Estudiante de Especialización en Neumología
Barcelona, España · 29 años
deslice
“Es duro informar a los familiares que, a pesar de los esfuerzos, su ser querido falleció”
Nadie está exento de presentar una forma grave de la enfermedad y estar en una unidad de cuidados intensivos con ventilador mecánico varias semanas”, cuenta Ricardo Aguilar. A sus 29 años de edad, este estudiante de neumología y médico de la Universidad San Carlos de Guatemala ha atendido a decenas de pacientes con covid-19 desde hace más de un mes y ha presenciado las complicaciones que sufren muchos de ellos en el hospital del Mar ubicado en el paseo marítimo de Barcelona, donde reside.
“Tuve que informar a la hija de un paciente que su padre había fallecido, a pesar de los esfuerzos realizados, y que dada la situación actual no podía acercarse al hospital. Es duro decirle a un familiar que se seguirá el protocolo de manejo de cadáveres y el hospital se hará cargo de todo, acompañado de un ‘lo siento mucho’ ”, dice. Son muchas las situaciones difíciles que ha tenido que presenciar en medio de esta pandemia. Su historia es apenas un ejemplo de lo que se vive a diario en las unidades de cuidados intensivos del hospital del Mar, donde trabaja mínimo 12 horas diarias.
El doctor Aguilar tiene la responsabilidad de atender a los pacientes más graves, aquellos que se debaten entre la vida y la muerte, los que necesitan un ventilador especial para poder respirar. La actual coyuntura ha sido un reto sin precedentes para este médico que camina una hora diaria hasta su trabajo con el fin de no tomar el transporte público y no exponer a nadie. Se le entrecorta la voz cuando relata lo que está viviendo. Una vez termina su hora de almuerzo, debe ponerse el traje especial de protección para poder seguir colocando los dispositivos de alto flujo, soportes con presión y dispositivos de ventilación mecánica no invasiva, que requieren los pacientes de su unidad que esperan por un neumólogo para ser atendidos.