¿Cómo ejercer un gobierno efectivo y descentralizado? ¿Qué se requiere para atender las necesidades de la gente? ¿Cómo generar confianza en los territorios? Este tipo de preguntas rondaban en la cabeza de Jorge Emilio Rey, el 2 de enero de 2016, cuando tomaba posesión como gobernador de Cundinamarca. Decidió, entonces, diseñar un mecanismo de atención ciudadana cercano, estrecho y común: construido desde la base. Así nació un ‘Gobernador en casa’.
El plan consistía en recorrer toda Cundinamarca en varias giras y, en ellas, hablar con la gente, escucharla, observar sus necesidades y encontrar, en conjunto, soluciones efectivas.
La primera gira se llamó ‘El Plan de Todos’. Allí el gobernador visitó las 15 provincias del departamento en solo tres meses. Se reunió con las comunidades y, junto con su equipo de gobierno, realizó un diagnóstico de las principales necesidades del territorio usando metodologías lúdicas de participación. Ese recorrido fue la base para estructurar el plan de desarrollo del departamento, ‘Unidos Podemos Más’, una carta de navegación con una visión local de la región; y fue el inicio de una segunda gira, que se llamó, meses después, ‘Gobernador en Casa’.
En San Cayetano, en la gira de 2017, el Gobernador se reunió con los cultivadores de papa.
Foto: Gobernación de Cundinamarca.
En este nuevo recorrido visitó los 116 municipios del departamento en 54 días. Allí estrechó manos, visitó casas, probó ingredientes típicos y, más importante, conoció el terreno –de nuevo– del departamento y su gente: sus sueños, ilusiones, preocupaciones, problemas, inquietudes... Ningún mandatario en la historia de la región había alcanzado tal nivel de cercanía.
“Estuvimos a pocas cuadras del lugar de residencia de la gente. Cambiamos el estilo convencional de relación con los ciudadanos, generando un diálogo abierto”, recuerda el gobernador.
Y pasaron los meses y llegó la tercera gira del gobernador, ‘Misión Salud’, donde enfocó sus esfuerzos en diagnosticar las condiciones de prestación de los servicios de salud y en verificar la operatividad de la red pública de hospitales. Jorge Rey recorrió 35 hospitales públicos y, con base en esto, trazó un plan para garantizar los derechos de los pacientes y humanizar los servicios médicos.
Luego, en 2017, el mandatario regresó al ‘ruedo’ con ‘Hechos Concretos’, su cuarta gira. Aquí, en terreno de nuevo, hizo un seguimiento de las inversiones y compromisos adquiridos durante su gobierno. El objetivo era ser testigo de los cambios y, claro, de los nuevos retos.
Finalmente, en 2018, se llevó a cabo el recorrido final –¡después de cuatro viajes de ida y vuelta por el departamento!–. ‘Nuestra Regla Cumplir’, como se le llamó, tuvo como objetivo compartir con los ciudadanos, en parques principales, plazas y lugares populares, los logros, desarrollos y desafíos de la administración; mejor dicho, rendirle cuentas a su gente. Y precisamente, a partir de ese ejercicio, el mandatario departamental y los demás funcionarios públicos fueron sometidos al ‘Cumplímetro’, un instrumento con el que los alcaldes y la comunidad calificaron los compromisos adquiridos con el municipio. La nota promedio superó el 170 por ciento, una cifra histórica para un gobierno departamental.
Además de la comunicación cara a cara, la administración departamental implementó otras estrategias para garantizar a los ciudadanos su derecho a la información, la veeduría y la participación de la vida pública. Estas incluyeron estrategias en redes sociales y en medios tradicionales. Así fue como las audiencias públicas de rendición de cuentas se transmitieron en televisión abierta. Por ejemplo, se creó el programa televisivo Gobernador en Casa Tv –que tuvo más de 120 capítulos– y se creó la emisora pública El Dorado Radio (que llega a 15 departamentos).
Por todas estas acciones el modelo de comunicación pública de la Gobernación de Cundinamarca fue un referente en la región y se replicó por la Policía Nacional, la red de hospitales públicos del departamento y el Consejo Superior de la Judicatura.
Al fin y al cabo, como dice el gobernador Rey, el trabajo se hizo ‘a pie’, con el pulso de la gente, frente a frente, y con las manos entrelazadas.