Page 96

ESPECIAL RIO MAGDALENA

EL RÍO QUE SOMOS Refuerzo en la ‘frontera’ La construcción de extensas barreras en una región entre Atlántico y Bolívar pretende que las aguas del Canal del Dique no vuelvan a ser una amenaza para las comunidades aledañas. Luego de la tragedia del 30 de noviembre de 2010, cuando se rompió el boquete del Canal del Dique en el carreteable entre Calamar (Bolívar) y Santa Lucía (Atlántico), el Fondo Adaptación ha venido realizando obras de protección. Las aguas, que dejaron más de 100.000 damnificados y a medio depar-tamento del Atlántico inundado, afec-taron a las poblaciones del sur: Campo de la Cruz, Candelaria, Manatí, Repe-lón, Santa Lucía y Suan, donde viven unas 90.600 personas, el 3,7 por ciento de la población del departamento (de 2.432.003 habitantes), y a los corregi-mientos Bohórquez, Carreto, Rotinet, Villa Rosa, Algodonal, Aguada de Pablo y La Peña. Fue una de las peores emer-gencias ambientales y sociales que se hayan experimentado en el Canal del Dique, un extenso brazo artificial del río Magdalena –construido hace más de cuatro siglos bajo el dominio español–, que mide 106 kilómetros de largo por 100 metros de ancho, y cuyo fin es conectar al río con la bahía de Cartagena. Los habitantes insisten en pro-teger el Canal del Dique porque es una despensa hídrica que los abas-tece de agua para el consumo y la agricultura –con la yuca, el limón, el maíz y el mango como los principales cultivos locales–. ugsadar el primer encuentro de la caribbean shipping association.et et vendi in cor maximpe vendi qui at volestendamUcil ipsa esequid milique quatent et inveles am natium quatur, nobis untium et dita ditiusapid magnihicit,


ESPECIAL RIO MAGDALENA
To see the actual publication please follow the link above