XXXX Desde la raíz En las zonas vecinas al Canal del Dique, en territorio bolivarense, habitan unas 400.000 personas. La administración departamental invierte en la agricultura para que estas comunidades crezcan y no les falte alimento. una gran opción: solo el de Mariala-baja cuenta con 20.000 hectáreas para Por otro lado, era urgente darles a los ribereños alternativas laborales para evitar la pesca ilegal; por ejemplo, se les ha venido vincu-lando en las 24 hectáreas de la Esta-ción Piscícola del municipio de San Cristóbal, ubicado en la subregión del Canal del Dique, donde culti-van peces que extraen solo cuando tienen el tamaño permitido, para proteger así el bocachico, la tilapia y otras especies que se desarrollan en los mismos estanques o represas. La Gobernación aspira a equili-brar el departamento social y econó-micamente, a través de programas y proyectos diseñados para propiciar la autosostenibilidad de las comunidades. “Se debe subsidiar a la gente durante un tiempo para que deje que la natura-leza se restablezca”, dice José Vicente Mogollón, exministro de Ambiente, autor de varios libros sobre el tema y la región. 85 El desarrollo rural de Bolívar no ha sido una tarea fácil para quienes han dirigido los destinos de ese departamento. En los municipios, con-vertidos desde siempre en la despensa de la región, hoy el desabastecimiento es cada vez mayor. Por eso la Gobernación ha diseñado planes para fortalecer la ca-dena alimentaria. Para ser un Distrito Especial de Desarrollo capaz de autoabastecerse, que es la apuesta del departamento, los habitantes de municipios como Arjona o Arenal, entre otros, deberían contar, por lo menos, con un mercado propio que les evite tener que salir a comprar sus alimentos a carreteras aledañas o principales, como lo hacen hoy. “La política apunta a lograr un acuerdo estratégico con los alcaldes para hacerles frente a los problemas de seguridad alimentaria, agua potable, educación y vías”, dice Danilo Contre-ras, asesor para el Desarrollo Rural del departamento. Con inversiones e iniciativas sociales se pretende recuperar el cono-cimiento agrícola para la productividad de las regiones. Pero, ¿cómo lograrlo? Datos de la Gobernación indican que 15.000 millones de pesos serán desti-nados a impulsar dos objetivos: revivir su vocación de agricultura extensiva y brindar las condiciones para comercia-lizar mejor las cosechas. El 40 por ciento de esos recur-sos (6.000 millones de pesos) se reser-varon para programas de agricultura familiar. La finalidad es beneficiar a las poblaciones aledañas al Canal del Dique por medio de una focalización autosostenible, lo que según Contreras es incluir productos como el ñame, el melón y la patilla dentro de los culti-vos primarios. “Debemos tecnificar el arroz, el maíz y la palma, cuyos cam-pos ocupan aproximadamente 8.000 hectáreas”, asegura. Pero para que estos planes arro-jen los frutos esperados, deben poten-cializarse las bondades y asumirse los desafíos de la región. Los distritos de riego de Bolívar, por ejemplo, tienen en la riqueza hídrica departamental ser aprovechadas. los primeros pobladores de sus riberas cultivaron yuca y maíz, trabajaron la cerámica y mejoraron los artefactos para la pesca. foto: diana sanchez / revista semana
ESPECIAL RIO MAGDALENA
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