39.000 secuestros en 40 años

El Centro de Memoria Histórica y la empresa especializada Cifras & Conceptos publicaron la base de datos más completa que se ha compilado sobre secuestro en Colombia.  ‘La verdad secuestrada’, como se llama el resumen del estudio, expone el fenómeno en todas sus aristas y los datos que tiene son estremecedores.

Definición y metodología

 

El estudio opta por una definición amplia de secuestro, que va más allá de la distinción tradicional de secuestro simple y secuestro extorsivo y define el crimen así: “Situación ocurrida en territorio colombiano en la cual una persona es privada ilegalmente de su libertad en contra de su voluntad para obtener algún provecho de ella o de un tercero a cambio de su liberación”.

 

Así definido, la base de datos incluye el secuestro extorsivo, en parte el secuestro simple, el de policías y militares y, también, las llamadas “pescas milagrosas” y la trata de personas en territorio colombiano. No incluye la custodia arbitraria de menores de edad, el paseo millonario (considerado secuestro extorsivo en el Código Penal desde 2008), la desaparición o el reclutamiento forzado ni la trata internacional de personas, entre otros.

 

El estudio unificó, después de una valoración, siete bases de datos, que son las que han provisto la información más sistemática sobre secuestro en el país: Fondelibertad, Fiscalía, Policía, DAS, registro de prensa, sentencias judiciales y entrevistas con las víctimas y publicaciones sobre secuestro.

 

Aunque el total de secuestros está respaldado por una base de datos con nombres y apellidos, para otros datos se usan universos distintos, dependiendo de la información disponible. Así, por ejemplo, para definir la autoría, hay 29.085 casos en los que se tiene un autor presunto y 9.082 en los que existe un autor confirmado. En cada gráfica se especifica el universo que abarca.

Una empresa colosal

El secuestro fue en su mayor parte una vasta empresa criminal a la que la guerrilla le añadió un componente de chantaje político.

 

 

Sobre el monto exigido como rescate por los secuestradores hay datos para más de 16.000 casos. En casi una tercera parte de ellos los secuestradores exigieron un rescate de más de 1.000 millones. Pero en casi otro tanto pidieron menos de 100 millones. Y, si bien entre 1970 y 1995 la gran mayoría de los rescates exigidos por los perpetradores eran de más de 1.000 millones, en las décadas siguientes aumentaron mucho los rescates de menos de 100 millones. Indicadores que muestran que el secuestro en Colombia no solo afectó a los ricos sino a las clases medias e, incluso, a estratos medios-bajos.

 

 

El Estado ha gastado sumas multimillonarias en enfrentar el secuestro: en pesos constantes de 2012, se ha pasado de 25.000 millones al año, en 1996, a 130.000 millones en 2010.