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La 33

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Foto: Julieta Feroz

La salsa que nació en el frío

La agrupación lanzó a finales de 2017 su nueva producción musical, con la que celebró 15 años de carrera y el crédito de ser una de las responsables de revivir la salsa.

A finales de los noventa se pensó que la salsa había muerto. Que no habría algo más allá de la Fania de los setenta, o mejor que Devórame otra vez y Aquel viejo motel. Pero en los bares de Bogotá empezó a sonar La 33, un grupo de Bogotá que ensayaba en un convento de Teusaquillo y por el que las disqueras no daban un peso.

A eso de las 12 de la noche, sonaba una versión pegajosa y fiestera de la clásica pieza de Henry Mancini para La pantera Rosa. Se trataba de La pantera mambo de la Orquesta La 33. Los dueños de templos de la salsa como Quiebra Canto, Galería Café Libro y El goce pagano llamaron a esos músicos para que tocaran esa canción que ponía a la salsa capitalina en el mapa. Los diez integrantes de esta orquesta se sentían complacidos de que su primer disco, La 33, se vendiera como pan caliente después de hacer gozar a los que se bailaban sus canciones.

Dos años más tarde, La Pantera Mambo llegó a las principales emisoras del país, cuando ya habían hecho varias giras nacionales e internacionales. Las disqueras se enteraron de que habían vendido más de 30.000 discos por su cuenta y les hicieron varias ofertas. Pero prefirieron tener contacto directo con sus seguidores, aprovechar las nuevas plataformas digitales y llevar sus hits Qué rico boogaloo, La 33 y Soledad a todas partes.

Su fórmula fue estudiar el género, retomar los sonidos de los maestros y crear algo nuevo. Y de nuevo podían ofrecer basante. Los integrantes tienen influencias del rock, el ska, el jazz y el reggae, y en su música se pueden percibir ritmos caribeños, a la vez una percusión clásica. En sus letras se entienden historias de luchas internas, de amor, desamor, de vida y danza.

El trabajo en conjunto de Sergio Mejía en la dirección y el bajo, el piano de Santiago Mejía, las congas de Alejandro Pérez, los bongos de Diego Sánchez, los timbales de Juan David Fernández, la trompeta de Roland Nieto, el saxo de Adalbert Gaviria, el trombón de Vladimir Romero, y las voces de Edgardo Garcés, David Cantillo y Guillermo Celis, los han hecho merecedores de una nominación al Grammy, cuatro Premios Shock y el Bastón de Mando Benny Moré en el festival Tempo Latino en Francia.

A finales del año pasado lanzaron su nueva producción Caliente, la quinta de su carrera y con la que celebran 15 años. Esta es, a la vez, un homenaje los grandes de los años setenta, una mano extendida al baile y una promesa de que salsa hay para rato.