Revista Semana

Especiales Semana:
Fútbol colombiano, el de todos

Capítulos

Especiales Semana

Así se hizo grande el Junior de Barranquilla

En 1924 Micaela Lavalle fundó uno de los hitos de la historia del fútbol colombiano. Historia del equipo barranquillero que superó varias adversidades antes de posicionarse como uno de los grandes del fútbol profesional colombiano.

deslice

En junio de 2019, Junior se alzó con el título del campeonato en el estadio El Campín, en Bogotá.

El calor era asfixiante. A pleno mediodía, en Barranquilla, Micaela Lavalle tuvo que buscar sombra debajo de un palo de matarratón en la Calle de las Vacas. A su alrededor revoloteaban sus hijos y otros jóvenes inquietos del barrio, todos locos por el deporte que hacía pocos años habían traído los europeos al puerto.

En un intento por encauzar esa emoción, Lavalle fundó allí mismo, el 7 de agosto de 1924, uno de los equipos más importantes de la historia del fútbol en Colombia: el Junior FC, en ese momento bautizado Juventud Infantil.

Ese día no había ninguna cámara que registrara la escena. La historia se conoció por lo que Micaela le contó a su hija, Carmen Mejía, que en ese momento era apenas una bebé. Lo cierto es que la fama del equipo se catapultó hasta los cielos gracias a su energía y buen fútbol.

Tanto es así que en 1945 –ya bautizado Junior– jugó en el Torneo Sudamericano en nombre de Colombia. Y fue un desastre: los goleó Brasil (3:0), Uruguay (7:0) y Argentina (9:1). Solo superaron a Ecuador.

Pero como lo diría Maturana, “perder es ganar un poco”, y en este caso ganaron en experiencia. Gracias a dicha competición, el Junior ya era veterano cuando arrancó el primer campeonato nacional en 1948. Los ‘tiburones’ fueron los primeros subcampeones.

Eso no evitó que la resaca económica de El Dorado –época cénit del fútbol colombiano– barriera con el Junior cinco años después. Muchos otros equipos desaparecieron: Deportes Caldas, Boca Juniors de Cali, Once Deportivo, Universidad de Bogotá...

El equipo fundado por Micaela Lavalle se hundió hasta las ligas aficionadas, y ella quedó náufraga en un mar sin tiburones. Uno de sus hinchas, el cronista Alberto Salcedo Ramos, asegura que de haber estado vivo durante esa larga ausencia, hubiera seguido al Junior hasta la cancha de barrio más recóndita de Barranquilla. “Gracias Micaela por ese amor insoportable”, enfatiza.

Lavalle murió en 1964 pensando que su hazaña se había perdido en las profundidades. No obstante, dos años después, se volvieron a ver las aletas dorsales navegando por el torneo. Cada vez más cerca del título. En 1977, el Junior de Barranquilla conquistó su primera estrella bajo la dirección de Juan Ramón Verón, y ese momento abrió la veda de los triunfos para los “curramberos”.

Cincuenta y cuatro años después, el Junior se corona con nueve estrellas y sus fanáticos se deleitan con historias de tiburones como Carlos el ‘Pibe’ Valderrama e Iván Valenciano.