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Así viven el fútbol colombiano las hinchadas de la B

¿Que en la B no hay afición? ¿Que en la B no se viven los partidos con fervor? Las experiencias de estos seguidores de Fortaleza, Llaneros y Deportes Quindío demuestran lo contrario.

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Ella pone el tema que más le interesa: el partido del sábado. El decisivo. Por el grupo de WhatsApp, bautizado con el lacónico nombre de ‘Barra’, pregunta quiénes asistirán al estadio municipal de Cota, cuál será el color de la camisa que debe ponerse, si roja, azul o blanca, a qué horas se verán, quién llevará los tambores. Días antes reza el rosario. Prende la veladora. Lo seguirá haciendo, porque nada en este mundo se lo sacará de la cabeza. Por algo ella es la hincha más fiel. La primera abonada.

Cuando su hijo, Carlos Barato, presidente del club Fortaleza, anunció que sacaría abonos en 2019 (una entrada fija para todos los partidos, pase lo que pase), ella, Ana Julia Méndez, 70 y algo de edad (no le gusta decir el número exacto), fue la primera en escribir y abonarse. Y claro, cómo no, Ana Julia llega puntual y está en la tribuna en el partido decisivo. Si le ganan al Boyacá Chicó clasifican a la final. Esta vez no son solo las 30 mamás o hermanas o tías incondicionales; familiares de los jugadores del equipo profesional y las categorías menores del club. Hasta los papás, a quienes normalmente les da pena cantar al lado de las mujeres, se unen. Son casi 80 en una barra sin nombre, que alguna vez se iba a llamar ‘El Fortín’. Pero ahora no importa porque ya salieron los muchachos queridos, y hay que prender las luces, activar el humo de colores, sacar las bombas y cantar lo más fuerte posible.

Así como Ana Julia, su familia y amigas, la unión de la barra también se extiende a otros clubes de la B. En plazas con mayor tradición, como Villavicencio, hay incluso barras populares.

Aunque perdimos 2-1 y no pudimos celebrar fue muy bonito ver el apoyo de todo el mundo

Julia Barato, hija de Ana Julia

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Cae el sol en Villavicencio. 5 y 25 de la tarde. Y los bravos Centauros son campeones del torneo 2002. El joven Camilo Rincón, hoy un abuelo de 36 años, no se la cree: ahora son de la A. Nada opaca la celebración ni la vuelta olímpica de esos bravos e indomables Centauros alrededor de un estadio repleto.

Él quiere volver a vivir esa sensación. Por eso no desiste del barrismo y lidera hoy ‘La Banda Indomable’ del equipo Llaneros, que tomó el testigo de otros clubes de la región, ya desaparecidos, como Alianza Llanos, Unión Meta y Centauros. El nombre ‘Indomable’ es una señal de identidad del llanero. En el himno nacional, sexta estrofa, se mencionan los “centauros indomables”.

Rincón es el mayor de todos. Por tal motivo, sus compañeros lo llaman el Abuelo. Sin embargo, en el segundo semestre de 2019 este veterano no tuvo tantos amigos incondicionales a su lado para acompañar al equipo: si acaso tres o cuatro ‘pelaos’. En esa época, por obras en la cancha de Villavicencio, Llaneros jugó sus partidos de local en Tunja. Allá llegaban, tras viajes de unas 10 u 11 horas por pueblos del Meta, Casanare y Boyacá. La vía principal al llano estaba cerrada. Pero eso no era un impedimento para Rincón.

Las hinchadas de los clubes históricos como el Deportes Quindío tampoco se quedan atrás. A pesar de que en 2014 perdieron una final increíble (Jaguares les remontó un 2-0 en la serie); de que en 2015 se les fue otra oportunidad de ascender contra Cúcuta (les hicieron un gol con la mano), cuando la A ofreció dos cupos extra… A pesar de que en 2016 les servía un empate contra América en Cali y lo acariciaron (ay, si esa pelota le caía al Pájaro Carpintero…); a pesar de que en 2019 lideraron el torneo regular y fallaron en las finales. Justo en las finales.

En el segundo semestre de 2019, Daniel Cepeda, abogado, 25 años, decidió reinventar junto con dos amigos una página de Facebook (‘Deportes Quindío, un orgullo cafetero’), creada en 2009 para ofrecer información sobre la actualidad del equipo y darle una voz al hincha. El proyecto se renombró ‘Orgullo Cafetero’ y empezó con cinco integrantes. Ellos decidieron asistir, ya como grupo, al estadio: se encuentran dos horas antes de los partidos y hacen una previa en la que entrevistan a los hinchas. La transmiten por Facebook Live. En 2020 tendrán camisa distintiva y bandera propia. Se legalizarán en Cámara de Comercio.

La institución y la historia están por encima de cualquier junta administrativa, de cualquier dueño. Es un sentimiento que a uno le inculcan de niño: la necesidad de mantener al lado del equipo y apoyarlo aunque esté en la mala

Cepeda

Y seguirán

No faltará el que diga que el torneo de la B no se vive con fervor. “Solo estadios vacíos”, dirán. Y aunque no se vean los escenarios llenos de multitudes como de la Premier League o la Bundesliga, lo que es innegable son los verdaderos hinchas. Los que no abandonan. Los que pertenecen. Los que son de primera, pase lo que pase con su equipo, como Ana Julia, el abuelo Camilo y el abogado Daniel. Estar en la Primera B es una razón más para amar más el fútbol.