Gloria Arenas y Nelson Contreras, dos jóvenes habitantes de Villapinzon que su pasión por el páramo, sus lagunas y el río Bogotá los llevó a estudiar carreras relacionadas con el ambiente y a convertirse en una nueva generación de guardabosques. Crédito: Nicolás Acevedo Ortiz
Clara Chautá, es una mujer muisca y guía de la Reserva de la Laguna de Guatavita. En sus recorridos ella utiliza la tradición oral de sus abuelos y ancestros para explicar la importancia de las lagunas sagradas de la Sabana y para reivindicar la cultura muisca. Crédito: Nicolás Acevedo Ortiz
El gobernador del resguardo muisca Marco Antonio Mamanché ha dedicado los últimos años en reconstruir la cultura de este pueblo indígena, en la que el río Bogotá juega un papel fundamental. Crédito: Nicolás Acevedo Ortiz
Ernesto Mamanché, hermano de Marco, explica que el río Bogota es una gran serpiente cuya cabeza es la laguna del nacimiento en Guacheneque y su cola, la desembocadura en el río Magdalena. Crédito: Nicolás Acevedo Ortiz
Crédito: Nicolás Acevedo Ortiz
Desde que incursionó en la industria de las curtiembres, Juan Carlos Calderón, dueño de Biocueros siempre tuvo presente que tenía que ser responsable ambientalmente, una práctica que pocos curtidores tienen. Su hija Laura Calderón, directora de innovación, ha seguido los pasos de su padre y considera que pueden fabricar un producto rentable y amistoso con el río Bogotá. Crédito: Nicolás Acevedo Ortiz
Luego de sembrar papa en una finca en arriendo, de utilizar agroquímicos en sus cultivos y de quedar desempleado, Héctor Julio Bermúdez, empezó a trabajar en el proyecto de cultivos sostenibles de la Alcaldía de Sopó, allí se dio cuenta que puede haber una agricultura sostenible en la que no se usa agroquímicos y que puede ser amigable con el río Bogotá. Crédito: Nicolás Acevedo Ortiz
Diana Castro es la directora de la Unidad Ambiental de Prodensa, una corporación empresarial sin ánimo por el desarrollo sostenible de comunidades en donde sus industrias se encuentran. Ella trabaja con la CAR en una agenda ambiental para reducir el impacto de su sector en la cuenca del río Bogotá. Crédito: Nicolás Acevedo Ortiz