De acuerdo con el Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU), las principales rutas que unen a Bogotá con las zonas circundantes son vías de primer nivel que se encuentran concesionadas por la Nación, algunas de ellas desde hace más de 20 años dentro del programa de vías de primera generación que buscaban darle solución al retraso en infraestructura vial del país. Solo en 1994 se firmaron contratos para intervenir más de 1.500 kilómetros y se construyeron las primeras carreteras de doble calzada.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) es la entidad a cargo del cumplimiento de las obligaciones contractuales de dichas concesiones. Entre tanto, el departamento se ha encargado de mejorar las vías y medir sus alcances, con el fin de brindarles a las personas que habitan esta región mayor seguridad y calidad de vida.