El plan B: ¿Para dónde se irían los votos de cada candidato si se retirara?

En Bogotá la baraja de candidatos se empezó a decantar. Quien lidera la intención de voto es Claudia López, con 32 por ciento. Le sigue Carlos Fernando Galán con un 18,8 por ciento, y después de ellos dos, el voto en blanco tiene el tercer lugar con 6 por ciento. De ahí para abajo están en orden: Miguel Uribe (5 por ciento), Lucho Garzón —que se retiró— (4), Ángela Garzón (2,9) —a quien el Centro Democrático le retiró el aval— , Hollman Morris del (2,7), y Celio Nieves, Luis Ernesto Gómez y Jorge Rojas que no alcanzan el 1 por ciento, y se unieron a López para conformar una candidatura única.

Si la candidata de la Alianza Verde no estuviera en esta carrera política por el Palacio Liévano sus votos se irían en su mayoría para Galán en un 26,4 por ciento y para Hollman Morris (de Mais) en un 8,4 por ciento. De sus votos también se iría una parte para Miguel Uribe. Si se retiraran Hollman Morris le aportaría el 77 por ciento de sus votos a Claudia.

Si Galán no estuviera en el juego, casi una tercera parte de quienes lo consideran la primera opción, (el 28,3 por ciento), apoyaría a Claudia López. El 11 por ciento de los votos restantes de Galán serían para el exsecretario de Gobierno de Enrique Peñalosa, Miguel Uribe; y el 4,5 para Hollman Morris. Lucho Garzón, quien acaba de adherir a la campaña de Claudia, le aportaría el 28 por ciento de los votos que tenía a Galán, mientras que a Claudia solo le agregaría el 19 por ciento.

Miguel Uribe, por su parte, recibiría el 61 por ciento de los votos de Ángela Garzón, con quien hizo la alianza de la derecha. Si Uribe se retira pues el 37 por ciento de esos votos se irían para Galán. Al que no le va muy bien, pase lo que pase, es a Hollman Morris; el hecho de que otros candidatos se retiren no les suma casi nada a sus candidaturas.

Cuando se le preguntó a los encuestados en dónde se ubican ideológicamente, resultó que buena parte de ellos se consideran de centro, centroizquierda y centroderecha. Es por eso que la mayoría de los votos de los planes B terminan recayendo en Claudia y Galán, quienes oscilan en estos rangos.

En la capital de Antioquia, bastión del uribismo, el candidato del Centro Democrático, el exsenador Alfredo Ramos Maya, lleva la delantera en la encuesta. En caso tal de que se retire de la contienda, el plan B de sus votantes sería Jesús Aníbal Echeverri (11 por ciento), edil del Partido de la U, y en segundo lugar estaría Carlos Alberto Zuluaga (5,7 por ciento), concejal conservador, quien sigue en el sonajero pese a que el año pasado aseguró que prefería repetir como edil.

En cuanto a los potenciales votantes de Echeverri, segundo en la encuesta, estos también tendrían como plan b a Ramos (18,9 por ciento), y a Zuluaga (13, 6 por ciento). Esto tiene sentido si se tiene en cuenta que quienes manifestaron su intención de votar por Ramos, Echeverri o Zuluaga se identifican ideológicamente más con la centro-derecha que con la izquierda.

Las candidaturas y las alianzas están por decantarse en el caso de la concejal liberal Aura Marleny Arcila, quien ocupa el tercer puesto en la intención de voto, y quien había buscado una alianza con Echeverri. El plan B de sus posibles votantes es Juan David Valderrama (27,3 por ciento) del movimiento Todos Juntos, familiar de Sergio Fajardo. En segundo lugar podrían votar por el concejal Santiago Jaramillo (15,8 por ciento), quien aspira a la alcaldía por el movimiento Consenso, después de haber sido expulsado del Centro Democrático por sus escándalos. Aunque la mayoría de candidatos mencionados por los encuestados se encuentran en la derecha (55 por ciento), hay representación de todo el espectro ideológico. Hay que recordar que Medellín suele votar por ideas independientes.

El exsenador Jorge Iván Ospina lidera la intención de voto por la Alcaldía de Cali con el 29 por ciento, pero si el candidato de la Alianza Verde no estuviera en disputa casi la mitad de sus electores o no votaría por ningún candidato (22,31 por ciento), o votaría en blanco (10,14 por ciento), o no sabría por quién votar (12,73 por ciento). Del porcentaje de votantes de Ospina, el 27,71 por ciento votaría por Roberto Ortiz, el 6,65 por ciento lo haría por Michel Maya, exmiembro del Partido Verde, el 6,19 por ciento migraría a la candidatura de Alejandro Eder, y el 4,52 por ciento a la de Alexander Durán.

Ospina sería el plan B de los demás candidatos. En en el caso de Roberto Ortiz, quien tiene una intención de voto del 21 por ciento, el 39,07 por ciento de estos votaría por el candidato de la Alianza Verde, el 5,31 por ciento por Alejandro Eder y el 5,90 por ciento lo haría por Alexander Durán. Si Ortiz no estuviera en contienda, el 17,10 por ciento de sus electores no votaría por ningún candidato, mientras que el 6,03 por ciento votaría en blanco.

Con el 6 por ciento de intención de voto, el candidato Alejandro Eder ocupa el tercer lugar de la encuesta. Si no estuviera en la contienda, el 27,53 por ciento de sus electores votarían por Jorge Iván Ospina, el 9,53 por ciento lo haría por Roberto Ortiz y el 6,96 por ciento lo haría por Michel Maya. De los votantes de Eder, el 21,30 por ciento no tendría plan B y el 19,87 por ciento votaría en blanco.

Alexander Durán tiene una intención de voto del 2 por ciento. Si no estuviera en competencia sus electores migrarían hacia Jorge Iván Ospina (24,26 por ciento), hacia Alejandro Eder (20,51 por ciento) y a Roberto Ortiz (9,98 por ciento). El 20,92 por ciento de los electores de Durán no sabrían por quién votar si su candidato no participara en las elecciones.