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La mezcla de necesidad más creatividad ha hecho que los colombianos se inventen oficios que no existen en ningún otro lugar del mundo.

Rebusque es la palabra que se utiliza para describir lo recursivo que es alguien sin empleo para conseguirse el pan de cada día. Según el DANE 2,1 millones de personas viven del rebusque y el 47,7 por ciento de la población, en edad productiva, son trabajadores informales.

Un dicho popular asegura que “el que no apuesta un huevo, no gana un pollo” y aplicando ese refrán se la pasan cientos de colombianos que se han aventurado a vivir de servicios poco usuales. El público que accede a estos servicios, inventados en Colombia, sea por curiosidad o necesidad, hace que estos oficios perduren, se repliquen y hasta creen competencia. Algunos de ellos:

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Calibradores de llantas

Un oficio que consiste en medir los niveles del aire de las llantas de los carros con una estrategia infalible: pegarle con un palo a la llanta. Casi nunca reportan el estado de la rueda, pero piden dinero: el cliente asume que sus llantas están bien de aire.

Herramienta de trabajo: un palo grueso.

Precio: aporte voluntario, al día se hacen de 5.000 a 8.000 pesos.

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Minuteros

Existen desde que se popularizó la compra de celulares. Los minuteros parecen pulpos, pues tienen muchas tiras de tela o cadenas delgadas pegadas a un chaleco, a donde atan los celulares para evitar que alguien termine la llamada y salga corriendo con los teléfonos

Herramienta de trabajo: celulares antiguos, no Smartphone.

Precio: 100, 150 y 200 pesos. Al día se hacen entre 30 y 50 mil pesos y el plan de minutos ilimitados lo consiguen a 87 mil al mes.

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Arrendadores de lavadoras

En lugares donde tener lavadora es un lujo, como zonas rurales o barrios populares, los dueños de estos electrodomésticos van de casa en casa ofreciéndoles en alquiler.

Herramienta de trabajo: lavadoras que los rentistas alzan al hombro o llevan en moto.

Precio: en el campo las alquilan a 1.000 pesos la hora. En la ciudad las alquilan 10 o 24 horas, desde 22.000 pesos.

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Peseros

Los gorditos son los que más les piden rebaja a los peseros, quienes ponen una báscula en las calles para que los transeúntes calculen sus kilos.

Herramienta de trabajo: prefieren las básculas importadas de Alemania o Francia, ya que las colombianas y chinas se descalibran con facilidad.

Precio: hace 16 años costaba 100 pesos y hoy cuesta 300 pesos. Un pesero gana unos 15.000 pesos diarios.

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Domadores de cuyes

De lo exótico que puede encontrar un extranjero cuando visita Colombia es una carrera de cuyes, curíes o ratones de Guinea. El oficio del domador consiste en adiestrar a los roedores para que ellos salgan corriendo -apenas él les diga “en sus marcas, listos, fuera”- hacia unas tazas de plástico ubicadas en el suelo. Una multitud expectante deposita monedas sobre la taza a la que cree que entrará el animal, con la promesa de multiplicar por dos o por tres su apuesta si el cuy entra a su taza. Es una práctica en vías de extinción porque es franco maltrato animal.

Herramienta de trabajo: tazas.

Precio: entre 200 y 500 pesos la participación. Al día recogen unos 50 mil pesos.

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Buscaniguas

Las niguas son parásitos -similares a los piojos- que se meten en las uñas o plantas de los pies de las personas y causan extremo dolor y picazón. Están en el campo y se les pegan a aquellos que caminan descalzos por pastizales o están en contacto con lodazales de marranos. Los buscaniguas son los expertos en sacar las niguas de los pies.

Herramienta de trabajo: aguja, petróleo y agua salada o alcohol.

Precio: los buscaniguas no cobran por su trabajo, sino que lo intercambian por productos.

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Electrocutadores

Se los ve de jueves a domingo rondando bares y discotecas. Su oficio consiste en electrocutar por diversión.

Herramienta de trabajo: un sistema de cables que lleva el electrocutador colgados al pecho y que genera una pequeña descarga eléctrica a quien los toca.

Precio: 2.000 pesos por persona. En una noche el electrocutador puede recoger 50.000 pesos.

Fotos: Sebastián Peláez

Editor

José Ángel Báez A.

Coordinadora editorial

Laura Campos Encinales

Equipo periodístico

Karen Gritz Roitman, Daniela Abella, Mónica Jaramillo Arias, Dalia Victoria Medina, Valery Rico González, José Vicente Guzmán Mendoza, Ana Luisa González, Jorge Iván Palomino.

Multimedia

José Barrera, Stéphanie Carvajal, Juan Felipe Guillén, Ivan Verano

Video

Eduardo Contreras, Juan Sebastián Correa T. , Cristian Leguizamón, Andrés Felipe Barajas, Felipe Reyes.

Colaboradores

Rodrigo Pardo, Aldemar Moreno, Martín Franco, Francisco J. Escobar, Ana Belén Sáez de Ibarra, Daniel Rivera, Julia Alegre, Paula Doria, Daniel Pineda, Carlos Marín Calderón, Carolina Vegas, Camilo Amaya, Eduardo Arias, Andrés Palpati, Diana Pachón, Fredy Nieto, Juliana Villegas, Catalina Gallo, Daniela Ruiz, Juan Francisco Molina.

Fotografía

León Darío Peláez, Guillermo Torres, Daniel Reina, Juan Carlos Sierra, Carlos Julio Martínez, Esteban Vega La-Rotta, Pablo Monsalve, Danilo Canguçu, Sebastián Peláez, AFP, Getty Images.

Ilustraciones

Gabriel Peña