Cundinamarca es un departamento extenso, con una topografía variada, por una parte, escarpada producto de su ubicación sobre la cordillera Oriental y, por otra, plana en las zonas de altillanura. Esta posición geográfica deriva en climas diversos y actividades económicas como la agropecuaria, turística y logística en las 15 provincias.
Estas condiciones de productividad requieren de buenas vías secundarias, es decir, aquellas que unen a los municipios y a las provincias, que permitan la salida de los productos del campo hacia los centros urbanos y el ingreso de turistas.
En este contexto, el departamento ha realizado una inversión histórica de 690.000 millones de pesos para atender 3.342 kilómetros, de los casi 7.000 existentes de red secundaria que posee Cundinamarca, lo que representa más vías intervenidas, con pavimentos o con trabajos de afirmado a través de maquinaria especializada.
Estas intervenciones se han hecho a través de procesos técnicos de alta calidad e inclusive con la utilización de nuevas tecnologías como: estabilización química del suelo. Un proceso que consiste en alterar las propiedades de la subrasante usando un cierto aditivo, el cual mezclado con el suelo produce un incremento en su capacidad portante o CBR. A esta se suma la instalación de asfalto natural (asfaltita), que consiste en la utilización de asfaltos naturales como el reemplazo de las mezclas convencionales, lo que reduce los costos de intervención.