La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) definió los criterios para desarrollar esta lista de patrimonio natural y cultural en 1972. Las obras maestras de la arquitectura, algunas costumbres que están arraigadas en la tradición de una comunidad, los vestigios culturales de un pueblo extinto o a punto de desaparecer, así como ciertos paisajes naturales únicos y exóticos son algunos de los diez principios a partir de los cuales se define el patrimonio material e inmaterial de la humanidad. La primera de las colombianas entró en la lista en 1984, la más reciente fue aceptada el año pasado. Estos son los lugares y expresiones culturales de Colombia que hacen parte de esa lista:
Foto: Daniel Reina Romero / Semana
Las murallas fueron construidas a finales del siglo XVI. Cuatro arquitectos dirigieron el proyecto durante los dos siglos que tardó en ser completada esta obra en la que trabajaron miles de esclavos. Las fortificaciones de Cartagena son las que se encuentran en mejor estado en todo el Caribe y son visitadas por viajeros de todas las nacionalidades. El puerto, las fortificaciones y el conjunto amurallado entraron a la lista de la Unesco en 1984 y se convirtieron en la primera expresión colombiana en obtener esta clasificación.
Foto: AFP / Luis Robayo
Las conmemoraciones religiosas más antiguas de Suramérica son las procesiones de Semana Santa, realizadas cada año, en Popayán. Durante cinco días, desde el martes hasta el sábado, se hacen cinco procesiones dedicadas a Jesucristo, la Virgen María, la Santa Cruz, el Entierro y la Resurrección, La procesión del Viernes Santo representa la Pasión de Cristo y los momentos previos a la crucifixión. Quienes participan en las procesiones asumen roles específicos como el sacerdote, los portainsignias o el carguero, quien lleva las estatuas y es la figura central de las procesiones.
Foto: AP
Tiene su origen en las celebraciones traídas de España y en las fiestas de esclavos en la época de la colonia. La instrumentación, música y danzas se inspiran en tradiciones africanas y se mezclan con la identidad barranquillera y caribeña. Es una muestra del mestizaje de nuestro país y la celebración folclórica más importante en Colombia. Durante cuatro días Barranquilla detiene sus actividades cotidianas y recibe a miles de visitantes.
Foto: Andrés Hurtado
Este parque fue declarado en 1994 como Sitio de Patrimonio Natural Mundial por la Unesco debido a su importancia en el intercambio de fauna y flora entre Centro y Suramérica. Se encuentra ubicado bajo jurisdicción de los departamentos del Chocó y Antioquia. En su territorio se presenta una gran diversidad socioeconómica y cultural entre las poblaciones asentadas en las áreas aledañas (afrocolombianos, indígenas y mestizos). Aunque representa una pequeña área del territorio del país contiene cerca del 30% de las aves registradas para Colombia. Según Parques Nacionales, actualmente, las extensiones de tierra donde domina el cativo, especie leguminosa de árboles que llegan a medir hasta 50 metros de altura sufren una gran presión a causa de la tala indiscriminada con fines comerciales.
Foto: Guillermo Torres / Semana
Localizado en inmediaciones del municipio de San Agustín, al sur del departamento del Huila, está conformado por distintos vestigios arqueológicos dentro de los que se destacan grandes figuras o estatuas talladas en piedra, muchas de las cuales hacen parte de conjuntos funerarios monumentales. Se trata de esculturas caracterizadas por diseños que combinan rasgos humanos y de animales, cuya presencia e imponencia evocan los rituales asociados a la procreación, las transformaciones, el culto a los animales y a la muerte. El carácter excepcional de estos complejos funerarios llevaría a que en 1993 el parque fuera declarado como Monumento Nacional por el Consejo de Monumentos Nacionales, y en 1995 declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, reconociendo este sitio como testimonio único y excepcional de una civilización desaparecida.
Foto: León Darío Peláez / Semana
Las estructuras coloniales que datan de 1540 hacen de este un espacio histórico único. La ciudad fue fundada a las orillas del río Magdalena y funcionó como un eje administrativo en la zona desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII. La mayoría de los edificios aún cumplen con las funciones que ejercían en la época colonial. Las iglesias, los detalles decorativos en puertas, rejas y ventanas son ejemplos de la arquitectura española en América. A comienzos del siglo XX el cambió de cauce del río Magdalena afectó económicamente a Mompox. Con la declaración del Centro Histórico como patrimonio por la Unesco en 1995, la llegada del turismo ayudó a revivir el municipio.
Foto: Juan Carlos Sierra / Semana
Según la Unesco, el paisaje cultural es el resultado de las actividades humanas en un territorio concreto. Los pueblos cafeteros han logrado combinar y mantener durante años la simetría de los cultivos de café, los bosques nativos y la arquitectura típica que fusiona patrones culturales españoles y la cultura indígena de la región adaptada a la producción de café. El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco declaró el Paisaje Cultural Cafetero (PCC) como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2011. Actualmente, el PCC enfrenta un riesgo asociado a las nuevas prácticas económicas como el turismo, haciendo que los campesinos dejen de cultivar para dedicarse a éste.
Foto: León Darío Peláez / Semana
Esta celebración en la que se mezclan las tradiciones africanas con la religiosidad popular, hace parte de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco desde 2012. Durante el mes de octubre, los 12 barrios franciscanos de Quibdó celebran la Fiesta de San Francisco de Asís con misas, desfiles y danzas. El 3 de octubre se hace descender en barca la imagen del Santo Patrón por las aguas del río Atrato, y el 4 de octubre la muchedumbre saluda el nacimiento del alba entonando himnos devotos, antes de participar por la tarde en la Gran Procesión del Santo. El Festival de San Pancho es el evento simbólico más importante de la ciudad de Quibdó. Fortalece la identidad y fomenta la unión de la comunidad, propiciando al mismo tiempo la creatividad y la innovación al revitalizar y recrear los conocimientos tradicionales y el respeto por la naturaleza.
Foto: Sandra Bessudo / Fundación Malpelo
En esta isla está una de las formaciones de corales más importantes del Pacífico colombiano. Por su aislamiento hay especies naturales únicas que solo se pueden encontrar allí y es un patrimonio natural de la humanidad. La llegada de turistas y visitantes a un espacio que había permanecido inhóspito por siglos trajo consigo amenazas que pueden afectar el santuario, como la entrada de fauna y flora externa, la degradación rocosa a causa de caminatas y escaladas e incluso la muerte de algunas especies de animales.
Foto: Juan Pablo Gutiérrez
San Basilio de Palenque es un pueblo en las faldas de los Montes de María, Bolívar. Fue fundado por esclavos que huyeron de ciudades coloniales como Cartagena en el siglo XVII. Es el primer pueblo libre del dominio europeo del continente y, gracias a que se desarrolló aislado de la influencia colonial, muchas de las expresiones culturales que trajeron los esclavos de África se mantienen a través de los siglos. Su música, gastronomía, bailes e incluso su idioma propio, el palenquero, le dan a San Basilio una identidad cultural única en el mundo.
Foto: Luis Ponce
La mayoría de los carnavales se celebran en la época cercana a la cuaresma pero el Carnaval de Negros y Blancos ocurre a principios de enero, por fuera de este calendario tradicional. Durante el día de negros la ciudad participa de una actividad lúdica en la que todos cubren sus caras con pinturas para borrar las diferencias raciales. El día de blancos se hace el desfile magno y las carrozas y disfraces coloridos exponen una muestra de las artesanías e identidad cultural de la región.
La música del pacífico sur del país es heredera de las tradiciones culturales traídas por los esclavos africanos. Las marimbas, tambores y cantos fueron el lenguaje común entre las distintas tribus antes de llegar a América. Dentro de esta música tradicional se encuentran los Currulaos, Arrullos, Chigualos y Alabados. Estos ritmos son una expresión de la identidad y forma de ver el mundo de esta población. Actualmente, el desplazamiento forzoso y la violencia en la región son una amenaza constante para estas expresiones culturales.
Foto: Carlos Miguel Varona
El Parque fue aceptado por la Unesco en la Lista del Patrimonio Mundial en 1995. Está ubicado en el departamento del Cauca, una de las regiones con mayor presencia indígena. El complejo arqueológico está compuesto por hipogeos o grandes tumbas ancestrales que son testimonio de las prácticas y rituales de las comunidades prehispánicas asentadas en dichos territorios. El descenso se hace por medio de escaleras en forma de caracol, que conducen a un enorme salón cuyas paredes se encuentran pintadas en colores rojo y negro sobre fondo blanco. Las columnas que sostienen la construcción están pintadas con figuras geométricas y en las paredes internas hay relieves esculpidos con figuras antropomórficas o asociadas a la forma humana. El parque se encuentra bajo la protección legal, científica y técnica del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH.
Foto: Archivo particular
Asentados en la península de La Guajira en la Costa Caribe del país, los integrantes de la comunidad Wayúu practican un conjunto de principios, ritos y procedimientos que, inspirados en la reparación y la compensación, les sirven como una forma de dirimir los conflictos entre los miembros de los clanes de su comunidad. La función de pütchipü’üi o palabrero recae en tíos maternos, parientes respetados en el sistema de clanes matrilineales de los wayuus, que se destacan por sus virtudes. Las compensaciones suelen ser en especie, se ofrecen collares con piedras preciosas, ovejas, cabras o vacas en aras de restablecer la armonía en la sociedad y perdonar las ofensas entre los clanes. Incluso delitos y crímenes graves, pueden ser resarcidos mediante ceremonias tradicionales que buscan la reconciliación entre las partes y el perdón de los crímenes cometidos. Las virtudes de este sistema de justicia han sido resaltadas por parte de la ONU al ser declarada por la Unesco como parte de la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010.
Foto: AFP
Las estructuras míticas y cosmológicas que componen los conocimientos tradicionales de los chamanes jaguares de Yuruparí constituyen el patrimonio inmaterial de numerosos grupos asentados a orillas del río Pirá Paraná, que fluye en el Departamento del Vaupés. Los chamanes jaguares siguen un calendario ceremonial basado en el conocimiento ancestral que es utilizado para revitalizar la naturaleza, mantener la unión en sus comunidades y prevenir o curar las enfermedades. Los rituales comprenden canciones y danzas que acompañan los procesos de curación. Se dice que los conocimientos tradicionales de los chamanes se han heredado de un mítico Yuruparí , una anaconda que vivió como persona y que encarna en las trompetas sagradas fabricadas con madera de palma. Cada grupo étnico posee sus propias trompetas Yuruparí que son utilizadas en los rituales. El Hee Biki es uno de los rituales en el que los niños varones reciben y aprenden las normas tradicionales para la preservación de la salud del cuerpo y la conservación del territorio. Esta tradición que hace parte del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad entró a la listas de la Unesco en 2011.