Leer sus palabras me genera un profundo sentimiento, una mezcla de tristeza con remordimiento, pero, sobre todo, una admiración increíble. Leer su carta me hace sentir, por una pequeña fracción de segundo, el dolor que sentiría si perdiera a mi familia, el solo imaginarlo me arruga el corazón y pensar que esa es la dura realidad de miles de familias en nuestro país me genera una gran angustia.

Sin embargo, leer sus fuertes palabras sobre la constancia, sobre no rendirse y aplicar lo aprendido de su padre, me genera una gran admiración, genera esperanza y motivación. Admiro a todas las víctimas de este terrible conflicto que ha vivido el país, y principalmente, lo admiro a usted quien ha seguido luchando por conocer la verdad, quien se ha mantenido firme ante las duras adversidades, y quien ha demostrado que es posible seguir adelante.

Admiro su fuerza y su valentía mientras lamento profundamente que estas se pongan a prueba bajo condiciones tan duras, ruego porque nadie tenga que volver a demostrar estas valiosas características en el marco de estos acontecimientos tan crueles e injustos, pero principalmente ruego porque usted, su familia y sus seres queridos, encuentren la verdad; que su lucha rinda aún más frutos (ya los ha rendido, inspirando a miles de personas y dando esperanza a quienes les falta). Ruego porque su fuerza podamos tenerla todos los colombianos y nos unamos para dar fin a este crudo capítulo de nuestra historia.

Sinceramente, uno de sus mayores admiradores.

A ti que buscas a tu padre, que le prometes seguir sus enseñanzas, que no desfalleces aun cuando pase el tiempo, aun cuando los silencios se multipliquen antes tus preguntas, aun cuando te persigan y maltraten por persistir en tu búsqueda; a ti hijo o hija que aún continúas tu búsqueda, déjame decirte: Los padres nunca dejamos de serlo, nunca - desde el momento mágico en que tenemos una hija, un hijo - se nos apaga ese amor infinito que se crea con esa irrepetible relación.

Tu padre, que está siempre vivo mientras tú le busques, le quieras y le extrañes, es homenaje vivo a tu cariño.

¡Estoy seguro de las muchas soledades que ha significado esa ausencia y tu búsqueda persistente, no desfallezcas!

Tu padre está orgulloso de ti, te lo aseguro yo, que soy un padre.