Actualidad 11 liquidar el Instituto Nacional de Concesiones (Inco), que tuvo alrededor de 12 directores en casi una década de existencia. En su reem-plazo nació la Agencia Nacional de Infraes-tructura (ANI) que cuenta con 26 concesio-nes viales, dos concesiones férreas y una obra pública férrea, 53 concesiones portuarias, siete contratos de concesión aeroportuaria con 17 aeropuertos y la segunda pista de Eldorado. Según datos de la Agencia Nacional de Infraestructura, en Colombia, entre 2011 y 2013 se construyeron 554 kilómetros de dobles calzadas. En 2013 la ANI batió el ritmo de construcción de dobles calzadas con más de 250 kilómetros al año y en 2014 espera alcanzar los 300 kilómetros. En cuanto a vías terciarias –carreteras que comunican a los sectores rurales con las cabeceras municipales– las cifras también son históricas. Mientras que en el periodo 2002-2010 se invirtieron 885.000 millones de pesos, en este cuatrienio se materializó un presupuesto de 2,8 billones de pesos. Lo que se traduce en 30.000 kilómetros de red terciaria mantenida y 1.701 kilómetros de pavimentos nuevos. Para José Stalin Rojas, director del Observtorio de Logística y Movilidad de la Universidad Nacional, el buen momento que vive el país en materia de infraestructura se resume así: “Hoy los escándalos por demoras y sobrecostos son cada vez menos frecuentes. La reconversión de las entidades, así como el for-talecimiento institucional de la Superinten-dencia de Puertos y Transportes y del propio ministerio formaron un ambiente corporativo más sólido que en el pasado reciente”. Parte del éxito de esta política integral se ve reflejada en las excelentes cifras que repor-tan las entidades. El Ministerio de Transporte pasó de tener un presupuesto anual de 2,2 billones de pesos promedio en el gobierno anterior (2002-2010) a 7 billones anuales (2010-2013). El balance es positivo y bastante diciente: la ejecución presupuestal pasó del 49 por ciento en 2002 al 92 por ciento en 2013. Además, cerca de 3 billones de pesos del Sistema General de Regalías se invirtie-ron en proyectos de infraestructura para el sector transporte. Tal como explica Juan Carlos Mojica, subdirector de Transporte del DNP, “la importancia de estos recursos es que son ejecutados por las goberna-ciones y municipios, y eso quiere decir que se están invirtiendo en el desarrollo de las regiones, cumpliendo el objetivo de las regalías”. Una vez adjudicados esos proyectos de Cuarta Generación que serán defini-tivos para el futuro del país, el próximo paso es asegurar los recursos para terminar-los. Recientemente Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, anunció que los fondos de pensiones aporta-rán hasta 25 billones de pesos para culminar el programa de Cuarta Generación. Y con su presencia se completa la lista de inversionistas que aseguran el éxito de estos proyectos. Al fin la puerta hacia el progreso, con una infraestructura de calidad, está totalmente abierta. El presidente, Juan Manuel Santos, y la ministra de Transporte, Cecilia Álvarez, lideran el desarrollo de la infraestructura nacional. Foto: Cortesía Presidencia Un plan bien pensado Para superar el rezago en infraestructura, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos diseñó una estrategia basada en cuatro elementos: primero, se triplicaron los recursos en infraestructura de transporte; segundo, se creó el viceministerio de esta cartera, se promulgó la Ley de Asociaciones Público- Privadas, la Ley de Infraestructura y la Ley de Seguridad Vial; tercero, se invirtió en estudios de ingeniería y se destinaron dos años para la estructuración de más de 40 proyectos, y cuarto, se implementaron las Rutas de la Ejecución, es decir, que todos los proyectos son supervisados personalmente por los funcionarios del Ministerio de Transporte y las entidades adscritas al mismo.
Especiales Semana: La Revolución de la Infraestructura
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