traídos de Alemania e Inglate-rra, y es indudable que en su decisión de emigrar influyó su hermano Conrad Ludwig, ad-ministrador de aduana de San Bartolomé. Severin Lorich, cónsul de Suecia en Filadel-fia, estuvo en Bogotá en 1823. El teniente de marina Carl August Gosselman recorrió varias regiones de Colombia y escribió sus peripecias en el libro Resa i Colombia aren 1825 och 1826 (Viaje por Co-lombia en 1825 y 1826), que tuvo mucho éxito en Suecia y Alemania. Ya en el siglo XX, el antropólogo Gustaf Bolinder desembarcó con su esposa en Santa Marta, en febrero de 1914. Su objetivo era realizar investigaciones arqueológi-cas en la Sierra Nevada de Santa Marta por unos meses, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial los obligó a quedarse en Colombia dos años. Otros académicos e investigadores de origen sueco se han destacado en las ciencias naturales. Uno de ellos fue el profesor y naturalista Georg Dahl, uno de los pioneros en la investigación sobre peces de Colombia. FOTO: ÁLBUM FAMILIAR DE GREIFF Una larga amistad Sven Zethelius, hijo de un diplomático sueco, fue un muy destacado químico e inves-tigador. De una generación más reciente es el biólogo marino Sven Zea Sjoberg, hijo de padre caleño y madre sueca. Su abuelo llegó a Co-lombia cuando le encargaron instalar el faro de Buenaventura y se quedó en el país. También vale la pena mencionar a Alex Fre-jud (quien se hace llamar ‘El Sueco’), un roquero de Manizales, líder de la banda Sexydeath, radi-cado en Suecia hace una década. LA SAGA GREIFFIANA Sin duda, el apellido sueco que más raigambre tiene en Colombia es De Greiff. En realidad es un apellido de origen alemán, que se hizo sueco en el siglo XVI-II, 100 años antes de que llegara a Antioquia. Es muy probable que, de no haber sido por el poeta León de Greiff, ese vínculo mítico que aún ata a algunos de los De Greiff colombianos con el país ancestral no sería tan fuerte. En su poesía son recurrentes sus evocacio-nes a ese pasado: “Mis ojos acerados de viking, oteantes;/ mis ojos vagabundos/ no han visto el mar…” (Balada del mar no visto). “Venido a menos viking, de poeta/ (¡y en el Trópico!) estoy”. (Balada. Baladeta en mi). “Yo río/ Yo…! 55 Algunas familias suecas llegaron a Colombia desde la isla caribeña de San Bartolomé, posesión sueca durante el siglo XIX. Cumpleaños de Luis de Greiff Obregón (abajo, a la derecha). Lo acompañan su esposa Amalia Haeusler, sus hijos y nietos, entre ellos León y Otto (arriba, al centro).
SUECIA
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