El centro de Medellín es un recodo de nostalgia para los paisas. Muchos recuerdan las caminatas por calle Junín a mediados del siglo pasado, una actividad social que se extendió por décadas donde los hombres y mujeres frecuentaban billares, heladerías, librerías y cafés.
Esto sin contar con la gran vida que tenía el Parque Bolívar o la calle Carabobo, repletas de transeúntes que bebían tinto a sorbos mientras comentaban las últimas noticias. Pese a la importancia peatonal del centro, por años ha sido el territorio de buses, carros, motos y comercio sin control alguno, pero durante los últimos tres años ha ido regresando a su esencia: un pulmón urbano, un punto de encuentro e identidad, un lugar de referencia.
Son más de 56.000 metros cuadrados renovados con una inversión superior a los 33.000 millones de pesos y que tiene como joya máxima el Paseo Bolívar, un corredor peatonal que empieza en la famosa calle San Juan –conocida porque tiene cerca al Centro Administrativo La Alpujarra y la Plaza de las Luces– y termina en la ahora llamada Plazoleta de las Esculturas ubicada en la estación Parque Berrío del Metro, uno de los lugares más famosos de la capital paisa, referente en guías turísticas alrededor del mundo.
En su momento, Paula Palacio, secretaria de Infraestructura de Medellín, invitó a los medellinenses para que se apropiaran de un espacio que habían reclamado por mucho tiempo: “La invitación es para que todos recorramos el nuevo Paseo Bolívar. Lo podemos hacer caminando o en bicicleta, ya que aquí también fue construido un kilómetro de ciclorruta”.
En esta obra se incluyó la mejora de 3.706 metros cuadrados de espacio público en la calle Junín, con 2.282 metros cuadrados de andenes y el reverdecimiento de la zona con 26 nuevos árboles. Se cambiaron pisos duros por pisos blandos para permitir la siembra de 421 metros cuadrados de jardines.
Además, se instalaron 83 nuevas bancas para el descanso de los ciudadanos. Desde la Secretaría de Infraestructura se celebra que “22 fachadas fueron intervenidas, dando orden y belleza a este importante corredor peatonal y comercial. La inversión realizada por la Alcaldía de Medellín para este proyecto puntual fue de 2.393 millones de pesos.
Los recursos aportados por los comerciantes de la zona fueron 220 millones de pesos”. Uno de los puntos más ambiciosos de la renovación del centro está en el Parque de Bolívar, donde se están mejorando más de 20.183 metros cuadrados. “La obra está en ejecución y presenta un avance del 16 por ciento. Construiremos 3.721 metros cuadrados de andenes para facilitar la movilidad en el interior del parque. Sembraremos 22 nuevos árboles que se suman a los 183 ya existentes. Sembraremos 3.421 metros cuadrados de jardines para embellecer el parque e instalaremos 178 nuevas bancas”, dicen desde la secretaría, donde aseguran que la inversión es superior a los 8.000 millones de pesos.
Como se ha demostrado en sectores de Medellín como la comuna 13, las intervenciones urbanísticas puedes cambiar realidades adversas, justo el propósito que se quiere lograr con esta parte del centro que por años ha sido colonizado por el microtráfico y la prostitución. Estas obras se unirán con el corredor peatonal Barbacoas, donde recién comenzaron trabajos para entregar todo en el último trimestre del año.
Barbacoas, una calle tradicional que se conecta con la avenida de Greiff –una de tantas arterias del centro– tendrá un mejoramiento de 2.423 metros cuadrados, en los que habrá 883 metros cuadrados de andenes amplios con la siembra de árboles que oxigenen el sector. Entre las obras terminadas se encuentran la Plazuela San José, El Parque del Periodista, Playa II, Plazuela Nutibara, Corredor Boyacá y el Corredor Verde Oriental, que desde hace varios meses le ha dado otro aire a la principal vía del centro con 787 nuevos árboles sembrados, 599 que dan sombra y frescura al separador central. “Este corredor verde también tiene 112.893 plantas o especies menores; 99.082 plantas están en el separador central y 13.811 en los laterales”. Uno de los más grandes beneficios de esta obra es que logró disminuir la sensación térmica de la zona en 2°C, lo que ha aliviado las preocupaciones medioambientales de la ciudad, así como se vivió el regreso de especies animales como las mariposas y las zarigüeyas.