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ChocQuibTown

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Foto: Universal Music México

El chocó hecho música

El Hip hop y la fusión de los ritmos del Pacífico han visto la gloria en las voces de Goyo, Tostao y Slow. La agrupación ha recibido dos Grammy Latinos y ha estado en escenarios como la Copa América, Hip Hop al Parque y el Festival Petronio Álvarez.

“Dinero no hay
Pero mala vida no nos damos
Dinero no hay
Pero donde sea la montamos, y la trapiamos”

Al malecón de Quibdó le sobraba alma. Más de 1.000 chocoanos esperaban con un entusiasmo sobrecogedor el violento ritmo de ChocQuibTown y, hasta las palmeras que normalmente parecen menearse a la orilla del río Atrato como siguiéndole el paso a sus aguas, vibraban. Querían cubrir a los quibdoseños de los usuales 30 grados que hacían ese día, pero también acompañarlos en semejante jolgorio.

Goyo, Tostao y Slow, los tres integrantes del grupo, aterrizaron en la capital del Chocó para celebrar la llegada de la Televisión Digital Terrestre a Calle Quibdó, uno de los barrios con mayores dificultades de desarrollo, acceso a educación y a servicio básicos. El atardecer nunca ha sido esquivo y coquetea con los habitantes de la ciudad que tienen entre sus planes favoritos sentarse en las escaleras del malecón y despedir el día. Esa tarde no fue la excepción, y como sabía que los chocoanos tenían una cita con la música se pintó de tonos naranja. Se hizo parte de la celebración.

Aplausos. Sonrisas.

Los quibdoseños no se sorprenden al encontrarse a Goyo, a Tostao y a Slow caminando por las calles -que a veces se vuelven intransitables por la cantidad de motos que hay en la Manigua, como algunos llaman a Quibdó-. Tampoco si los ven sentados en el andén de alguna casa, o en el barrio la Yesquita por las fiestas de San Pac

Sin embargo, verlos cantar en un escenario es otra cosa. Lo disfrutan como si los tres, tan chocoanos y tan afros, los visitaran desde tierras extranjeras por primera vez. En Chocó no cuestionan su éxito, no exigen escuchar más sonidos africanos en sus canciones, solo se entregan a ellos con una pasión devoradora que seguramente el trío siente en la tarima.

Chirimía. Hip Hop. ChocQuibtown. ¡Arriba!

¿Dónde están? Se preguntaban algunos. ¿A qué hora es que van a cantar? Interrogaba una mujer mientras arrastra los vocablos. Todos esperaban, mientras soportaban el calor, a que la agrupación más representativa de ese pequeño terruño del Pacífico colombiano en el mundo apareciera con el sabor que heredaron de los días forzados que vivieron en esta zona del continente los africanos esclavizado

Goyo apareció de primera y saludó con una sonrisa eclipsante a sus seguidores, hermanos y paisanos. Allí estaba la reina del combo, vestida como una diosa africana moderna, recordando por qué su talento no solo se limita a la música y confirmando que cuando elige una prenda, elige una parte de la historia que defiende. También el empoderamiento, la fuerza de la mujer, la chirimía, el trap, el hip hop; elige un do, re, mi, fa y se vuelve sol.

Slow y Tostao la acompañaron en cada beat, con un mensaje repetitivo, pero no trillado, sobre la esperanza, el amor y los sueños. Los tres subieron al escenario a cantar, pero también a demostrarle a los suyos que no están solos en ese camino en el que las puertas se abren pocas veces, y nunca con facilidad.

Gloria. Resistencia. Cimarrones del Chocó.

Por una hora todos “fueron Pacífico” y estuvieron unidos por “la pinta, la raza y el don del sabor”. Durante un rato, los hijos de la tierra del plátano con queso animaron una fiesta que respiraba ilusión. Goyo, Tostao y Slow aprovecharon para invitar al escenario a Alexis Play, un compañero con el que asistieron a la vieja escuela y dieron inicio a su carrera artística. El cantante y productor chocoano que con el tiempo regresó a Quibdó a trabajar en proyectos como solista, se unió a la fiesta animada por un grupo de hermanos que hace años ayudó a construir.

El repertorio de ChocQuibTown parecía de antaño, pero los artistas anunciaron que aprovecharían la ocasión para lanzar y cantar por primera vez su canción Dinero no hay, primer sencillo de su álbum de estudio Sin miedo, que verá la luz en 2018. Se trata de un trap, un controversial género de letras explícitas y cuestionadas, en el que el trío musical incursionó para hablar de otras cosas, no del habitual trio de mujeres, sexo y fiesta.

Si vamo’ pa’ Europa, en primera
Si vamo’ a la USA, en primera
Y cuando nos vamo’ a Chocó siempre nos toca dizque en carretera
Que los políticos están robando bastante y no dejan siquiera un poquito
Cero proceso social, el pueblo con hambre y ellos en carros bonito

Eso dice Tostao en la mitad de la canción. Este trap podrá ser otro género, pero sus letras denuncian la realidad que los músicos vienen contando en sus letras, en las entrevistas que conceden a los medios de comunicación y en los mensajes que envían constantemente en sus redes sociales. Dinero no hay demuestra que los géneros no necesariamente tienen métrica y que ChocQuibTown es capaz no solo de desdibujar paradigmas sobre su región, sino también sobre la música, el arte y la cultura.

Los artistas chocoanos han cosechado una gloria en ascendencia y se han consolidado como un referente de lo que significa traducir una tierra en cánticos. Por eso, los creadores de canciones como Somos Pacífico han abrazado desde un Premio Shock en la categoría Pura Gozadera en 2007, hasta dos premios Grammy Latinos en 2010 y 2015. Y si bien, con el tiempo, las producciones de ChocQuibTown se han enriquecido con sonidos de otros géneros, Goyo, Tostao y Slow conservan las costumbres, la historia y la cultura del Chocó en su ritmo, sus letras y trasmite un mensaje de resistencia y honor en cada una de sus presentaciones.

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