Quiero que sepas que no te guardo rencor por el daño que me causaste, y que de corazón pido que donde estés te encuentres bien no soy quien para juzgar tus decisiones talvez la vida te cobro todo el mal que me causo pero como mi hermano y mi sangre me duele saber que no estas y que no sabemos que fue de tu vida y si ya no estás en qué condiciones y de qué manera partiste. Me hubiera gustado saber si todavía estas ahí poderte decir y que escucharas que te perdono y que jamás te deseado ningún mal y si quiero despedirte como Dios manda.