Eleonor Serrato y su familia disfrutan hoy de las comodidades de su nuevo hogar en San Bernardo, municipio de Cundinamarca. Como beneficiaria del proyecto de vivienda rural, pudo cambiar su anterior vivienda en mal estado por una nueva. Ella asegura que en el momento en que recibió la casa, su vida y la de su familia cambiaron del cielo a la tierra. “Hoy nuestro hogar ya no es de madera, sino de bloques. Vivimos muy agradecidos porque nos dieron la casita y ahora podemos soñar otra vez”.
Testimonios como el de Eleonor se escuchan a lo largo y ancho del departamento, gracias a que durante los últimos cuatro años el gobierno de Cundinamarca implementó proyectos y fortaleció su gestión institucional para promover el mejoramiento de vivienda y el acceso a vivienda nueva para familias vulnerables y de escasos recursos.
“Fijamos un horizonte para generar unas condiciones de vivienda amable y adecuada. En ese marco se implementaron actividades que permiten atacar las carencias o deficiencias de vivienda que tiene nuestra población, como por ejemplo, el programa ‘Podemos Casa’, enfocado en la identificación de suelo urbano aportado por los municipios para desarrollar vivienda de interés prioritario para ahorradores”, señala Pablo Ariel Gómez Martínez, secretario de Hábitat y Vivienda de Cundinamarca sobre el punto de partida de la estrategia.
En la práctica el plan se enfocó en dos variables: cantidad y calidad. La primera, basada en el mejoramiento de la vivienda, y la segunda, en intensificar la intervención para disminuir el rezago de la oferta y producir más viviendas nuevas. Lo anterior a traves de la cofinanciación de recursos del departamento hacia los municipios y la gestión interinstitucional con los programas de vivienda social del gobierno nacional.
En estos cuatro años, la cobertura ha llegado a 102 de los 116 municipios así: 92 municipios con mejoramientos de vivienda, 17 con mejoramiento de entornos barriales, 72 entre vivienda nueva y rural, y 12 con el proyecto ‘Podemos Casa’. “Contribuimos directamente a los indicadores: le pegamos al índice de pobreza multidimensional, a las necesidades básicas insatisfechas y eso va concatenado a los índices de déficit de vivienda”, explica Gómez.