INFORME

Coca: baja el cultivo, sigue el negocio

El cultivo de coca en Colombia es el más bajo en 20 años: 48.000 hectáreas. El panorama andino y global es menos alentador.

Por Álvaro Sierra Restrepo

El gobierno y la Policía Antinarcóticos están frotándose las manos: los cultivos de coca disminuyeron 25 por ciento en Colombia entre 2011 y 2012, según el más reciente monitoreo satelital de Naciones Unidas.

La coca sembrada en el país pasó de 64.000 a 48.000 hectáreas, una reducción de 25 por ciento, la más importante en una década, de acuerdo al estudio anual del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) que hacen cada año el gobierno colombiano y la Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas y que se hizo público hoy.

El estudio sostiene que la capacidad de producción de cocaína pura de Colombia también disminuyó: en 2012 se habrían producido 309 toneladas métricas, 36 menos que en 2011 y menos de la mitad de lo que el país llegó a producir en los años pico de fines de los noventa y mediados de los 2000, cuando rondaba las 700 toneladas anuales.

En suma, con estas cifras, en materia de cultivo de coca y producción de cocaína Colombia ha vuelto a la situación de 1995-1996, cuando unas 50.000 hectáreas de coca rendían, en teoría, unas 300 toneladas de cocaína.

La noticia generó considerable euforia en círculos oficiales, que la interpretan como muestra de la contundencia nacional en la lucha contra el tráfico de drogas y de que la política de aspersión aérea y erradicación de cultivos es exitosa (el año pasado se fumigaron desde el aire 100.000 hectáreas de coca y se arrancaron a mano otras 30.000 hectáreas).

Sin embargo, como el de todas las drogas ilícitas, el de la cocaína es un negocio eminentemente global y, como se ha visto en el pasado, con frecuencia los avances en una nación se ven contrarrestados por lo que ocurre en otras. En el caso de la cocaína, tanto las tendencias de siembra y producción como las de consumo parecen confirmarlo.

Aunque los datos de Naciones Unidas y los de Estados Unidos difieren notoriamente año a año, tanto en hectáreas sembradas como en producción de cocaína, ambos coinciden en que la tendencia es que Perú (y en menor medida Bolivia) recupere el papel preponderante que tuvo en los años ochenta, antes de que Colombia se volviera protagonista del cultivo y el procesamiento.

Desde que empezó la reducción de la superficie cultivada de coca en Colombia, a raíz del Plan Colombia, en Perú esta ha crecido de manera sostenida, al punto que ya el año pasado se calculaba que había más hectáreas allí que en Colombia. El monitoreo de Naciones Unidas para Perú en 2012 solo se publicará en septiembre. El reporte de 2013 del Departamento de Estado de Estados Unidos sostiene que Perú, con 305 toneladas producidas en 2011, es “el mayor productor potencial de cocaína por segundo año consecutivo”.

Para Estados Unidos, Bolivia, viene en segundo lugar con 265 toneladas, y Colombia, con 195 toneladas, sería el que menos produce cocaína (el estudio del Simci, por su parte, sostiene que Colombia habría producido 345 toneladas en 2011, lo que da una idea de las diferencias entre estos datos y los de Washington).

Lo más inquietante es cuando se toman los datos sumados de los tres países andinos, los únicos productores de coca en el mundo. Aunque ha habido una reducción frente a los niveles máximos de 200.000-220.000 hectáreas de los años 90, la región andina se ha estabilizado alrededor de 150.000 hectáreas de coca desde comienzos de los años 2000, pese a la drástica reducción en Colombia. Y, según las cuentas de Naciones Unidas, la producción de cocaína está entre las 800 y las 1.000 toneladas anuales, que es lo que se ha producido históricamente en la región.

Además de que la oferta global de cocaína no se reduce, todo indica que la demanda tampoco. Si bien en Estados Unidos el consumo de cocaína ha disminuido en los últimos años, en Europa occidental se estabilizó, luego de aumentar notablemente, y el mercado europeo hoy es casi equivalente al norteamericano, que se calcula en 33.000 millones de dólares. Suramérica se ha vuelto un consumidor cada vez más importante. Y en África, Asia y Australia hay signos de que el mercado de cocaína estaría creciendo y tendría amplio potencial para continuar haciéndolo.

Las buenas noticias que el monitoreo del Simci arroja para Colombia deben leerse en el marco de este contexto global. SEMANA presenta un resumen gráfico de los principales datos del estudio nacional que ofrece Naciones Unidas, así como algunos elementos del panorama regional y global de la producción y el tráfico de cocaína.

Cultivo aumentó en tres departamentos

Se detectó coca en 23 departamentos. En Norte de Santander (Catatumbo), Chocó y Caquetá la superficie sembrada aumentó; en los demás disminuyó. Esos tres departamentos, junto con Nariño, Putumayo, Cauca, Guaviare y Antioquia concentran el 80 por ciento de la coca de Colombia.

 

Nariño tuvo una de las reducciones más notorias, pero sigue siendo el departamento que más coca tiene, con más de 10.000 hectáreas.

 

Los cinco municipios con mayores cultivos son: Tumaco, Nariño, con más de 5.000 hectáreas; El Tambo, Cauca y Barbacoas, Nariño, con alrededor de 1.800 cada uno; Tibú, Norte de Santander, con 1.600 y Puerto Asís, Putumayo, con algo más de 1.400.

 

La Orinoquia, con más de 6 cosechas al año, y la región Meta-Guaviare, con más de 5, son las zonas más productivas.

 

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Norte de Santander

Chocó

Caquetá

Fuente: Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos - SIMCI

La coca y la guerra

Múltiples frentes de todos los bloques de las Farc y las llamadas bandas criminales están asentados en las regiones cocaleras, viven del negocio ilícito e imponen sus reglas a los campesinos cultivadores. (Haga clic para ver las zonas dominadas por dichos grupos insurgentes)

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La coca y los parques nacionales

En 19 de los 57 parques nacionales naturales hay 3.379 hectáreas de coca, es decir, el 7 por ciento del área total sembrada en Colombia.

 

A diferencia del promedio nacional, el cultivo de coca aumentó 11 por ciento en los parques naturales entre 2011y 2012.

 

Los parques más afectados son: La Macarena, Nukak, Paramillo y La Paya.

 

Entre 2001 y 2012 se han deforestado casi 260.000 hectáreas de bosque para sembrar coca, según el informe.

 

En resguardos indígenas, la superficie cultivada se ha mantenido entre las 6.000 y las 8.000 hectáreas desde 2003.

 

Según el monitoreo, las entidades territoriales especiales más afectadas son los consejos comunitarios de comunidades afro. En esas zonas está sembrada una de cada cinco hectáreas de coca.

 

Fuente: Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos - SIMCI

Víctimas de la erradicación

La erradicación manual ha tenido grandes costos humanos: entre 2009, 14 ‘pitufos’, como se conoce a los erradicadores, y 48 policías han muerto, y casi 400 han resultado heridos.

Ha habido más de 300 hostigamientos armados de la guerrilla contra los grupos de erradicación, que han debido enfrentar 80 campos minados.

Fuente: Policía Antinarcóticos

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La ‘película’ regional

El cuadro que ofrece la región andina en su conjunto a lo largo de los años muestra lo difícil que es combatir el negocio del narcotráfico.

 

Después de una reducción de sus máximos históricos, la superficie total de coca en Colombia, Perú y Bolivia se ha estabilizado desde 2003 alrededor de las 150.000 hectáreas.

Cultivos de coca en Bolivia, Perú y Colombia.  1999-2012 (Hectareas) >

Un fenómeno similar al de los cultivos, tiene lugar con la producción total de cocaína pura en las tres naciones andinas (Colombia, Perú y Bolivia), que se ha mantenido históricamente entre las 700 y las 1.000 toneladas métricas.

Producción total de cocaína. 

2005 - 2012 (Toneladas métricas) >

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Rutas y flujos globales de cocaína

Estos dos mapas reflejan el carácter global del negocio de la cocaína.

 

Las rutas principales entre 2008 y 2010 se orientan hacia los dos grandes mercados, el de Estados Unidos y el de Europa Occidental, cuyo valor combinado se calculaba en unos 65.000 millones de dólares en 2008.

 

La ruta desde Colombia hacia Estados Unidos por América Central, por la que en ese año se calculaba que transitaban 140 de las 165 toneladas que se consumían en Estados Unidos, sigue siendo la más importante hoy.

 

Nuevas rutas se descubren con frecuencia. Con ellas, los narcos buscan evadir los controles existentes o reemplazar rutas que se ‘queman’, pero también, llegar a nuevos mercados.

 

Según el World Drug Report 2013 hay rutas por Turquía y los Balcanes hacia Europa Occidental (allí la cocaína es mucho más costosa que en Estados Unidos).

Brasil se ha vuelto un importante proveedor de Portugal y la península ibérica, con envíos no solo por las islas de Cabo Verde, sino por la nueva ‘ruta del Canal de Suez’, que pasa vía Suráfrica.

 

Venezuela se ha vuelto un creciente lugar de tránsito para la cocaína colombiana hacia Europa, vía el Atlántico, ocultan contenedores, o por África occidental.

 

Qatar y los Emiratos Árabes están siendo detectados como puntos de tránsito hacia Tailandia y Japón. El Medio Oriente y Pakistán también, hacia Europa y Asia.

 

El aumento de las incautaciones de cocaína en Hong Kong, Australia y el sureste asiático indicaría un potencial crecimiento de nuevos mercados.

 

Mapa de los flujos (Fuente: World Drug Report 2010, UNODC)

Mapa de las Rutas (Fuente: Policía Antinarcóticos)

Los otros negocios

Heroína

 

El cultivo de amapola, la flor de la que se produce opio y se puede refinar heroína y morfina, se ha reducido mucho en Colombia: de casi 2.000 hectáreas en 2005 se pasó a 313 en 2012.

 

Sin embargo, y pese a que en México se cultivan cerca de 12.000 hectáreas, Estados Unidos sigue reportando a Colombia como el principal proveedor de heroína ilegal.

 

En Colombia la heroína se cultiva en zonas montañosas de Nariño, la bota caucana y límites de Huila y Tolima.

 

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Marihuana

 

La marihuana parece estar experimentando un segundo boom en Colombia.

 

La Policía Antinarcóticos calcula que hay unas 175 hectáreas sembradas. Una hectárea cultivada al aire libre genera, en promedio, unos 1.500 kilos de marihuana.

 

En 2012 se incautaron 312 toneladas de marihuana, y entre enero y junio de este año, 220 toneladas. La incautación viene creciendo desde hace varios años, indicio de que el negocio estaría en aumento.

 

El Cauca encabeza la producción, la mayoría en invernaderos, que hacen que ciertas zonas montañosas del departamento se vean como ‘pesebres’ en la noche. Se producen variedades como la bluberry o la creepy, con alto contenido de THC (tetrahidrocanabinol, el ingrediente activo de la marihuana), que pueden valer hasta un millón de pesos el kilo.

 

Hay cultivos también en Meta y Magdalena.