Con seis meses de embarazo esta mujer guarda la esperanza de ubicar a su familia antes de dar a luz.
Desde hace tres meses Jennifer tiene su propio celular. Ahora que algunos de sus compañeros del Frente 55 tomaron rumbos distintos es más fácil estar en contacto con ellos, además de los “amigos civiles” que ha conocido en el camino.
Hace 17 años perdió el rastro de su familia. Ni una pista tiene de ellos. “No he podido encontrarlos. Estoy buscado en internet contactos. Mi padre murió cuando yo tenía 7 pero aún me queda mi mamá y mis hermanos”. Jennifer guarda la esperanza de que sean ellos los que ayuden a escoger el nombre del niño o la niña que lleva en el vientre. “He buscado nombres en Facebook, Junior es uno de los nombres recomendados”, dice.
Aunque en la zona veredal de Icononzo encontró una posibilidad de ubicar a los hermanos que dejó en Cundinamarca, ella piensa seguir participando en el partido que se cree una vez los más de 6.500 miembros de esa guerrilla dejen las armas. Me gustaría estudiar derecho, aunque también quiere aprovechar lo que ha "aprendido de computación”.
El embarazo lo ha llevado bien, no tolera las comidas ácidas. Como casi todas las mamás del campamento lo ha llevado sola, aunque a eso no le ve ningún lío porque hay cosas que le preocupan más. “Tengo un problema hereditario que no está bien diagnosticado”.