio de Valencia. Era presidente de la Mesa Municipal de Desplazados e integrante de la Mesa de Víctimas de Valencia.

    James Balanta Vera
    JAMES BALANTA MERA

    15 DE MARZO DE 2016. Líder afrodescendiente del municipio de Caloto en el norte del Cauca. Dos hombres desconocidos acabaron con su vida cuando se dirigía a su casa, en la vereda La Arrobleda. No se saben las causas ni los autores de su asesinato.

    Luis Hernández
    LUIS HERNÁNDEZ

    15 DE MARZO DE 2016. Líder afrodescendiente del municipio de Caloto en el norte del Cauca. Dos hombres desconocidos acabaron con su vida cuando se dirigía a su casa, en la vereda La Arrobleda. No se saben las causas ni los autores de su asesinato.

    Sócrates Paz Patiño
    Sócrates Paz Patiño

    29 de mayo de 2013. Representante legal del consejo comunitario de la Cuenca Río Iscuandé, Nariño, asesinado por sicarios. La organización a la que pertenecía rechazaba la explotación de recursos minerales en su territorio.

    Manuel Ruiz
    MANUEL RUIZ

    24 DE MARZO DE 2012. Líder chocoano en el proceso de restitución de tierras en Curvaradó y Jiguamiandó, asesinado por presuntos paramilitares junto a su hijo Samir de Jesús. Ruiz había solicitado al Ministerio del Interior medidas de protección en tres ocasiones.

    Manuel Ruiz
    JESÚS ADILIO MOSQUERA PALACIOS

    14 DE ABRIL DE 2016. Representante legal del Consejo Comunitario de Real de Tanando en el municipio de Atrato (Chocó). Fue asesinado por hombres armados que lo abordaron cuando salía de trabar de una mina del municipio.

    Manuel Ruiz
    DEMETRIO LÓPEZ

    23 DE FEBRERO DE 2013. Presidente de la Junta del Consejo Comunitario la Caucana, asesinado en Buenaventura. Desde agosto de 2012 denunció amenazas y la Fiscalía ordenó protección para él y su familia, pero no se hizo efectiva la orden.

    Manuel Ruiz
    ALEXANDER OIMÉ ALARCÓN

    2 DE MARZO DE 2016. Gobernador del resguardo indígena Río Blanco Sotará (Cauca), asesinado por dos sicarios en las calles de Popayán. Era un reconocido opositor de la minería ilegal en su territorio.

    Manuel Ruiz
    LIBIO GUANGA

    23 DE JULIO DE 2012. Gobernador del resguardo Alto Cartagena (Nariño), apuñalado cuando regresaba a su casa tras una reunión de autoridades de su etnia. Se asocia su asesinato con su oposición a la minería ilegal en su territorio.

    Manuel Ruiz
    JUAN ALVARO NASTACUAS PAI

    29 DE NOVIEMBRE DE 2013. Líder de la etnia awá. Gobernador del resguardo Inda Guacaray, corregimiento de Llorente, Tumaco. Fue asesinado de seis impactos de bala estando en el campo. Una de sus últimas luchas fue contra los derrames de petróleo en el río Inda.

    Manuel Ruiz
    JAIME ALBERTO BASTIDAS CHAZATAR

    31 DE DICIEMBRE DE 2011. Alcalde electo del municipio Santa Cruz de Guachaves, en Nariño. Defensor de los derechos humanos de la comunidad de Los Pastos. Ejecutado por sicarios.

    Manuel Ruiz
    BENANCIO TAQUINÁS

    18 DE ABRIL DE 2013. Médico tradicional y líder espiritual del resguardo indígena nasa de Jambaló, en el suroccidental del Cauca. Asesinado en el patio de su casa presuntamente por milicianos de las FARC.

    Manuel Ruiz
    ERNELIO PACHECO TUNAY

    12 DE SEPTIEMBRE DE 2014. Era el presidente de la Organización Indígena del Chocó (OICH) y pertenecía a la etnia embera dóbida. Fue asesinado por el ELN cuando se dirigía a dictar una capacitación en el resguardo Puerto Alegre.

    Manuel Ruiz
    REINALDO DOMICÓ

    1 DE ENERO DE 2013. Líder indígena de los embera katío, asesinado en su casa en el municipio de Dabeiba, Antioquia, mientras departía con su familia y amigos. Fue Gobernador Mayor del Cabildo Indígena de Dabeiba. En 2011 recibió amenazas del grupo paramilitar “Los Gaitanistas”.

    Manuel Ruiz
    FERNANDO TEQUIA

    7 DE MARZO DE 2011. Gobernador embera katío de la comunidad La Junta, asesinado por sicarios en el municipio de Urrao, Antioquia. Reconocido activista contra la minería ilegal.





| VIDEO |

Los awá:
cómo reparar el miedo

Esta comunidad asentada en Nariño y víctima de una de las peores masacres de los últimos años en Colombia, espera que el fin del conflicto sea la oportunidad para volver a sus resguardos y recuperar lo que la guerra le arrebató.