La educación digital es uno de los temas clave para Telefónica Movistar; por eso, invirtió el año pasado 21.000 millones de pesos para capacitar a 583.000 colombianos.
En 2003 el gobierno colombiano decidió liquidar a Telecom, una de las últimas empresas estatales de telecomunicaciones de América Latina, que acumulaba millonarias pérdidas y generaba al gobierno un hueco enorme en sus finanzas. Pero no era suficiente cambiarle el nombre a Colombia Telecomunicaciones para dar el paso hacia la transformación que requería la compañía. Por eso, tres años después, la Nación decidió vender 50 por ciento de sus acciones a una multinacional reconocida internacionalmente en el sector: la española Telefónica.
Desde entonces, la empresa ha dado pasos de gigante hacia su transformación tecnológica con capitalizaciones y millonarias inversiones que han implicado, además, un cambio en la composición accionaria. Desde 2012, Telefónica es el socio mayoritario, con 67,5 por ciento de las acciones, mientras que la Nación participa con el 32,5 por ciento. Hoy la empresa ofrece servicios de telefonía fija y móvil, televisión digital y banda ancha, y aunque su razón social sigue siendo Colombia Telecomunicaciones, es más conocida por su marca Telefónica Movistar.
Actualmente, está presente en 24 departamentos: en 801 municipios con telefonía fija, en 297 con banda ancha fija, en 972 con telefonía móvil y en 173 con tecnología 4G LTE. Al cierre del tercer trimestre del año pasado, contaba con un total de 17 millones de clientes en el país; de ellos, 14,1 millones de líneas móviles, 1,32 millones de líneas fijas, 972.000 clientes de banda ancha y 530.000 de televisión digital satelital.
Fabián Hernández, presidente de Telefónica en Colombia, asegura que las inversiones en infraestructura alcanzaron el año pasado 1,1 billones de pesos en el país y 10 billones de pesos en los últimos 10 años. El objetivo es lograr que la digitalización genere un impacto positivo tanto en la sociedad como en la economía, que facilite la creación de redes de valor y conectividad.
Pero no solo el músculo financiero hace de esta una de las compañías que más le aportan al país. Una de sus grandes fortalezas tiene que ver con el manejo del talento humano. Cuenta con 6.700 colaboradores directos y alrededor de 26.000 indirectos. “Trabajamos para que Telefónica sea el mejor lugar para laborar, que los colaboradores se sientan realizados de manera integral y eso nos ha servido para contar con un nivel de compromiso grande”, asegura Hernández. Por eso, destaca que la última medición del compromiso de sus colaboradores –realizada con una encuesta en temas de talento– alcanzó 92 puntos y confirma el alto nivel de compromiso de las personas con sus metas.
Entre los programas clave para lograr este resultado está Gente de Valor, que reconoce el trabajo de las personas destacadas, de manera que toda la organización se entera del esfuerzo o el logro alcanzado por una persona o un equipo específico. En materia de remuneración, cuenta con un esquema innovador que premia el trabajo en equipo, pues los colaboradores tienen un componente fijo en su salario y otro variable que depende del índice de satisfacción del cliente: si este sube, el ingreso mejora, pero si ocurre lo contrario, es menor. Esto motiva a los empleados a trabajar por el logro de los objetivos de la compañía.
En materia de equidad, tiene metas ambiciosas: para 2020 planea que las mujeres ejerzan el 30 por ciento de los cargos de responsabilidad directiva. Hoy tienen una participación menor, pese a que representan 49 por ciento del total de colaboradores en el país. Para lograrlo, la empresa trabaja temas de empoderamiento femenino y participa en la iniciativa Equipares, una herramienta para eliminar las brechas de género en el mercado laboral.
La compañía trabaja en la educación como uno de sus temas fundamentales hacia sus colaboradores y sus clientes. En el ámbito interno, capacita a su personal a través de una amplia variedad de cursos diseñados por el centro de desarrollo de la Fundación Telefónica, con sede en Barcelona. Los imparten por intranet y van desde temas de servicio al cliente o liderazgo hasta aquellos que buscan prevenir conflictos de interés, promover prácticas anticorrupción o mejorar el desarrollo de los colaboradores.
De cara a sus clientes, desarrolla un trabajo con la Fundación Telefónica que le ha permitido capacitar a padres de familia, docentes, niños y jóvenes en temas de digitalización y uso de las nuevas tecnologías. El año pasado 583.000 colombianos en 519 municipios se beneficiaron de estos programas, en los cuales la fundación invirtió 21.000 millones de pesos. En el caso de niños de 7 a 13 años, las iniciativas se enfocan en desarrollar habilidades de formación en matemáticas, ciencias y tecnología; para los jóvenes se dirigen a mejorar la formación para generar proyectos productivos; en el caso de los maestros, perfeccionar la formación; y con los padres, cerrar brechas digitales.
El papel de las empresas en el posconflicto llevó a la compañía a plantearse un gran desafío: crear una cultura de buena convivencia. Por eso, por medio de la Fundación Telefónica desarrolló junto con Uniandes un programa denominado Aulas en Paz, que llega a 139 de los 178 municipios del posconflicto, para capacitar a docentes, padres y niños en la adquisición de habilidades para la convivencia. La meta es lograr que desarrollen habilidades para resolver sus problemas de manera directa, sin llegar a la violencia.
Una reciente demanda instaurada por Telefónica contra Colombia puso a la compañía en el club de las que han demandado a la Nación. Se trata de un proceso instaurado contra el Estado ante el Ciadi –órgano del Banco Mundial especializado en solucionar diferencias en materia de inversiones–, luego de que la empresa fue conminada por un tribunal de arbitramento a pagar 1,6 billones de pesos para resolver una vieja disputa por reversión de activos de las empresas de telefonía celular a la Nación. Fabián Hernández asegura de manera enfática que se trata de una controversia instaurada por un accionista de Colombia Telecomunicaciones.
Sin embargo, asegura que con el Estado, que también es accionista, mantienen una relación fluida, de crecimiento y de compromiso para lograr el adecuado desarrollo de los negocios en el país y generar el impacto digital que genere transformación y crecimiento.