Exposición temporal

Del monumento al pensamiento.

Patrimonio de Colombia para la humanidad

Catorce sitios y manifestaciones culturales de Colombia han sido reconocidos como patrimonio. Siete de ellos, en su condición de bienes materiales, han sido inscritos como Patrimonio Mundial. Los otros siete están incluidos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El conjunto de estos lugares y manifestaciones dan cuenta de la enorme riqueza y diversidad cultural y natural de Colombia.

El Museo Nacional de Colombia y la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura presentan la exposición temporal Del monumento al pensamiento. Patrimonio de Colombia para la humanidad, un recorrido por los lugares y las manifestaciones de nuestro país, inscritos en las listas de Patrimonio Mundial y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

La muestra presentará, entre otros, obras de arte de artistas como Wiedemann y Obregón; fotografías, objetos etnográficos e instrumentos musicales tradicionales como la marimba, los cununos y los guasás. Recreará, en tamaño real y con materiales originales, fragmentos de construcciones tradicionales como una maloka del Amazonas, una empalizada de Palenque y una ranchería wayúu.  Mediante la réplica de un hipogeo se presentará la pintura mural de Tierradentro. También se encontrarán herramientas y materiales con los que se construyeron fortificaciones, iglesias y catedrales durante el dominio hispánico; un paso original de la Semana Santa en Popayán, trajes típicos del Carnaval de Barranquilla  y una  carroza del Carnaval de Negros y Blancos, diseñada expresamente para la exposición por artesanos pastusos, quienes la llamaron Don Patrimonio.

La exposición: un recorrido temático

Los siete bienes y las siete expresiones declarados patrimonio mundial han sido agrupados en cinco conjuntos temáticos:

1. La herencia hispánica: El puerto, las fortificaciones y el conjunto monumental de Cartagena en el Caribe, la estratégica ubicación y arquitectura del centro histórico de Santa Cruz de Mompox a orillas del río Grande de la Magdalena, y las procesiones de Semana Santa en Popayán son ejemplo, en el ámbito mundial, de esta impronta hispana.

2. La huella precolombina: Testimonios de una ocupación temprana de grupos humanos que vienen poblando el alto Magdalena y el suroccidente del país desde hace más de 3000 años, los encontramos en lo que hoy son el Parque Arqueológico de San Agustín en el Huila y el Parque Arqueológico de Tierradentro en el Cauca, que constituyen un conmovedor y profundo legado de los antepasados.

3. Ecosistemas culturales y biodiversidad: La UNESCO ha reconocido el valor excepcional de tres entornos maravillosos de la vida en Colombia, el Parque Nacional Natural Los Katíos, el Santuario de Fauna y Flora de Malpelo y el Paisaje Cultural Cafetero.  Estos albergan una gran diversidad de especies animales y vegetales marinas y terrestres (Katíos y Malpelo), e importantes procesos de desarrollo social y cultural en un paisaje transformado por un largo proceso económico y cultural a partir del cultivo del café.

4. Mestizaje cultural festivo: A partir de 2008, la UNESCO ha reconocido como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad esa alegría festiva que recorre amplias regiones de Colombia representadas por las Músicas de marimba y cantos tradicionales del Pacífico sur de Colombia, el Carnaval de Barranquilla, heredero del folclor del bajo Magdalena y el Caribe, y el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto y su entorno andino.

5. Palabra y pensamiento ancestral: El espacio cultural de San Basilio de Palenque, el sistema normativo de los Wayúus aplicado por el Pütchipü’üi (palabrero) y el conocimiento tradicional de los chamanes jaguares del Yuruparí del Amazonas son expresiones que tienen el poder y la riqueza de sus lenguas tradicionales, un vasto conocimiento del medio y una construcción mítica y política del territorio. Su palabra y pensamiento se ubican en el centro de sus prácticas culturales, cuyo conocimiento se orienta a sanar el mundo (dicen los chamanes), resolver el conflicto (dicen los palabreros) y a afirmar la libertad y la identidad (dicen los palenqueros).

La exposición es una invitación a comprender y reconocer el significado cultural que estos bienes y manifestaciones ofrecen, destacados por su valor universal y excepcional, y a explorar sus aportes a nuestra constitución como pueblo y nación.

En conjunto forman una herencia histórica que incita a una reflexión sobre nuestro presente, y motivan nuevas maneras de percibir, sentir y comunicarnos con las comunidades portadoras de este patrimonio y con el legado moral que este entrega a la humanidad.