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Si Hollman Morris llega a la Alcaldía de Bogotá tomaría una decisión que tendría consecuencias jurídicas para la ciudad y la Nación: reversaría el contrato que se acaba de adjudicar para construir el metro elevado, con el fin de apostar por el metro subterráneo. Incluso, el candidato ha anunciado que en los primeros seis meses de su mandato se podría abrir la licitación de esta última obra, pese a que el Gobierno Nacional ya le dio su respaldo al proyecto que se consolidó durante la Alcaldía de Enrique Peñalosa. En todo caso, Morris ha dicho que el metro subterráneo sería el eje de la movilidad durante su gobierno.
El plan de Morris es poner en marcha la construcción de los tranvías de la Carrera Séptima y la Avenida 68, al igual que los cables aéreos en la localidad de San Cristóbal y Ciudad Bolívar. El corredor del occidente iría de la Estación de la Sabana hasta Facatativá (y también tendría un tramo hacia el aeropuerto El Dorado). El corredor hacia el sur también saldría de la Sabana y llegaría hasta Soacha. Con el Tren de Cercanías, Morris buscaría recuperar tramos de infraestructura ya existentes en la ciudad, cubriría unos 90 kilómetros de distancia y buscaría una inversión de unos 1,5 billones de pesos.
En el plano ambiental, la alcaldía de Morris pondría el foco en la “planeación alrededor del agua y el respeto de los ciclos naturales y ecológicos”. Con este propósito, Morris buscará que la Reserva Thomas van der Hammen sea el “bosque urbano más grande de América Latina”, aunque no existe claridad de dónde saldrían los recursos para sacar adelante esta iniciativa. De acuerdo con la agenda ambiental del candidato de la Colombia Humana, y al igual que propone Carlos Fernando Galán, también sembraría un millón de árboles en toda la ciudad. Sin embargo, hay varios factores que hacen poco probable que se cumpla este objetivo. Peñalosa, que se propuso plantar 500.000 árboles en su alcaldía, ha llegado a 312.000, haciendo plantas diarias en incluyendo las cifras de replante. Además, según diferentes expertos no hay espacio suficiente en la ciudad para plantar dicha cantidad de árboles.
Además de los problemas que enfrenta TransMilenio en materia de movilidad, también supone un desafío en seguridad. A pesar de la inversión que se ha hecho, los delitos no dan tregua en la capital. El año pasado el Distrito invirtió más de 160.000 millones de pesos en la instalación de 3.300 cámaras de seguridad en vagones, túneles y zonas de alto riesgo dentro del sistema. La estrategia ha intentado cubrir 19 localidades, pero las cifras de robos de celulares siguen disparadas, superando los 60.000 dispositivos en 2018. Morris enfrentaría este asunto instalando más cámaras, con el fin de reducir el tiempo de respuesta ante las llamadas de alerta, así como identificar las estructuras criminales que delinquen dentro del sistema. También estaría evaluando la formación de miembros de la Policía especializados en atender y enfrentar el crimen y el orden público dentro de las estaciones de TransMilenio.
Morris ve el problema de las drogas como un asunto de salud pública. Ha recordado en varias ocasiones la labor de las ‘casas refugio' para los habitantes de calle durante la administración de Gustavo Petro, en donde se les ofrecían servicios básicos a la población drogodependiente y se les intentaba integrar en un sistema de desintoxicación. El candidato de izquierda también ha sido crítico con las medidas del alcalde Enrique Peñalosa para combatir las bandas criminales y las redes de microtráfico, manifestando que estos problemas no se solucionan sólo con la mano de la Fuerza Pública. Morris intentaría implementar las estrategias en materia de seguridad de la alcaldía de Gustavo Petro, a pesar de que los números no fueron demasiado alentadores. En comparación con el último año de la administración Moreno-López, los hurtos a personas subieron un 55 por ciento; los robos de motos, un 74; de bicicletas, un 122, y al comercio un 85 por ciento. En donde Petro consiguió números alentadores fue en los hurtos a residencias (-28%) y automotores (-26%).
De llegar a ser alcalde, Hollman Morris ha dicho que trabajará para convertir a la Universidad Distrital en una de las mejores del país. Ha propuesto construir el Campus Universitario Distrital, otorgando 30.000 cupos nuevos en la institución. Sin embargo, su idea de llegar a los 250.000 estudiantes en la institución ha sido cuestionada por diferentes sectores. El experto Ignacio Mantilla, exrector de la Universidad Nacional de Colombia, advirtió que la propuesta de los 250.000 nuevos cupos en la Distrital no tiene fundamento financiero, ya que dicho centro de educación superior tendría que multiplicar su presupuesto por 35. Además, tendría que vincular a unos 2.000 nuevos docentes. Este tipo de cambio le ha tomado décadas de trabajo y esfuerzo a otras instituciones educativas del continente.
Para Morris, la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) es clave para hacer de la capital una ciudad ‘inteligente’. Con redes de banda ancha y el despliegue de estructura de fibra óptica, se garantizaría una amplia cobertura de redes Wi Fi de alta calidad y velocidad. Esta iniciativa, además de favorecer a los ciudadanos con conexiones a lo largo y ancho de la ciudad, también ayudaría al análisis de información y toma de decisiones en materia de gestión pública.
En el terreno del empleo, Morris ha identificado cuatro ejes para hacer de Bogotá el motor de la economía nacional. El primero es potenciar la atracción de inversión; el segundo, enfrentar el desempleo juvenil; el tercero, reactivar la economía para fortalecer las microempresas, las cuales, según el candidato, constituyen el 88% del ecosistema empresarial de la ciudad, y el último, reducir la brecha laboral entre hombres y mujeres. En Colombia, el 51 por ciento de la población en edad para trabajar la constituyen mujeres, las cuales afrontan una tasa de desempleo del 12,7 por ciento, una cifra que está 3 puntos más arriba del promedio y más de 5 puntos por encima de la tasa de desempleo de los hombres, según la Encuesta Nacional Sindical (ENS).
Para Morris, el peso tributario que recae sobre Bogotá es muy elevado. Para él, el gobierno no ha respondido como debería a políticas impositivas de la capital, como la actualización del predial, la reducción de la injusticia tributaria y el aumento de los niveles de recaudo de impuestos. De acuerdo con su campaña, Bogotá aporta el 40 por ciento de los impuestos de renta e IVA, y recibe muy poco del Sistema General de Participaciones, por lo que intentará aliviar la presión fiscal de los capitalinos.
De acuerdo con Migración Colombia, a corte de junio de 2019 son más de 313.000 los venezolanos que viven en Bogotá. Morris dice que "si siguen incendiando Venezuela, la única damnificada por el drama humanitario de Venezuela será Colombia, especialmente Bogotá". Ante esta preocupación, el candidato plantea un programa de respeto integral a los derechos humanos de los migrantes, el cual incluiría la creación de una ruta humanitaria con el fin de definir cuántos son, qué necesitan y cómo incorporarlos a las dinámicas de la ciudad.