Ecopetrol - En el ADN empresarial

En el último lustro, Ecopetrol pasó del infierno al cielo. La dramática caída en los precios internacionales del petróleo, que tuvo lugar a partir de 2014, significó un golpe duro a las finanzas de la compañía, que por primera vez en su historia presentó pérdidas por cerca de 4 billones de pesos en 2015.

La coyuntura sirvió para que mostrara su capacidad de reacción: se hicieron ajustes dolorosos pero necesarios en la estructura de costos, y eso mejoró las condiciones de la firma para responder al cambiante mercado petrolero. A partir de 2016, comenzó a recuperarse hasta llegar a registrar en 2018 el nivel más alto de caja de los últimos años: dejó disponibles luego de ese cierre fiscal 20 billones de pesos. El ajuste concluyó con éxito y ya se empezaban a recoger los frutos.

Hoy, la estrategia de la empresa es garantizar su futuro en medio de unos mercados con alta volatilidad y una industria en permanente cambio.

El presidente de la compañía, Felipe Bayón, asegura que Ecopetrol ha sido por casi siete décadas el motor de la economía colombiana.

En los últimos diez años, ha transferido a la Nación más de 200 billones de pesos, entre dividendos, impuestos y regalías. Adicionalmente, es un actor protagónico en la dinamización y diversificación de las regiones, contribuye a cerrar brechas socioeconómicas, fortalece las instituciones locales, genera empleo, y ayuda a la preservación y cuidado de la biodiversidad y el medioambiente.

Estas son las razones, asegura el directivo, por las cuales es necesario considerar a la petrolera como una de las compañías que más aporta.

Y ese logro se reconoce inclusive en el exterior. Este año, la revista británica The Economist considera que Ecopetrol es la petrolera de mejores indicadores en la región. No solo su capacidad para reestructurarse y enfrentar los choques, sino gracias al gobierno corporativo que ha permitido un poco más de flexibilidad frente a los ciclos políticos, lo que la ha salvaguardado. Eso no le ha ocurrido a otras petroleras estatales como PDVSA o Pemex.

Por eso, en la organización existe la convicción de que la principal diferencia frente al resto de compañías del sector es que “somos parte del ADN de Colombia, tenemos alrededor de 300.000 colombianos que son accionistas directos de la empresa y cerca de 16 millones que indirectamente lo son a través de los recursos que tienen en sus fondos de pensiones y cesantías”.

Así que el impacto de la operación de esta petrolera se debe medir en muchos frentes: económico, social, ambiental e innovación.

En este último sentido, Bayón tiene claro que Ecopetrol no puede cantar victoria, pues son muchos los desafíos que enfrenta el mercado petrolero, incluyendo la inminencia de un cambio paulatino en la canasta energética colombiana y del mundo.

Por eso, buscar nuevas posibilidades de negocios no tiene que ver solo con la salud financiera de la compañía y de las finanzas públicas, sino con el futuro de todos los colombianos, pues Ecopetrol es clave para avanzar en temas sensibles como la transformación de la canasta energética nacional.

De ahí que Bayón considere que es necesario trabajar con innovación y apertura. Esto implica que ninguno de sus funcionarios puede negarse a los cambios que el mundo muestra en el uso responsable de energía.

La estrategia empresarial se inclina, en los próximos años, a producir más gas, un combustible más amigable con el medioambiente.

“Desde luego, debemos continuar con la explotación de petróleo porque esos recursos nos darán el paso hacia una transición energética gradual y ordenada”, asegura.

Actualmente, la compañía ya ha comenzado a generar energía con biomasa a través de Bioenergy, una planta de etanol en el Meta.

También estrenó el Parque Solar Castilla en ese departamento, el primero de varios que planea construir en los próximos tres años y que le permitirá llegar a tener una capacidad de generación total con renovables de unos 300 megavatios.

Esto confirma que la estrategia de la compañía es de largo aliento. En energías renovables no convencionales están analizando varios proyectos en campos como los de la energía eólica y la geotermia. Incluso, le apuestan al desarrollo de algunas pequeñas centrales hidroeléctricas.

En general, los procesos de innovación son pieza fundamental de la estrategia de transformación y crecimiento de Ecopetrol. Bayón informó que solo con el inicio de la transformación digital de la empresa se han logrado eficiencias que buscan ahorros adicionales por 8 billones de pesos de aquí a 2023.

La compañía definió, además, una agenda digital con más de 50 iniciativas para cinco años, basada en inteligencia artificial, blockchain y big data, alineada con los desafíos de la cuarta revolución industrial.

Sin lugar a dudas, la petrolera es una de las empresas que más impacta a los colombianos de manera positiva y que, de paso, inspira a otras a salir adelante.

Aunque en el último lustro enfrentó un duro choque por cuenta de la caída de los precios internacionales del crudo, esto le sirvió para mostrar su enorme capacidad de reacción frente a la adversidad, y la dejó lista para encarar los grandes desafíos que se vienen en la industria.

Esto fue posible sin dejar de tener un impacto positivo con sus distintos programas sociales, sus políticas de retención de talento y el impulso al emprendimiento, jalonando tendencias positivas en la industria.

Ecopetrol es la empresa más grande de Colombia por tamaño de ventas y por su contribución al fisco a través de impuestos y regalías. Su impacto en muchos frentes es innegable.

Es la compañía de mejores resultados de la región. además, inspira a otras para salir adelante 200 billones de pesos ha transferido a la Nación en los últimos diez años, entre dividendos, impuestos y regalías.

Por las decisiones que se adoptaron, por los resultados vistos y por la estrategia diseñada para los próximos años, es claro que la petrolera va a seguir siendo durante varias décadas una de las compañías que más aporta.