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Chávez, una historia de odios, amores y dinero

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Bolivia, el levante fácil

 

Una política muy convulsionada entre los años 2001 y 2005 fue el caldo de cultivo en el que se gestó el triunfo de Evo Morales en Bolivia. Después de la “guerra del agua”, dos sublevaciones en 2003 y la consecuente caída de dos presidentes asociados con el neoliberalismo, el representante del Movimiento al Socialismo  sirvió para capitalizar el clamor popular que pedía se escucharan las voces de las etnias y las regiones en condiciones de igualdad.  El discurso pro-socialista de Chávez  venía como anillo al dedo a las demandas del país suramericano  y de inmediato ocurrió el acercamiento esperado.

 

A los pocos meses de la toma de posesión de Morales,  se concretaron  con Venezuela 19 acuerdos para colaborarse en temas prioritarios como salud, educación, energía, alimentos, ciencia y tecnología. Y, en menos de lo que canta un gallo, se aliaron las dos naciones con  Cuba en el Tratado de Comercio de los Pueblos para facilitar un intercambio comercial en el que Chávez era el que más tenía para aportar.

 

Un reporte de la Cancillería boliviana de 2010 indica que la donación de Caracas para el programa “Bolivia Cambia, Evo Cumple”, desde enero de 2006 (cuando Morales llegó al poder) hasta finales de 2009, fue de 214 millones de dólares. Con ese tipo de gestos es difícil negarse a la conquista.

 

La admiración que ambos presidentes profesan por Fidel Castro también ha servido de amalgama para las relaciones entre La Paz y Caracas. Para completar los lazos que les unen, en 2010 Bolivia pasó a integrar la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, una organización que agrupa a todos los pueblos del continente con excepción de Estados Unidos y Canadá. Así es como Bolivia y Venezuela no sólo comparten  ideología política sino también sus políticas económicas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Semana.com (2012-10-05)  Producción periodística: Karem Racinez, Jonathan Bock  Diseño y montaje multimedia: Carlos Arango