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En la campaña Claudia López ha dicho que piensa extender la primera línea del metro hasta Suba y Engativá, en el occidente de Bogotá. Para ello, ha planteado que utilizará 2 billones de pesos que saldrán del presupuesto que se tenía previsto en la troncal de TransMilenio por la Séptima. Este dinero corresponde al 30 por ciento que debe asumir el Distrito, porque el restante 70 por ciento lo asume la Nación. Según el gerente de la Empresa Metro, Andrés Escobar Uribe, la línea a Suba tendría 13 kilómetros de longitud, así que si se hace elevada su costo sería de 7,4 billones de pesos, dato al que se llega utilizando el costo/km de la primera línea del metro. Por tanto, el Distrito tendría que poner de su presupuesto 2,4 billones de pesos. En caso de que sea un metro subterráneo el costo se incrementaría en un 19 por ciento, es decir, valdría 8,8 billones de pesos en total. López también quiere apostarle a una red de metros ligeros, con capacidad de 25.000 pasajeros hora sentido. Propone sacar adelante el Regiotram -al que llama una segunda línea- y que conectaría con trenes eléctricos a Facatativá, Funza, Madrid y Mosquera hacia la primera línea del metro.
En un gobierno de la exsenadora el metro será el eje del sistema de transporte de Bogotá y no el Transmilenio. Solo hará más troncales siempre y cuando sirvan para alimentar la línea de metro. Asegura que la Séptima sí debe ser intervenida, pero de otra forma: con un corredor ecológico, eliminando las intersecciones que congestionan la avenida con deprimidos y usando, según lo determinen estudios de viabilidad, un sistema de metro ligero, tranvía o buses eléctricos.
La visión de ciudad de Claudia tiene como eje transversal la “cultura ciudadana”, la cual implementó con éxito Antanas Mockus en sus dos alcaldías. Este enfoque está presente en las propuestas de seguridad y convivencia, en la promoción de hábitos de vida, ciudadanía ambiental, manejo de residuos y consumo responsable. Así como en los colegios con una “educación ciudadana para la paz” que ayude a fomentar el respeto por lo público. López enfoca este concepto en sus prioridades y, por ejemplo, señala que la más importante es la “pedagogía por la igualdad” para combatir el racismo, el clasismo, el machismo y la xenofobia. El respeto a la diferencia también implica eliminar la discriminación y violencias hacia la comunidad LGBTI+. “Todos tenemos el derecho a ser felices sin importar a quién amemos”, asegura López.
Claudia López sería la primera alcaldesa de Bogotá elegida por voto popular y, por tanto, ha dicho que plantea dirigir una mayor atención a esta población. Crearía siete Centros de Prevención, Protección y Convivencia para atender las 24 horas las denuncias por violencia de género, intrafamiliar y contra la niñez. Para prevenir la violencia basada en género, López quiere promover las “nuevas masculinidades y el rechazo al machismo”, un cambio cultural para reducir los estereotipos de género que intentaría atacar el acoso callejero, la violencia en las parejas y el feminicidio. Además, buscará reducir el embarazo adolescente. Aunque reconoce que Peñalosa y los alcaldes anteriores han hecho un buen trabajo en este aspecto, se traza una meta más ambiciosa: cero casos en menores de 14 años. Le apostará a la formación en derechos sexuales y reproductivos.
Claudia López considera que hay cinco aspectos que van mal en Bogotá: la protección del medioambiente, la corrupción, el metro, la falta de educación superior gratuita para jóvenes, mujeres y mayores, y la seguridad. Sin embargo, cree que el alcalde Enrique Peñalosa también ha hecho bien la tarea en otros aspectos y por eso quiere apostarle a la famosa frase de “construir sobre lo construido”. Terminaría las obras de colegios que están en curso. La exsenadora también culminaría la construcción de los nuevos hospitales en Usme y Bosa y el complejo hospitalario San Juan de Dios. La Veeduría Distrital ha señalado que supervisar la gestión de estas obras es uno de los principales retos del próximo inquilino del Palacio Liévano. Claudia López también continuaría con la plataforma Sexperto, seleccionada como una de las mejores iniciativas en el mundo en temas de prevención y atención de la maternidad y la paternidad temprana.
Este será uno de los principales retos de Claudia en caso de quedar electa. Al ser una de las principales promotoras de la consulta anticorrupción la ciudadanía estaría muy atenta a cualquier asomo de corrupción en el Distrito. En sus propuestas está la lucha frontal contra la corrupción. Bogotá tiene un presupuesto billonario y para el 2019 fueron aprobados 25,6 billones de pesos, así que López se pone una vara alta con esta promesa."He manejado miles de millones en mi vida, no se ha perdido ni un peso", aseguró.
Claudia López abriría al menos 20.000 cupos de educación superior gratuita con la creación de la Agencia de Ciencia, Innovación y Educación Superior de Bogotá, que ofrecería programas técnicos, tecnológicos y profesionales que le apunten a las necesidades de la región. Está dirigido a jóvenes, a personas que desertaron y a “adultos marginados por el sistema educativo”. Como sería gratuito entonces los estudiantes no quedarían endeudados ni con los bancos ni con el Icetex. “Queremos que gracias a ese nuevo sistema de educación superior no haya más jóvenes endeudados con Icetex o que ni estudian ni trabajan”, asegura López. Lo que no aclara en su programa es de dónde saldría la financiación para la agencia. Durante la campaña Claudia aseguró que apoyaría a los maestros. Plantea que el Distrito apoye a 5.000 docentes hasta con el 70 por ciento de sus posgrados.
La seguridad es el problema que más preocupa a los bogotanos. López propone que el sistema de seguridad y justicia funcione 24 horas / 7 días a la semana. Quiere hacer cinco Centros de Seguridad y Justicia en los lugares neurálgicos de la ciudad, de las cuales harán parte las nuevas Unidades de Reacción Inmediata (URI), que se duplicarían a 10. En cuanto al pie de fuerza Claudia López no plantea multiplicarlo sino estar al frente de la Policía y volverla más efectiva. Calcula que en la calle estén por lo menos 2.000 policías patrulleros por turno.También plantea utilizar la tecnología en el modelo de seguridad, es decir, identificar las zonas con mayor incidencia de delitos y preparar una intervención a partir del análisis de datos, coordinación de cámaras, denuncias ciudadanas, línea 123, botones de pánico, alarmas comunitarias, e información de inteligencia.
A lo largo de su plan de gobierno, Claudia López repite que ante la protesta no habrá represión, sino diálogo. Esto va en consonancia con el enfoque de cultura ciudadana. Incluso plantea modificar las condiciones de las manifestaciones para que más organizaciones y expresiones sociales lo puedan hacer. En cuanto a los habitantes de calle también asegura que prevalecerá la prevención y la atención sobre la represión.
López asegura que no construirá “obras de endurecimiento en ningún humedal”. Además, quiere avanzar en la etapa de restauración de la reserva Thomas van der Hammen, y prestará especial atención a su equivalente en el sur: el parque Entre Nubes y la zona rural de Usme y Ciudad Bolívar. “Implementaremos todos los mecanismos necesarios para proteger el sistema de páramos desde Sumapaz hasta Chingaza”, explica.
