En lo que va corrido de 2019 se han presentado en promedios seis acciones violentas por mes contra los miembros del partido Farc. Radiografía del desangre.
Han sido asesinados del 01 de noviembre de 2016 al 20 de junio de 2019.
137 excombatientes de la Farc
Los departamentos donde más casos se han presentado:
Cauca
26
Nariño
23
Antioquia
17
Caquetá
13
Norte de Santander
10
Asesinatos selectivos de firmantes del Acuerdo de Paz en proceso de Reincorporación.
Investigaciones abiertas por la Fiscalía
Por homicidio
115
Intento de asesinato
16
Desapariciones forzadas
11
De 69 hechos esclarecidos entre atentados, asesinatos y desapariciones forzosas desde la firma de los acuerdos de paz, 25 fueron cometidos por grupos al margen de la ley.
Territorial
Procentaje de crímenes contra excombatientes acontecidos en zonas rurales alejadas de las cabeceras municipales:
70%
Los asesinatos, en su mayoría, coinciden con las zonas priorizadas por el acuerdo de paz para desarrollar los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial
Victimarios
Disidencias
25 víctimas
Particulares
9 víctimas
El Clan del Golfo
8 víctimas
Organizaciones criminales urbanas
8 víctimas
ELN
8 víctimas
EPL
5 víctimas
Otros
3 víctimas
Fuerza Pública
2 víctimas
Caparros
1 víctima
Las disidencias son el principal verdugo de los exguerrilleros de las Farc en proceso de reincorporación, según la Fiscalía.
Pero los excombatientes no son los únicos que sienten la oleada violenta, sus familias también. Al menos 35 hechos de violencia han ocurrido contra ellos. En su mayoría, asesinatos.
El último hecho reprochable ocurrió el pasado 15 de abril en La Guajira donde fue asesinado el niño Samuel David, de escasos 7 meses de edad, cuando personas no identificadas atentaron contra su padre.
Capítulo 1
Los crímenes simultáneos que enlutaron a la Farc
Capítulo 2
Diálogos que se repiten
Capítulo 3
Asesinato de excombatientes: tiros mortales al proceso
Capítulo 4
“Hay una política de acabar con el acuerdo de paz”
Capítulo 6
Radiografía de los asesinatos contra exguerrilleros de las Farc-EP: la violencia continúa