Fucha, Tunjuelo y Salitre, los tres principales afluentes de la capital del país, le entregan sus aguas al río Bogotá en un estado lamentable. Son los principales protagonistas de que 77 por ciento de la cuenca media tenga un índice de calidad del agua malo. Sus descargas serán tratadas en la PTAR Canoas y la ampliación de Salitre.