Brasil, conquistar al gigante
La llegada de Ignacio Lula Da Silva a la presidencia del país amazónico significó un importante respaldo para el mandatario venezolano. Entre el 2003 y el 2009 fue evidente la chispa entre los dos mandatarios, “teniendo como prioridad el fortalecimiento del bloque regional y el impulso de América Latina como una potencia mundial”, dijo Lula.
Durante el 2010 la relación binacional en materia comercial sumó 4.600 millones de dólares y estuvo caracterizado por la exportación desde Brasil a Venezuela de alimentos, pollos y carne bovina mientras que el otro socio les vende petróleo y derivados. Pero además, se destacan los 70 convenios para transferencia tecnológica, construcción de viviendas, soberanía alimentaria, generación eléctrica, petroquímica y turismo.
Sin embargo, esta relación atravesó por una crisis al final del mandato de Lula, cuando hubo un distanciamiento frente a las posiciones radicales de Chávez y su política “antimperialista”.
La llegada de Dilma Rousseff, llamada la “Juana de Arco de la guerrilla brasilera”, sirvió para disolver las dudas y profundizar el compromiso entre las dos naciones.
Ambos compartían la idea de que las alianzas tienen por objeto la creación de una nueva geografía política, económica y comercial, necesaria para la superación de los obstáculos al desarrollo y hacia la promoción de un sistema multilateral más justo y equitativo. “Mi querido presidente Chávez, nuestros países no sólo estarán unidos por la geografía, también por la determinación de hacer del espacio latinoamericano una zona de paz, democracia, cooperación y respeto a los derechos humanos”, dijo la presidenta brasilera.
Semana.com (2012-10-05) Producción periodística: Karem Racinez, Jonathan Bock Diseño y montaje multimedia: Carlos Arango