Sobre violencia económica contra las mujeres
El pink tax es un sobrecosto que se impone a productos que tienen alguna clasificación de género, pero que en realidad están elaborados con los mismos insumos. Está comprobado que productos de aseo personal y juguetería son más costosos por el hecho de ser color rosa y estar dirigidos a mujeres. “El pink tax es un ejemplo de violencia económica contra las mujeres”, afirma Clara Viviana Plazas, profesora de Derecho Tributario de la Universidad del Rosario.
Desde las aulas de clase, esta investigadora ha demostrado las inequidades del sistema tributario y, junto al Grupo de Justicia Económica y Género, ha desarrollado ejercicios académicos que no solo apuntan a cuestionar y generar criterio en sus estudiantes, sino que han desembocado en acciones. “Alguna vez me pregunté por qué los productos femeninos están gravados, ya que son necesarios para nuestra biología. Así nació la iniciativa que entabló una demanda en la Corte Constitucional y que el pasado 14 de noviembre falló favorablemente. La corte declaró exentos de IVA a las toallas higiénicas y tampones”.
Clara Viviana es crítica con el sistema tributario, piensa que debería desagregar por género. “En Colombia la pobreza tiene rostro de mujer. Las mujeres percibimos menores ingresos que los hombres -se habla de una brecha salarial del 24% por el mismo trabajo-, tenemos menos oportunidades laborales y además el sector privado prefiere vincular a los hombres. Y aun así, somos las mujeres las que pagamos de más”.