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J Balvin

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Foto: Getty Images

La estrella latina en tiempos del ‘streaming’

Tal vez sea el artista colombiano más importante del momento. Sus canciones encantan a personajes de la talla de Obama, cerró el año como uno de los artistas más escuchados en las plataformas de ‘streaming’ y sus videos son de los más vistos en YouTube.

Se puede decir que J Balvin es un artista de y para los millenials. Nacido José Álvaro Osorio Balvin, en Medellín, Colombia, cuenta con 19,8 millones de seguidores en Instagram y más de 3.000 millones de reproducciones en YouTube. De hecho, The New York Times lo definió como un artista que “está reescribiendo las reglas de lo que significa ser una superestrella latina en una época de teléfonos inteligentes y redes sociales”.

La historia de J Balvin, la estrella, comienza en 2009, cuando la gente se comunicaba a través de sus Blackberrys y puertorriqueños como Daddy Yankee, Don Omar y Wisin y Yandel dominaban la música latina. Ese año, un tímido reguetonero antioqueño reventó las discotecas del país con canciones que cautivaron rápidamente al público colombiano. Y aunque hoy pedir el PIN ya no está de moda, el reguetonero antioqueño sigue sonando en las fiestas, en Colombia y más allá de sus fronteras.

Nueve años después, J Balvin, se convirtió en el artista colombiano con mayor proyección internacional después de Shakira. El cantante antioqueño cerró 2017 como su mejor año pues logró lo que muchos artistas latinos sueñan pero pocos consiguen, entrar por la puerta grande en el mercado anglosajón. Precisamente la canción Mi gente, que lanzó en 2017, confirmó que se trata de una referencia a nivel mundial: en 2009 canciones como Ella me cautivó y Hola qué tal sonaban en el país; en 2017 sencillos como Safari, Ginza y Mi gente sonaron en todas partes del planeta.

Pero el ascenso de Balvin no vino de la noche a la mañana. Primero se consolidó en las discotecas colombianas, y como habitual en repertorios de DJ del país, y luego, el antioqueño se abrió paso en la región con su álbum La familia, de 2013, que el valió la atención de las emisoras latinoamericanas. El disco fue nominado a los Premios Grammy Latino del 2014. Buen logro, pero J Balvin fue por más.

Ese mismo año, lanzó su primer hit internacional, Ay Vamos, canción con la que se coló en los listados latinos estadounidenses y obtuvo su primer Grammy, en este caso a mejor canción urbana de 2015. El sencillo se convirtió además en una catapulta perfecta para que otros como Ginza y Safari, esta última con colaboración del afamado productor y cantante Pharrell Williams, fueran éxitos instantáneos.

‘Mi gente’, más que un hit

La canción logró meterse en el top 10 del Hot 100 de Billboard, el listado musical más importante de la música pop en Estados Unidos. Por primera vez, un reguetonero colombiano consiguió mantener una canción suya por más de 26 semanas (y contando) en el ranking, y así codearse con figuras establecidas de la industria gringa como Katy Perry, Ed Sheeran y Calvin Harris, entre otros. De hecho, hasta llamó la atención de la cantante Beyoncé, quien grabó una versión para ayudar a las víctimas del huracán María.

El buen rendimiento de Mi gente en estos listados se debe en parte a las plataformas de streaming, desde donde, de acuerdo con Nielsen, hoy se consume la música. Para la muestra, en 2017 reportó que las reproducciones de este tipo superaron los 7.000 millones por semana.

Mi gente fue la canción más reproducida en Spotify el año pasado con 700 millones y la número 32 en YouTube con 1.500 millones de vistas. Es decir que, de las 392.000 millones de reproducciones que hubo el año pasado, Mi gente puso al menos el 0,7 por ciento (sin sumar cifras de otros servicios como Apple Music, Deezer o Tidal).

El fenómeno

Para medios especializados como Billboard, Pitchfork y Rolling Stone, el éxito de J Balvin se explica por un fenómeno que se dio en 2017: la inmersión total de la música latina en el pop. De acuerdo con Jesús López, presidente de Universal Music para América Latina y España, el éxito de Despacito, Mi gente y Felices los cuatro se debe a que el sonido latino ahora es reconocido dentro de lo que se conoce como la música popular. “Cuando una seguidora de Little Mix o un fanático de Ed Sheeran escucha un ritmo latino, no piensa: ‘Esto es un disco latino’. Simplemente piensan que es una canción de pop".

De acuerdo con cifras de la industria, el mercado latino es responsable del 27 por ciento del consumo de música en el mundo, algo que le da a los artistas de la región una visibilidad impensada años atrás. “La naturaleza gratuita de la plataforma le permite a este 27 por ciento empujar canciones hacia mercados más grandes, como el estadounidense o el europeo”, explica Alejandro Marín, director de emisoras de Todelar.

En su análisis de fin de año, Billboard explica este resurgimiento del reguetón por colaboraciones y fusiones pop, de las cuales J Balvin ha sido uno de los ejes centrales. Para 2018, Balvin anunció un nuevo disco que sucederá al exitoso Energía de 2015. Se espera que, como lo vaticina la revista estadounidense, el reguetón mantenga su impulso pues “no es una moda pasajera. Puede ir y venir, pero ya está arraigado en el tejido de la música latina, como los boleros o la salsa o el merengue”.