Querida Maria: mi caso es el siguiente. Estoy casada hace quince años. Con mi esposo tenemos un hermoso hijo de diez años. Cuando el niño tenía dos tuvimos una crisis en nuestro matrimonio. Mi esposo siempre tuvo muchas dudas del matrimonio y me decía muchas veces que se quería separar. Él siempre hacía viajes, se iba a estudiar, duraba meses por fuera y yo siempre lo esperé. Pero ya con el niño yo no quería que él volviera a irse. Él se inventó otro viaje a estudiar a Estados Unidos y a mí me dio mucha rabia. Tenía mucha amargura y desilusión. Finalmente él se fue y yo entré en rabia y por las ganas de vengarme me enredé en una relación que no debí haber tenido. Finalmente él se regresó porque yo le dije que me iba a separar. Él se enteró de todo lo que yo hice. Finalmente terminamos separándonos por un año.
Luego él volvió a buscarme y como yo siempre lo he querido pensé en mi hijo y regresé con él. De esto ya hace 7 años, pero no sé si fue la mejor decisión que pudimos tomar. La vida en pareja es terrible. No hay un solo día en que no me recuerde lo que paso. Me echa a mí la culpa de todo. Calcularás como me trata cuando esta bravo (ud es una ... ud acabó el hogar...etc). Él está muy dolido porque yo tuve una perdida de un embarazo y perdí mis trompas y no puedo tener más hijos de forma natural. Y él me culpa por eso y por todo.
En la actualidad casi no dormimos juntos. Solo por ahí una o dos veces por semana. Vive aburrido y dice que nuevamente se quiere separar. Si tenemos vida íntima pero siento que es lo único que tenemos. Por ahi cada 15 días y es en lo único en que nos entendemos.
No sé qué hacer porque el vive en mi apartamento. Y pues no se va. Pero se queda y parece vivir amargado. Sé que el niño lo pone a pensar en si irse o quedarse. Tiene muchas confusiones y la verdad yo no sé qué más hacer para que pueda olvidar todo. O para que sí realmente me quiere se quede pero ayudando a salvar este matrimonio agónico. No soy perfecta pero es que yo sola no puedo. No sé si luchar. O darme por vencida.
Hola querida: Suena a que estás durmiendo con el enemigo. No tiene sentido defender un matrimonio en el que ya no hay respeto, ni admiración ni cariño.
Las situaciones que me cuentas rebasan el límite de lo que yo considero tolerable. Terminar una relación de maltrato no es darse por vencida, es darse el lugar que te corresponde, lejos de las ofensas, de los errores, de las culpas (en las que no creo) y del peso del pasado. Hay bastantes asuntos que encienden mis alarmas con respecto a tu pareja. Considero que es importante que cambies tu situación para poder evolucionar y sentirte plena.
Si necesitas mis herramientas para que te ayude a que des el paso, con mucho gusto te puedo ayudar con mi consulta particular por whatsapp.
Será un placer ayudarte!
Este es mi whatsapp para confirmar tu videollamada.