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Especiales Semana: La Revolución de la Infraestructura

Infraestructura Más rieles Próximamente se terminará la variante de Cartago (Valle del Cauca)- (Pereira)-La Felisa (Cauca). El presupuesto ya existe y solo falta resolver trámites jurídicos. Así mismo, desde La Felisa hasta Buenaventura hay otros 300 kilómetros que entrarían en operación muy pronto. También está la recuperación del tramo entre La Dorada (Caldas) y Chiriguaná (Cesar), a cargo del Ferrocarril Central, cuyo contrato está en ejecución y se espera que a finales de 2014 sea transitable. La vía entre Bogotá y Paz del Río (Boyacá) entraría en servicio en 2015. 75 Pero poner en marcha el sistema férreo requiere además resolver una importante discusión que se centra en el tipo de trocha por emplear. En Colombia la red es de trocha angosta y, aunque el gobierno centró su plan en recuperar estas vías, enfrenta fuertes críticas por esta decisión, toda vez que hoy la mayoría de países utiliza una red férrea de trocha estándar que facilita transportar más carga y a una mayor velocidad. Para Juan Carlos Roncancio, gerente de Ferrocarril del Pacífico (FDP), el tema de trocha se convirtió en una leyenda urbana, pues “el ferrocarril sí puede movilizarse con la trocha existente. De hecho, ya hay un plan técnico para incrementar el volumen de la carga con trocha angosta sin que existan problemas con la estabilidad de la misma y sin que el país tenga que migrar a la troncha ancha”. Sea angosta o ancha la trocha, lo cierto es que la demanda industrial del país va en aumento y el tren se hace cada vez más urgente. Por eso no resulta difícil entender que el plan se haya enfocado en no dejar perder lo que se tiene y en ponerlo a funcionar lo antes posible, con el fin de que la logística productiva no se siga deterio-rando y se reduzca a un tema de altos costos y baja competitividad. Según datos de la ANI, aproximadamente 1.200 kilómetros de vías férreas estarían operando en 2015 y 2.340 estarían disponibles para 2018. Así las cosas, el FDP es una de las empresas que mayores avances logró en los dos últimos años. Desde 2012, cuando retomó la concesión del tren que conecta a Buenaventura con La Tebaida, Quindío, se propuso vincular a Colombia con los mercados de Asia-Pacífico, aprovechar los TLC vigentes y darles mayor salida a los productos nacionales con la alianza comercial que el país estableció con esa región del mundo. Por eso los nuevos inversionistas, Vecturis e Impala –como accionista mayoritario–, tienen un plan para optimizar el trans-porte de carga en esta zona. El primer paso de este proyecto fue recuperar la línea férrea entre Buenaventura y Yumbo. En estos trabajos se invirtieron 17 millones de dólares y el tren volvió a rodar en agosto de 2012 en este tramo. El siguiente paso fue llevar el tren hasta Palmira. Así se incrementaron los volúmenes de carga con dos nuevas locomotoras. Esto permitió que en “2012 se movieran 20.000 toneladas y que en 2013 la cifra aumentara a 97.000 toneladas. Hoy se transportan entre 10.000 y 12.000 toneladas mensuales”, explica Roncancio. Así el FDP moviliza carga tanto de importación y expor-tación de 15 empresas. Entre sus principales clientes están Argos –transporta todo el cemento que va a Buenaventura–; Fanalca –lleva láminas a Yumbo y, además, cuenta con apartadero férreo, es decir, que el tren entra a sus instalaciones–; Centelsa, Colgate, LG y Electrolux. Otra parte importante del plan de recuperación es el trabajo con las comuni-dades, pues como en Colombia no existe una cultura del tren, generalmente es complicado llegar a un nuevo municipio. Stephane Jaumot, gerente de Vecturis, explica que “muchos paso a niveles se hicieron a lo largo de la línea ilegalmente. Uno pasa por un pueblo y hay dos o tres donde la gente puso tierras o pavimentó. Además, nos roban las piezas de la línea férrea (ganchos). Por eso estamos vincu-lando a la comunidad para que cuide su tramo de línea”. El próximo paso será en 2015 con la línea férrea hasta La Tebaida, Quindío, y así se completará la fase 3 del proyecto. Esta, junto con la fase 4, completarán una inversión total de 50 millones de dólares y permitirán movilizar 1 millón de toneladas anuales, incluidos graneles y petróleo. Con 16 años de concesión faltantes, el FDP tiene como objetivo alcanzar un desembolso total de 80 millones de dólares durante su gestión.


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