Revista Semana

Especiales Semana:
Fútbol colombiano, el de todos

Capítulos

Especiales Semana

El año de la verdad para Queiroz

En febrero cumplirá su primera temporada como seleccionador de Colombia. Aún la tricolor no encuentra identidad y el portugués tendrá dos exámenes este 2020: el comienzo de la eliminatoria a Catar 2022 y la Copa América de local.

deslice

Tissot

Tissot

Carlos Queiroz tiene algo claro desde que le dio el sí a la selección colombiana de fútbol: debe soportar una sombra con nombre y apellido: José Néstor Pékerman. El argentino le puso el fin a la racha de tres mundiales por televisión y lo hizo con un estilo de juego.

El único ‘pero’ en sus siete años de proceso fue que en los momentos decisivos, flaqueara en estrategia o ambición. Por eso el comité buscó el cambio y eligió al portugués. Al que no le bastará con llegar a Catar. También la tarea será el protagonismo en 2022 –léase alcanzar los cuartos de final– y sumar en ese lapso un título que acompañe al solitario de la Copa América 2001.

Colombia vuelve este año a organizar el torneo de selecciones más antiguo del planeta y como anfitrión, el objetivo será dejar el trofeo en el Metropolitano de Barranquilla el próximo 12 de julio. Tres meses y medio antes iniciará en ese mismo estadio el camino hacia la próxima copa del mundo, cuando reciba a Venezuela a finales de marzo.

El 2020 es, en consecuencia, un año definitivo para Queiroz. Por el exigente calendario que en la eliminatoria le incluye a los tres grandes del continente –visita a Uruguay en septiembre, enfrenta de local a Brasil en octubre y cierra con Argentina en noviembre–, pero sobre todo por un objetivo prioritario: encontrar el equipo y, también, su ADN.

Hasta ahora se le ha visto su preferencia por lo defensivo. De los 14 partidos disputados, sacó 11 con el arco invicto. Apuesta por la seguridad antes que la salida. Y con una fórmula: utilizar a centrales afianzados como laterales. Con Stefan Medina en la derecha y William Tesillo por el sector zurdo, se sintió a gusto y protegido.

En ofensiva, a la selección le costó crear y, por ende, llegar al arco rival. Las ausencias de James Rodríguez y Falcao García, los dos estandartes de la era Pékerman, causaron preguntas y ruido. Está claro que el 10 aún no se acomoda en su regreso al Bernabéu y que el Tigre recién empieza a rugir con el Galatasaray en Turquía. En condiciones y con ritmo, el 10 y el 9 deberán estar.

Encontrar el volumen ofensivo es la misión y el regreso seguro de James y Quintero es más que una ilusión. Se acabó el tiempo de evaluar. Atrás quedaron los 42 convocados y los nueve que recibieron por primera vez el llamado. A Queiroz le llegó la hora con la selección.