RÍO ABAJO: BAJO MAGDALENA plaza Son de Negros, finalizó en octubre, y la segunda en los límites entre el casco urbano de Santa Lucía y el Canal del Dique, que concluirá en el primer trimestre de 2017 y evi-tará filtración y erosión. El fondo ejecuta obras de realce y reforzamiento que protege-rán al municipio de inundaciones en dos frentes: el tramo Calamar-Santa Lucía y su centro poblado. “Todo esto toma tiempo. Desde su estructuración el pro-yecto se dividió en dos fases: una prioritaria, para atender los centros poblados y reforzar las zonas débi-les de los diques existentes, y otra de largo plazo que incluye esclusas para regular y redistribuir el agua (caudales) y los sedimentos”, dice el gerente del fondo. Ya se taponó totalmente el boquete del desastre. El tramo Calamar-Santa Lucía está en 78 por ciento de ejecución y deberá termi-narse en febrero de 2017. Todo el proyecto del Canal del Dique tiene un avance del 36 por ciento. 97 Con el fin de preparar al Dique para futuros fenómenos climáticos y aumentar la productividad de sus habitantes, el Fondo Adaptación adjudicó un contrato de 49 meses que busca ejecutar las obras defi-nitivas en el Canal al Consorcio Dique, conformado por las socie-dades Gómez Cajiao y Asociados S.A., y Haskoningdhv Nederland B.V. La interventoría estará a cargo de la empresa Moffat & Nichol. Es uno de los cuatro proyectos más importantes del país en cuanto a mitigación de riesgo y con este se prevé una de las mayores inver-siones sobre el Canal del Dique, explica el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa. La construcción, en la que se invertirán alrededor de 2 billones de pesos, tendrá dos esclusas que regularán las aguas para evitar inundaciones. Una de ellas se instalará en la entrada del canal, en Calamar, cerca de donde se rompió el boquete en 2010; la segunda estará en Puerto Badel, a 12 kilómetros de la boca-toma del acueducto de Cartagena, para que no entren sedimentos. “Es clave el control de las inun-daciones con obras hidráulicas en el Canal del Dique. Las inundaciones alteran la calidad de vida de la gente. Son múltiples las facetas que deben ser cubiertas por este plan”, sostiene Verano de la Rosa. Además, en la carretera entre Calamar y Santa Lucía se construye un talud para resguardar aún más a las poblaciones. Para la Gober-nación, la protección es una priori-dad, por eso estará próximamente en funcionamiento otro sistema hidráulico para la contención y canalización de las aguas. El proyecto contempla una estructura de colchacreto, o sea for-maletas en fibras de poliéster relle-nas de concreto, tecnología de punta utilizada en Holanda y Bélgica, y por Cormagdalena en otros proyectos. Las obras se harán en dos eta-pas, de acuerdo con el gerente del Fondo Adaptación, Iván Mustafá Durán. La primera en la emblemá-tica Las inundaciones de 2010 dejaron más de 100.000 damnificados y a medio departamento inundado. ugsadar el primer encuentro de la caribbean shipping association.et et vendi in cor maximpe vendi qui at volestendamUcil ipsa esequid milique quatent et inveles am natium quatur, nobis untium et dita ditiusapid magnihicit,
ESPECIAL RIO MAGDALENA
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