UN FOTÓGRAFO COLOMBIANO EN SIRIA

 

Mauricio Morales nació en Bogotá hace 31 años. Estudió Medios Audiovisuales con énfasis en fotografía en el Politécnico Grancolombiano y periodismo en la Universidad del Congreso de Mendoza (Argentina) y en las escuelas ARGRA y Motivartes de Buenos Aires. Ha trabajado para el diario Vanguardia Liberal de Bucaramanga y para Nikon Colombia. Fue nominado a la Maestría Joop Swart del World Press Photo en 2009 y seleccionado por The New York Times para participar en el NYT Review de 2013.

 

En diciembre de 2012, Morales viajó a Turquía y cruzó la frontera siria para cubrir la guerra. Desde entonces es fotógrafo colaborador de la agencia AFP, de Polaris y Terra Networks. Su trabajo ha sido aparecido en The New York Times, Los Angeles Times, Washington Post, France 24, Huffington Post, Al-Jazeera y Le Monde. En Colombia, la revista Semana, el diario El Espectador, el periódico The City Paper y la revista Esquire Colombia han publicado sus historias y fotografías.

SIRIA | REGRESO A LA GUERRA

El reportero bogotano Mauricio Morales vuelve a Siria después de unos meses en Colombia. El fotógrafo de 31 años cubrió la guerra civil en el país asiático entre diciembre de 2012 y abril de 2013 para medios nacionales e internacionales. A pocos días de su viaje, SEMANA publica un especial de su trabajo desde el frente de batalla. (Haga el recorrido por el especial con el scroll horizontal de la página).

UN NIÑO ME MIRA

      Era invierno en Alepo y hacía demasiado frio. Ese día –uno de mis primeros en Siria– visité una escuela clandestina en el barrio de Hanano. Varios cráteres de artillería la rodeaban y muy cerca había una cancha de fútbol. En los salones de clase, algunos niños recibían lecciones. Cuando entré a uno, todos se quedaron callados, incluso el profesor. Expliqué que era fotógrafo y pedí que siguieran con la clase. Esperé más de 20 minutos, hasta que parecieron olvidar al extraño de la cámara y me dejaron de observar. Uno de ellos, sin embargo, no volteó la mirada. No era lo más natural, pero pensé que él chiquito quería decirme algo”.

1 MILLÓN

de niños han huido de Siria desde que empezó el conflicto.

(Fuentes: Unhcr y Unicef)

ENTRE LAS BALAS

      En el frente de Salaheddinne, en Alepo, no se ven más que escombros. No se pude dar un paso sin pisar vidrios rotos, pedazos de pared o casquillos de balas. Es tan cotidiano estar en la mira de los francotiradores que muchos, desafiantes, ya ni siquiera se protegen. Para mí, la tranquilidad con la que este rebelde cruza la calle, caminando y disparando su AK-47, refleja claramente cómo, después de dos años, la guerra ya es parte de la rutina”.

403 DÍAS

llevan el Ejército Libre de Siria y el gobierno sirio combatiendo casi ininterrumpidamente en la ciudad de Alepo.

EL FRENTE ES EL HOGAR

       Muchos de quienes pelean del lado Ejército Libre de Siria son jóvenes y vienen de pueblos cercanos a Alepo. Así, el frente de guerra se ha vuelto su casa. Me llamó la atención ver a este muchacho comiéndose una sopa de fideos, mientras hacía guardia en Salaheddinne. Aunque almorzaba, no quitó la mirada de una apertura que había en la barricada de ladrillo. Del otro lado, se escucharon varias veces los disparos de los francotiradores enemigos. Pero él no se inmutó. Solo soltaba la cuchara para inclinarse y mirar por el hueco”.

80.000

rebeldes luchan en las filas el Ejército Libre de Siria.

(Fuente: General Salim Idriss, junio de 2013)

LARGAS HORAS POR MUY POCO

      Mientras que sus hombres combaten, estas mujeres hacen fila en un centro de distribución de comida en el barrio de Hanano, en Alepo. En el fondo de esta foto, una madre carga a su hijo herido durante un ataque de artillería del gobierno. La espera es interminable, y al final las mujeres reciben poca comida, ropa y medicina. Este es otro frente de la guerra de Siria”.

1 DE CADA 5

carece de los alimentos necesarios para subsistir.

(Fuentes: FAO y PMA)

SILENCIO Y ORGULLO

     El día en que tomé esta foto, los rebeldes se preparaban para luchar por el aeropuerto de Alepo. Ellos mismos fabrican una buena parte de sus armas, pero este hombre carga un RPG, un lanzacohetes que sirve para derribar tanques. Poco antes del combate, él posó durante unos minutos sin palabras… y con cierto orgullo, pues el RPG es una de las armas más pesadas que poseen”.

CIENTOS DE TONELADAS

de armas y munición llegaron a Siria la semana del 25 de agosto provenientes de Arabia Saudita y Catar.

(Fuente: Ejército Libre de Siria)

LA DIVISIÓN

      Los habitantes de Alepo suelen tender sábanas de edificio a edificio por toda la ciudad. Las ponen así para bloquear la visión de los francotiradores o cubrir las puertas y las ventanas que los bombardeos destruyen. Esta imagen es especial para mí, porque muestra una ciudad dividida”.

100.000

PERSONAS

habían muerto en la guerra de Siria hasta junio de 2013.

(Fuente: ONU)

ESPEJOS DE GUERRA

      Este combatiente reza mientras vigila a los francotiradores de al-Assad, que se preparan para disparar a pocos edificios de distancia. Para detectarlos sin exponerse los rebeldes observan sus movimientos con la ayuda de espejos. Poco antes, en esa misma silla murió un hombre mientras hacía guardia. El enemigo, con sus propios espejos, también participa de este juego óptico. Los espejos de la guerra reflejan la espera, los frentes detenidos, el conflicto que no parece avanzar y día a día sigue pone muertos”.

110.000

HOMBRES

luchan en las filas de las Fuerzas Armadas del gobierno. Esto es la mitad de lo que había cuando comenzó la guerra en 2011..

(Fuente: International Institute for Strategic Studies)

 + Información

Foto: Daniel Reina Romero/SEMANA

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