Pepsico - Prosperidad colectiva
El empoderamiento de la mujer rural y el impulso al agro convierten a esta compañía en un referente de transformación social. Invertirá 29 millones de dólares este año en proyectos agrícolas.
Entre verdes surcos de papa camina María del Pilar Rodríguez. Una cachucha protege su rostro de los rayos del sol, y un grueso buzo de lana la resguarda del intenso frío y el viento que caracterizan el clima de la vereda Raiba, en el municipio de Toca, Boyacá.
Luego de un par de minutos, hace una pausa y empieza a hablar. Empoderada, aunque algo nerviosa, esta mujer de 40 años cuenta con orgullo cómo, a partir del cultivo de este emblemático tubérculo, su vida y la de otras 20 mujeres de esa comunidad cambió.
“Antes, la mujer no jugaba un rol importante en el cultivo de la papa. Permanecía en la casa y en la cocina. Era un oficio hecho solo por hombres”, señala la campesina, que gracias a su ímpetu logró convencer a sus coterráneas de crear la Asociación Agrícola de Toca (Asoagrotoca).
Esta iniciativa les permitió entrar al programa Agua, Mujeres y Reconciliación, que la Fundación PepsiCo y Reconciliación Colombia impulsan desde hace dos años con campesinas de esa población boyacense.
“En el programa entregan las semillas, y los cultivadores les vendemos directamente lo que producimos, sin tener que recurrir a los intermediarios, siempre al mismo precio”, mencionó.
Hasta ahora, ya les han entregado tres cosechas, y María del Pilar se declara muy contenta porque así como los cultivadores han cumplido, PepsiCo también lo ha hecho.
Hectáreas de Sueños se llama la parcela en la que estas pujantes labriegas siembran la materia prima, con la que elaboran productos tan queridos por los colombianos como las reconocidas papas Margarita.
“Con PepsiCo nos ha ido mejor porque ellos nos pagan la papa a un precio estable y justo”, sostiene Adela Guío, integrante de Asoagrotoca. Ella resalta el hecho de que la multinacional estadounidense, formada en 1965 a partir de la fusión de Pepsi-Cola y Frito-Lay, se haya interesado en solucionar el problema de agua para los cultivos, pues en algunas veredas de Toca el preciado líquido tiende a escasear.
Para contrarrestar esta problemática fueron construidos dos reservorios e introducidos sistemas de riego.
Esa sensación de independencia que siente María del Pilar es la misma que albergan las 52 madres cabeza de familia, víctimas del conflicto armado, e indígenas que hacen parte del programa Natuchips: los Plátanos del Desarrollo, en el municipio de Belén de Umbría, en Risaralda.
Para ellas, pelar plátanos es más que un trabajo: se constituyó en una oportunidad para prosperar, mejorar sus condiciones de vida, escapar de la violencia y sacar adelante a sus familias.
A partir de esta iniciativa, algunas de estas mujeres han logrado salir adelante con sus estudios y brindarles educación a sus hijos, como comenta Claudia Colorado, manipuladora de alimentos perteneciente a la Asociación Nacional Agropecuaria de Productores de Plátano de Belén de Umbría (Asplabel), que abastece de la materia prima a PepsiCo.
De esta asociación, constituida nueve años atrás, hacen parte 260 productores, a quienes esa compañía, dedicada a la fabricación, comercialización y distribución de bebidas y aperitivos en más de 200 países, les compra el plátano a un precio estable.
La directora de la Fundación PepsiCo, María Paula Cano, explica que son conscientes de los retos que afronta Colombia y de la necesidad de encontrar diferentes maneras para transformar a las comunidades donde operan y lograr un impacto real. Bajo esta premisa es que implementaron la estrategia de Agro con Propósito, que busca fortalecer el campo colombiano a través del apoyo a las asociaciones de pequeños agricultores.
Mónica Contreras
Ex gerente general de PepsiCo Colombia
Foto: Juan Carlos Sierra
Crecer juntos
Mónica Contreras, gerente general de PepsiCo en Colombia, considera que el secreto del éxito está en generar prosperidad colectiva, tanto en el interior como en el exterior de la compañía.
“El entender que si a PepsiCo le va bien, a su gente también le tiene que ir bien, es parte de la clave. La idea no solamente es crecer en el negocio, sino crecer juntos”, sostiene.
Esta multinacional comenzó a operar en 1947, en Medellín, a través de una franquicia de bebidas que manejaba Postobón, su embotellador.
El proceso de acoplamiento al mercado colombiano de alimentos terminó por consolidarse con el arribo de Frito-Lay en 1995, tras la compra de Crunch Company.
Pero fue la adquisición de la productora de Papas Margarita, en 2000, la que le permitió afianzarse más en el mercado colombiano como PepsiCo Alimentos. Desde entonces, empezó una potente historia de desarrollo local.
El negocio entre 2000 y 2019 ha crecido casi diez veces más y, por esa razón, Colombia pasó a convertirse en una apuesta muy importante dentro de Latinoamérica. “Debido a eso, se invierte bastante en innovación, tecnología y capacitación del talento humano”, expresa Contreras.
PepsiCo hoy cuenta con 3.500 empleados directos en el negocio de alimentos, de los cuales 38 por ciento son mujeres, y adquiere las materias primas de cerca de 1.000 productores de Boyacá, Nariño, Cundinamarca, Meta y el Eje Cafetero.
Su apuesta de transformación social también se observa en la empresa. Desde talento humano se implementan programas de inspiración, aprendizaje y flexibilidad, que les permiten a sus colaboradores tener acceso a grandes beneficios en pro de una mejor calidad de vida.
En 2018, esta multinacional registró ingresos netos globales por 64.000 millones de dólares, a partir de sus 22 marcas de alimentos y bebidas.
La agenda de crecimiento de PepsiCo sigue siendo muy robusta. Se encamina a consolidarse como una compañía multicategoría en negocios adicionales en los que ha venido incursionando, así como a cumplir, para 2025, con un compromiso mundial de sostenibilidad que le significará la transformación de su portafolio, a través de iniciativas de reciclaje y reducción de sodio.
La compañía trabaja por transformar la realidad económica de las comunidades donde opera con iniciativas como ‘AGUA, mujeres Y RECONCILIACIÓN’ 76 Por ciento de quienes laboran con PepsiCo están vinculados directamente. Una cifra superior al promedio del sector.
EN CIFRAS PEPSICO LE APUESTA A LA EQUIDAD DE GÉNERO
De los 3.500 empleados con los que cuenta actualmente la multinacional, 38 por ciento son mujeres. La mayoría de ellas ocupan cargos directivos. La compañía también se destaca por sus políticas de salud en el trabajo.
RESULTADOS GENERALES POR DIMENSIÓN
Por el aporte social de PepsiCo mediante varios programas de apoyo a los campesinos, ha ganado el reconocimiento de las autoridades y comunidades.
“La meta es seguir generando posibilidades para que nuestros consumidores se deleiten con nuestras marcas”, dice Contreras. Y, de paso, para los distintos públicos que se benefician con las políticas de crear valor, que en esta empresa van más allá de sus productos.
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