EL RÍO QUE SOMOS El plan más ambicioso El río Magdalena discurre desde 10 la Región Andina hasta el mar Caribe, y es el eje central de comu-nicación y organización ecológica y terri-torial del oriente colombiano. Conecta los principales centros de producción y de consumo del interior del país con los grandes puertos de la costa Atlántica, a través de los cuales se desarrolla el comercio internacional. El tramo navegable del río Mag-dalena se extiende a lo largo de 912 kilómetros incluyendo territorios de siete departamentos de la Región Dia-mante Caribe y Santanderes (Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar, Antio-quia, Sucre y Córdoba). Concentra el 80 por ciento de la carga fluvial del país y transporta cerca del 5 por ciento de los pasajeros movilizados por todos los modos de transporte. Sin embargo, pese a haber sido históricamente la gran vía de comu-nicación entre la costa y el interior de Colombia, apenas existen hoy ciuda-des de tamaño suficiente para articular el territorio y organizar sus procesos de desarrollo. Desde La Dorada hasta Barranquilla, en casi 1.000 kilómetros únicamente Barrancabermeja tiene una población superior a los 100.000 habitantes. Los núcleos intermedios presentan grandes debilidades y con frecuencia se localizan alejados de las capitales departamentales y con unas infraestructuras de conexión muy débiles. Esta circunstancia determina la presencia de grandes áreas domina-das por bajos niveles de desarrollo y una fuerte incidencia de la pobreza y la debilidad de las actividades producti-vas en gran parte del recorrido del río. Muchos y muy importantes son los proyectos planteados actualmente en este entorno. La mejora de las carre-teras troncales, la puesta en servicio de nuevos tramos ferroviarios, el fortaleci-miento de puertos y aeropuertos y las acciones para garantizar la navegabi-lidad del río Magdalena son iniciativas esenciales que enriquecerán las opcio-nes de interconexión del territorio. Es determinante que las nuevas infraes-tructuras no se planteen como actuacio-nes sectoriales aisladas, sino que respon-dan a una visión integrada de conjunto. En este sentido, el proyecto de mejora de la navegabilidad del Mag-dalena es una estrategia coherente con la ocupación y articulación de este territorio. Es, probablemente, el plan de infraestructura más ambicioso de la historia de Colombia. Debe per-mitir un avance sustancial del trans-porte entre las ciudades del interior y los puertos del Caribe, articulando extensas regiones hoy deficiente-mente comunicadas. El éxito de este proyecto no se logra tan solo mejorando las condi- Si se mantiene el proyecto que busca mejorar su navegabilidad, el río que concentra el 80 por ciento de la carga fluvial del país podría articular comercial y culturalmente las regiones que atraviesa. POR Alfonso Vegara* * Presidente de la Fundación Metrópoli.
ESPECIAL RIO MAGDALENA
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