Muchos se quejan de que el sistema de salud en Colombia es un desastre. Las demoras en las citas, los tratamientos que no llegan oportunamente y la deshumanización de la atención han hecho que muchos pierdan la esperanza. Sin embargo, SEMANA encontró casos de personas e instituciones que se esfuerzan por dar la mejor atención a pacientes con cáncer, una de las enfermedades más complicadas y costosas de tratar y que demuestran que hacer las cosas bien, es lograr que el sistema funcione para todos.
A menudo los médicos oncólogos se refieren al cáncer como una guerra. Y lo es pues se trata de un enemigo habilidoso, rápido y muchas veces implacable. Pero aún más duro es que esos pacientes a veces están solos. Los diferentes actores en el manejo de esta enfermedad en el país no están comprometidos con su lucha. Las quejas son permanentes: demoras en dar citas, vueltas para conseguir autorizaciones, cambios de sus EPS, barreras para entregar el medicamento. Así lo evidencia una estadística de la Fundación Rasa en la cual 50 por ciento de las tutelas interpuestas este año para obtener lo que estos pacientes por ley tienen derecho, terminan en desacato.
Pero en medio de ese panorama SEMANA encontró cuatro casos que no reflejan esa realidad: la Cohorte de Cáncer de Compensar, el programa Por ti Mujer en Cali, el Hospital de la Misericordia, líder en el manejo de cáncer infantil, y de HematoOncólogos, en Cali.
Estos programas convirtieron al paciente en el centro de su servicio y no en el mandadero de la EPS. En varios de ellos enfermeras oncólogas o navegadoras liberaron al paciente de la engorrosa tarea de pedir citas y autorizaciones. Los resultados se reflejan no solo en indicadores de salud, como se vio en Compensar, donde los tiempos de atención entre el diagnóstico y el tratamiento se redujeron en un 50 por ciento, sino en una mejor gestión financiera.
Este especial multimedia busca destacar ese esfuerzo y el de muchas personas que trabajan por los pacientes con cáncer como debe ser. El especial multimedia consta de cuatro videos de los casos mencionados y diez historias de personajes que desde muchos frentes trabajan por esos pacientes. Aunque muchos de ellos no se consideran héroes sino cumplidores de su trabajo, lo son en un sistema de salud donde cada vez el paciente se siente como una mercancía y no como un ser humano.
La invitación de SEMANA es que sirvan de ejemplo para que, así como ellos, otros hagan bien las cosas desde el principio.