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Lo que el oro
se llevó

Del espeso y verde bosque del que está lleno Condoto, no hay mucho que decir, solo que desde hace unos seis años, a ‘Mandinga’, el entable minero más cercano al casco urbano del municipio, llegan cada día alrededor de treinta hombres y mujeres a excavar en las profundidades de la tierra buscando oro y platino. Si bien, todos llegan con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida, los estragos que deja esta práctica preocupan a muchas entidades.

El noventa por ciento de la actividad minera en la que se utilizan retroexcavadoras y maquinaria pesada es ilegal, según la Defensoría del Pueblo y la Corporación Autónoma Regional (Codechocó). Según él, la práctica tradicional se ha abandonado por un negocio lucrativo, que a diferencia de la minería artesanal, parece no tener control.

“Ahora esto acá está solo porque donde vengan los mineros, el Ejército nos prende las retros, pero a mí como solo me pagan por cuidar, me toca venir siempre”, comentó uno de los vigilantes del entable minero ubicado en la zona de Condoto denominada ‘Mandinga’, quien pidió que su identidad fuera protegida.

Mandinga, Condoto.
Mandinga, Condoto. Fotografía: Klarem Valoyes Gutiérrez

Aunque habló poco, él conoce perfectamente cómo funciona el negocio. En estos entables, por lo general, operan dos máquinas excavadoras, con motores de ACPM de alto cilindraje y un clasificador de metal que separa el oro y el platino de la jagua (1). El panorama, aunque normal para él, puede estar afectando su organismo y el de todos los mineros que se exponen al mercurio que utilizan para separar más rápido el mineral, porque a pocos metros de donde está sentado, las perforaciones que dejan las retroexcavadoras se han disfrazado de lagunas color esmeralda.

El fondo de estas aguas estancadas está lleno de animales muertos por la contaminación, rodeados de metros de arena y barro que apilan estas máquinas para facilitar el trabajo. El resultado de la remoción realizada por estas maquinarias no es de proporciones pequeñas. Las retroexcavadoras levantan el lecho del río, dicho cieno es el que es depositado en la rivera modificando radicalmente el paisaje.

A esto último se puede reducir el panorama de la minería en el Chocó, el primer departamento productor de oro en Colombia, con unas 30 toneladas al año, de acuerdo con el Banco de la República. La explotación de oro y platino en esta región ha estado ligada desde sus inicios a una labor de carácter ancestral, permitiendo que en la época de la conquista y la colonización, fueran trasladadas poblaciones desde África hasta el Pacífico colombiano.

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Maquinaria pesada vs. minería artesanal

La extracción con maquinarias pesadas fue una alternativa a las formas como se trabajaba la minería y, poco a poco, se convirtió en la principal fuente de ingreso de los nuevos habitantes del departamento que llegaban en masa desde otras regiones, como Antioquia.

El auge del trabajo semi-industrial en el Chocó comenzó hacia 1885, con la afluencia de empresarios de la zona minera antioqueña, que se vieron atraídos por el precio del oro, precisó Yasiris Ruiz, una mujer que trabajó en entables mineros desde su infancia. Con la llegada de las primeras retroexcavadoras, a comienzos de los años noventa del siglo XX, estas dinámicas cambiaron y el proceso se industrializó. La tecnología minera trajo al departamento dragas, motores de gasolina y motobombas.

Desde 1985 llegaron a Condoto empresas mineras con la intención de extraer oro y platino en grandes cantidades. Los habitantes de la región que tenían minas artesanales y sembraban sus alimentos alrededor de la cuenca del río, tuvieron que compartir la tierra con el nuevo negocio. “Ellos llegaron con todo, si la gente de acá hubiera sabido lo que se les venía, seguramente habrían hecho frente de alguna manera”, explicaba Cándido Rivas, un exminero de la región.

Hoy, a pesar de las investigaciones adelantadas por entidades ambientales como Codechocó, el número de estos aparatos es difícil de precisar, pues la mayoría de ellos no operan con licencia, aun así, se encuentran por casi toda el área minera del litoral de San Juan en el Chocó. En el 2015, según lo denunciaron los periodistas de Caracol Radio Diana Calderón y Jair Mosquera, solo en Condoto, la minería ilegal movía 1.600 millones de pesos semanales y la minería a cielo abierto dejaba en el país casi 62.000 hectáreas de selva afectada. Los comunicadores se insertaron en el San Juan chocoano y a través de su trabajo pudieron describir las dinámicas que se mueven alrededor del negocio. En una entrega radial, relataron lo que según Alcides Ayala, investigador del Instituto de Investigaciones del Pacífico es un emporio de lavado de dinero con el que se haría pasar como oro chocoano, el metal ingresado al país desde Panamá y Sudáfrica. Los periodistas entregaron las cifras ofrecidas por la Federación de Mineros del Chocó.

Minería de maquinaria pesada: un desafío creciente

  • Entrada a una mina de maquinaria pesada
  • Maquinaría Pesada
  • El helicóptero vigila que no haya actividad de extraccción.
  • Pozos que dejan las retroexcavadoras
  • Máquina clasificadora del metal
  • Pozos de agua contaminada
  • Negro’ cuida la mina

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En el 2016, la Oficina contra las Drogas y el Delito de la ONU, advirtió que la minería de aluvión (3) ha afectado los afluentes en los municipios de Istmina, Medio San Juan, Nóvita, Condoto y Tadó. La mayoría de esta actividad, según el informe, es ilegal, pues el 60 por ciento del área detectada no coincide con las licencias ambientales, amparo de títulos o solicitudes de legalización exigidas para su funcionamiento.

Sumado a este contexto, el mercurio, que se utiliza para separar el oro y el platino de la jagua pone en peligro al medio ambiente, a las comunidades pesqueras, y al ejercicio de actividades domésticas de muchas mujeres que utilizan el agua de los ríos San Juan, Baudó y Atrato para sus labores.

Sin embargo, la ilegalidad no es el único problema de la minería en Condoto. En el municipio han operado multinacionales (con capital extranjero), con licencias para la explotación de metal, como la Condoto Platinum Limited y la Chocó Pacífico. Estas empresas llegan al departamento con la promesa de construir proyectos de infraestructura, transporte y tecnología, pero al final, según lo expresan los habitantes del municipio, las condiciones y la calidad de vida sigue igual.

El dinero de la minería en Condoto sale por el aeropuerto El Caraño de Quibdó y en el departamento queda la preocupación por el impacto negativo que la destrucción que las fuentes hídricas tiene sobre la alimentación de la comunidad, pero el daño ambiental no solo es producido por la minería ilegal, como lo han denunciado los medios de comunicación del país. Según el estudio de la ONU, “tan solo el 40 por ciento (de la actividad) presenta relación con algún tipo de permiso y solo el dos por ciento cumple con todos los requisitos para la explotación”. Esto quiere decir, que incluso aquella actividad realizada con licencias de autorización, representan un riesgo en el medioambiente de las zonas en las que se practica.

“La gente ahora se encuentra en una situación difícil porque las ‘retros’, esos monstruos, acabaron con lo que se hacía aquí a diario”, explicó Ensa Mosquera Hinestroza, una habitante de Condoto que hoy vive del comercio. Como ella, la participación de las mujeres en la minería artesanal ha sido significativa, incluso cuando actualmente, la práctica se ha reubicado alrededor del trabajo minero semindustrial.

Los pozos abiertos por las retroexcavadoras son trabajados por grupos de mineros que aprovechan las huellas que la tecnología va dejando por los ríos, para realizar “artesanalmente” la extracción de estos materiales. “La gente va a las minas que trabajan con maquinaria pesada y aprovechan que la tierra ha sido removida para saltarse parte del proceso que normalmente se haría de manera manual”, comentó Alexander Mosquera Quinto, aclarando que en muchas ocasiones esto se hace alrededor de la minería ilegal.

De esta forma nació una actividad denominada como barequeo (2), que hoy se ha reubicado en más de 50 entables en todo el Chocó de la siguiente forma: mineros de diferentes lugares viajan hasta los entables y solicitan permiso para trabajar alrededor de las grandes máquinas. “Muchas de estas ‘retros’ operan con licencia del gobierno y sí, la gente ha negociado sus territorios, pero lo ha hecho porque creían que esta era la forma más efectiva de superar sus problemas económicos”, comentó Alexander, quien aprendió a los ocho años la extracción de metales. Según él, la práctica tradicional se ha abandonado por un negocio más lucrativo que parece no tener control.

Sin bosque, con animales desplazados por la irrupción de retroexcavadoras en su hábitat, pozos llenos de fango y agua contaminada: así es la radiografía de ‘Mandinga’, un lugar que queda a menos de 15 minutos de la última casa de Condoto.

Minería Artesanal, informal, ilegal y de mediana y gran escala Minería Artesanal, informal, ilegal y de mediana y gran escala
La diferencia entre las formas en las que se realiza la minería abarcan una complejidad mayor. Con frecuencia, las líneas que diferencian por ejemplo, la minería ilegal de la criminal se cruzan sin que exista una delimitación clara sobre ello. Esto corresponde a la reubicación de varias de estas actividades, a la participación de nuevos agentes y a los conceptos legales cambiantes en las políticas públicas de minería y el código minero. Respecto a la actividad ilegal, por ejemplo, el Ministerio de Minas la define como aquella desarrollada de manera artesanal e informal, al margen de la ley. Sin embargo, esta asociación suele realizarse en los medios de comunicación con aquella realizada por grupos armados ilegales o por negocios que involucran lavado de dinero y otros delitos. Este cuadro explica de manera general los autores y la finalidad de cada una de ellas según las definiciones actuales del Ministerio de Minas, sin desconocer que pueden presentarse casos en los que estos no solo se crucen sino que hagan parte de la coyuntura nacional en la que su definición no sea suficiente.

La ruta del oro

Por siglos, los mineros artesanales del Chocó han visto escondido entre la tierra uno de los metales con mayor valor económico en Colombia: el oro. Sin embargo, para ellos la minería no representa solamente una actividad económica, sino también identidad y cultura. Este es el proceso de extracción del oro:

Glosario

1. Material de polvo de oro y partículas de óxido de hierro de donde el oro es separado. No tiene ningún valor y es lo que se elimina en la limpieza del metal precioso.
2. El barequeo se entiende que es la actividad que se contrae al lavado de arenas por medios manuales sin ninguna ayuda de maquinaria o medios mecánicos y con el objeto de separar y recoger metales preciosos contenidos en dichas arenas. Igualmente es permitida la recolección de piedras preciosas y semipreciosas por medios similares.
3. Según el Ministerio de Mina, es la actividad minera adelantada en riberas o cauces de los ríos; también se emplean métodos de minería aluvial para la extracción de minerales y materiales en terrazas aluviales.

Autor: Klarem Valoyes

Fotos y videos: Klarem Valoyes

Tutor: Óscar Parra

Proyecto Universidad del Rosario

2018