Eran las tres de la tarde de un lunes frío de junio de 2019. La Mencha, una perra criolla de 5 años, daba a luz a sus tres cachorros. El parto había quedado inconcluso, nacieron dos crías de color negro y la tercera quedó atrapada en el cuello del útero, una ruptura intrauterina interrumpió su nacimiento. La Mencha se debatía entre la vida y la muerte.
Cuando el equipo de rescate de La Perla, el Centro de Bienestar Animal de la Alcaldía de Medellín, la encontró, vio en sus ojos el dolor que tenía. Hacía todo lo posible para amamantar a sus cachorros, mientras el dolor de un útero destrozado y un parto sin concluir le provocaba una hemorragia interna. La encontraron en la comuna Manrique. Estaba debajo de unos escombros, con el pelo empantanado y la cola entre las patas. La Mencha miró con ojos vidriosos a la rescatista y con ellos le mostraba su agradecimiento.
“Este centro es muy importante para nuestra ciudad porque se encarga de rescatar a los animales callejeros que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que no tienen dueño.”
- Sergio Andrés Orozco
“Este centro es muy importante para nuestra ciudad porque se encarga de rescatar a los animales callejeros que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que no tienen dueño. El equipo de La Perla les da un tratamiento adecuado para que se recuperen y puedan ser adoptados por una familia”, dice Sergio Andrés Orozco, secretario de Medio Ambiente de Medellín. El equipo de rescate tomó a la Mencha y a sus cachorros en una manta, y se dirigieron de urgencias a la sede del centro, en el corregimiento de Altavista.
Allí fue atendida por los médicos veterinarios, que en una dedicada labor de varias horas, lograron salvarles la vida a ella y a sus crías. Algunos de los animales rescatados por La Perla se encontraban en condiciones deplorables de salud, habían sido lastimados por personas, tenían heridas, estaban desnutridos y en estados psicológicos de extremo temor y tristeza. En La Perla los curan. Allí cada animal recupera la alegría y tiene la oportunidad de comenzar una nueva vida con una familia que lo acoja.
Aunque no todos corren la misma suerte. A veces algunos tienen que esperar mucho tiempo para hallar un hogar. Dice el personal del centro que el proceso de adopción de los perros negros, viejos y grandes, es el más complejo; ellos necesitan de humanos amorosos y conscientes que les puedan dar una segunda oportunidad. La Mencha logró su recuperación total en poco tiempo. Su pelo corto y rubio recobró su brillo, sus orejas y cola ahora apuntan hacia arriba, en señal de alerta y felicidad.
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Si hubiera una palabra para describir a esta perra sería nobleza. En el hospital, durante su convalecencia, ella adoptó a dos cachorros que llegaron sin madre luego de una brigada de rescate. Cada mañana la Mencha sale al sol a amamantar a sus cuatro hijos, los dos cachorros negros propios y los dos adoptados, a los que ella les salvó la vida, como si estuviera devolviendo el favor de seguir viva.
Entre enero de 2016 y junio de 2019 se han dado en adopción 2.374 perros y 1.452 gatos, para un total de 3.826 animales, lo que supera la meta del cuatrienio anterior que tuvo un total de 3.575 animales adoptados. La Mencha pronto estará lista para salir a las jornadas de adopción que se realizan a través del sitio web de La Perla, www.medellin.gov.co/laperla/, en centros comerciales, lugares públicos, centros de eventos de la ciudad y constantemente en la línea (4) 342 0275 opción 2; o en el 311 798 7303.
“En la Alcaldía de Medellín debíamos dar ejemplo. Por eso adoptamos tres perros que por sus edades y condiciones físicas nadie quería llevar a casa” - Sergio Andrés Orozco
La Mencha espera encontrar un hogar donde le den el amor que ella es capaz de entregar. Betty, Mono y Tinto , todos los gatos y perros que ha rescatado el centro habían sido abandonados en la calle; todos fueron sanados, rehabilitados, esterilizados y tienen la oportunidad de llegar a una familia. Entre enero de 2016 y mayo de 2019, La Perla ha atendido 1.508 animales entre felinos, caninos, palomas, un pato y un conejo. Cada especie entregada en adopción tiene instalado un microchip, que permite alojar la información de sus dueños y su paradero, para evitar que se extravíe y vuelva a la vida hostil de las calles.
“En la Alcaldía de Medellín debíamos dar ejemplo. Por eso adoptamos tres perros que por sus edades y condiciones físicas nadie quería llevar a casa”, cuenta Orozco. Se hizo un concurso de nombres entre los funcionarios de la entidad, y los canes fueron bautizados Betty, Mono y Tinto. Los tres viven en el piso 12 de la administración, donde está el despacho del alcalde y de la primera dama, junto con el archivo y una terraza grande donde los tres salen a tomar el sol y a jugar.
Para Orozco, cada día los medellinenses son más conscientes de que adoptar es un gran acto de amor. Mientras crezca esta cultura aumentarán los casos de segundas oportunidades. Cada semana La Perla rescata y salva la vida de decenas de perros y gatos como la Mencha, Betty, Tinto y Mono, que esperan a que la mirada de una familia amorosa se encuentre con la suya para sellar una relación de ternura, felicidad y nobleza, que permanecerá toda la vida.