TIGO - Conectando al país

CUANDO EN AGOSTO DE 2014 las compañías Tigo y UNE se fusionaron, el sector de las telecomunicaciones en Colombia vivió un verdadero revolcón. Y no era para menos: se trataba de dos de las empresas más grandes en materia de telefonía y televisión, que unían sus fuerzas para hacerle competencia a Claro y a Movistar, las cuales hasta ese momento dominaban el mercado.

El resultado ha sido muy positivo. Hoy Tigo no solo tiene más de 10 millones de clientes, sino que se ha convertido en una de las firmas más conscientes de la importancia de trabajar para generar valor en su entorno.

No en vano esta es la segunda vez que aparece en el listado de las 25 empresas que más le aportan a Colombia.

Un reconocimiento que, en esta ocasión, está relacionado con el trabajo desarrollado por la compañía para mejorar la conectividad del país.

Marcelo Cataldo, presidente de la empresa, asegura que “en Tigo, más que un negocio, tenemos un propósito: conectar cada vez a más colombianos. Ese propósito nos mueve cada día”.

La empresa ve que Colombia tiene un potencial enorme, en buena medida porque todavía existe una brecha gigante en materia de comunicaciones.

El propio Ministerio de las TIC reconoce que hay más de 20 millones de colombianos que aún no tienen acceso a internet de banda ancha. Esto ha motivado a la compañía a trabajar por mejorar la infraestructura y construir las autopistas digitales que necesita el país.

Este año, por ejemplo, en materia de red móvil (es decir, la de los celulares), han puesto en operación 200 sitios de tecnología 4G y han modernizado otros 245 en el ámbito nacional, por lo que ya tienen 318 municipios con servicio 4G directo y otros 460 con roaming 4G.

Se trata de una cobertura de 83 por ciento en la Colombia urbana. Eso sin contar las inversiones para mejorar la red fija en más de 40 municipios.

Además, en los últimos cuatro años, la empresa ha mantenido un ritmo de inversión intensivo, llegando a sumar 4 billones de pesos de capital para promover el desarrollo del país, explica Cataldo.

En medio de esos esfuerzos, se destaca el programa Contigo Conectados, que promueve el uso responsable y creativo de internet, en el que han invertido unos 5.500 millones de pesos en los dos últimos años.

Con ello, y en alianza con 21 entidades públicas y privadas (que incluyen alcaldías, universidades, ONG, una cámara de comercio y una gobernación), han capacitado a casi 150.000 personas de varias ciudades del país en hábitos saludables a la hora de conectarse a la red.

Los insumos para el programa nacieron de una alianza con la Universidad Eafit, con la cual Tigo desarrolló una profunda investigación sobre el uso de internet en 2018. De allí surgieron los nueve temas que se tratan en el programa y que van desde asuntos como la sexualidad, seguridad, ciberbullying, capital social, mediación, brecha digital, salud, uso excesivo de internet y educación.

Pero el trabajo que realiza esta compañía por el país va mucho más allá de desarrollar la infraestructura digital y promover el uso responsable de internet entre los colombianos.

La empresa también ha apoyado al Estado en temas coyunturales como las elecciones presidenciales de 2018, al convertirse en proveedor del insumo tecnológico que hizo posible procesar y publicar los datos a tiempo y sin ningún tipo de inconveniente. Se trata de un servicio con el cual llegaron hasta los 1.122 municipios del país.

Equipo comprometido

Todos esos logros, sin embargo, no serían posibles sin un equipo comprometido, asegura el directivo. Y la muestra de que Tigo lo tiene es que su productividad por trabajador es en promedio 190 por ciento más alta que la del resto del sector.

Cataldo asegura que la suya es una compañía que cree en su gente, que entiende y escucha a sus colaboradores, porque solo de esa forma logran construir objetivos claros, con metas específicas año tras año. Además, en Tigo las metas son alcanzadas por un equipo humano “que no solo es más productivo que cualquier otro entre las empresas del sector, sino que además cuenta con las mejores capacidades”.

En ese sentido, la empresa ha creado una cultura organizacional en la que la innovación es clave y el cliente está en el centro de la operación.

También en la que la transparencia y unas relaciones profesionales y claras con el Estado, en el marco de la legalidad, apalancan las actividades.

Esto último ha sido tan exitoso que Tigo fue la primera empresa de telecomunicaciones en la lista Empresas Activas Anticorrupción (EAA), una medición elaborada por la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República para destacar a las organizaciones que alcanzan altos estándares anticorrupción.

Además, la ONG Transparencia por Colombia la reconoció como la compañía de telecomunicaciones más transparente.

Para el presidente de Tigo, uno de los pilares en la operación mundial es la filosofía de cero tolerancia ante actos o comportamientos antiéticos. Por ello cuentan con un programa de ética y cumplimiento que se fundamenta en dos grandes valores: fomentar una cultura organizacional ética y ejercer una debida diligencia.

Eso va desde promover que los negocios se hagan de forma correcta y con integridad hasta tener herramientas y procedimientos que evalúan el riesgo de conductas inapropiadas y ayudan a detectar casos.

La estrategia ha funcionado hasta ahora, pero en Tigo saben que la responsabilidad es un tema de largo aliento y que hay que mantener el esfuerzo.

LA COMPAÑÍA HA CREADO UNA CULTURA ORGANIZACIONAL EN LA QUE LA INNOVACIÓN ES CLAVE Y LA TRANSPARENCIA, UN MANDATO 190 por ciento superior al resto de empresas del sector es la productividad que alcanzan los empleados de esta compañía.

Como explica Cataldo, hacer parte de las 25 empresas que más le aportan a Colombia también les impone un reto: “Mantenernos y seguir creciendo como una compañía que, por sobre todas las cosas, busca generar bienestar a los colombianos en toda su geografía”